Buscar en este blog

20 ene 2011

Educación y Cultura: entre la obligación oficial y el trabajo voluntario


Enero va transcurriendo calurosamente y en plenas vacaciones aparecen los primeros atisbos del año lectivo. La problemática con que terminó el año pasado al son del reclamo estudiantil, por el estado de los edificios escolares públicos, promete dar tema desde el comienzo. 

El Ministro de Educación de la Provincia de Córdoba, Walter Grahovac manifestó que se está trabajando de acuerdo con lo previsto en las escuelas. Así refirió que en el interior provincial “Los municipios, en acuerdo con los directores de las escuelas y con los diagnósticos de cada institución, a partir de enero o  febrero  van a hacer las obras mínimas. Las obras grandes van por parte de la provincia, que también en este momento en el interior, vía municipio en alguno de los casos y otros con licitaciones que hizo el ministerio, están construyendo aulas”. 

Los estudiantes desmienten al ministro y manifiestan que “no se está cumpliendo ningún compromiso” y como contracara reprochan el uso de recursos “para destruir nuestro patrimonio y construir grandes obras para hacer campaña”, en obvia referencia a lo sucedido con la Casa de Gobierno de Córdoba. No es un buen contrapunto para iniciar las actividades y el ministro que pide “buena voluntad”, podría ser más contundente y demostrar con obras que la buena voluntad es bilateral.

El mantenimiento de los edificios escolares públicos en su mayoría y el estado de abandono que evidencian, es un clásico. Si Ud. pasa por una escuela y la ve en buenas condiciones, casi que se queda perplejo. Ayer no más en una nota del informativo del canal local, se mostró cómo está de “atendido” el predio de la Escuela Normal de Río Cuarto, en pleno centro, en el que ni los vecinos se privan de dejar residuos, acompañan ese estado las veredas del establecimiento, y la lenta tarea de pintura espera pacientemente. No hace falta más que observar y como dice la canción:… “las cosas se cuentan solas, sólo hay que saber mirar”. Una escuela de Banda Norte, fue pintada exteriormente por un grupo de una comunidad evangélica, y así con el apoyo de los jóvenes se logró revitalizar el edificio.

El trabajo voluntario muestra la contracara de la acción oficial en una nota del diario local (1) que se refiere  a  El Hormiguero, como así se denomina el centro cultural creado por  un grupo de jóvenes  quienes se acercaron a un edificio abandonado en la hermosa zona ribereña de la ciudad,  y con su trabajo realmente de hormigas lograron generar este ámbito para la cultura. Y así  describen al  espacio: …“ Una casa recuperada en la que participan artistas plásticos, músicos, actores, trabajadores, estudiantes, madres y padres de familia, lo que no implica la suma de individuos sino la comunión de las diferentes experiencias que cada uno trae para compartir, para sumar. Se hace en esa movilidad y se construye en esa diversidad de experiencias.”

Con empeño, con voluntad, con ganas, con pocos recursos recuperaron un lugar que paradójicamente fue declarado monumento histórico hace 10 años, y como siguiendo un derrotero perverso, fue virtualmente abandonado. Y así también nos informamos que la organización de El Hormiguero se basa en la Asamblea, que se realiza todo los miércoles por la tarde y es abierta para participar.

Nos mueve a la reflexión estás dos realidades tan diferentes frente a la educación y la cultura. Por un lado el manejo  de los recursos del sector público, administrado por los que  tuvieron y tienen responsabilidades de gobierno, que nos hacen padecer el dolor de ver el lamentable estado de los edificios escolares adonde se forman nuestros niños y jóvenes y por otro la voluntad de salir adelante, el empuje y el tesón de los que ofrecen voluntariamente su trabajo y logran aportar a la comunidad un espacio remozado para que participen todos los que se sientan convocados.

Entre  la actitud del ministro Grahovac y la acción de los pibes de El Hormiguero hay tantas diferencias que nos llevan a preguntarnos seriamente, cuales son los caminos y cómo deben ser los dirigentes que está sociedad necesita.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

Fuente:
(1) El Corredor Mediterráneo. 19.01.11
Casa Cultural El Hormiguero. Diego Formía

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.