Los usuarios
lejos estamos de conocer la verdadera situación de la empresa, sólo sabemos que
llega la factura con los números incrementados y… a pagar. Todavía tenemos
presente el caluroso verano pasado cuando la desagradable sorpresa de quedar
sin luz se convirtió en una pesadilla que castigo en la época de mayor demanda
a nuestro sur cordobés entre otras regiones de la provincia. El sólo pensar que
se puede repetir nos preocupa demasiado, tanto como a los vecinos de Banda
Norte que por estos días están juntando firmas para presentarse ante el Defensor
del Pueblo para plantear los inconvenientes generados por los déficit del
servicio que incluyen cortes de luz y variaciones de tensión con repercusión en
los electrodomésticos.
En
oportunidad de realizarse el 4 de noviembre pasado, una audiencia pública en la
ciudad de Córdoba el dirigente vecinalista Oscar Perassi señaló: “El servicio es malo, pero de eso
nunca se habla, ni en las audiencias ni en ningún otro lado. No está en la
agenda. Siempre aplican la receta más fácil, que es cargar los costos en los
bolsillos de los usuarios”. También reprochó la metodología de las audiencias.
“Sólo nos queda venir a protestar, porque siempre hay una decisión política ya
tomada de aumentar y nos encontramos con hechos consumados. Nunca nos dan la
oportunidad de discutir sobre cómo se maneja la Epec”, reclamó.
No conocemos
más, sólo somos usuarios pero las idas y vueltas de la empresa han generado
comentarios que merecerían una explicación por ejemplo lo expuesto por Alberto
Castagno, vocal por la oposición de ERSEP (Ente Regulador de
Servicios Públicos de Córdoba) tras el título “Lo que esconde el aumento tarifario
de Epec”, publicado el 19 de octubre en La Voz. Allí entre otras cosas señala
que:” el incremento de tarifas de 29 por ciento se fundamentaría en la
necesidad de “disfrazar” la situación financiera. Con ello, se “mejorarían”
ligeramente los resultados que presentaría la empresa, a fin de conseguir
financiamiento para amortizar la deuda contraída con la Administración Nacional
de la Seguridad Social (Anses) por la Central Pilar. Sobre este aspecto, el
viernes último, en una nota radial fue consultado el ex ministro de Economía de
la Nación Roberto Lavagna sobre si la Anses tenía o no los fondos necesarios
para atender el 82 por ciento móvil que se pretendió otorgar a los jubilados.
Lavagna respondió que la plata de la Anses estaría disponible si no se la
hubieran prestado a empresas como Epec, que no está en condiciones de
devolverla”.
O sea que la situación
financiera de la empresa es la responsable del aumento que pagamos entre todos,
pero a su vez nos ilustra una vez más por ejemplo de adonde van a parar los
fondos del ANSES, que son un paliativo para todo el espinel nacional. Situaciones cómo estas de complejos orígenes que afectan directamente la vida diaria de la población ,son las que generan bronca e impotencia porque tenemos
que estirar cada vez más el sueldo para llegar a fin de mes, con la presencia
vigorosa de la negada inflación y el crecimiento de tarifas e impuestos con que
se presenta la nueva temporada primavera- verano cordobesa.
Que necesario
sería que los responsables ofrecieran a la población información accesible
sobre la situación de la empresa y los planes que mostraran la expansión de la
misma a la vez que garantizaran la eficiencia del servicio para que todos estuvieramos
convencidos a la hora de pagar más.
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