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25 nov 2010

A cuatro años del caso Dalmasso


En la madrugada del lluvioso 25 de noviembre del 2006, asesinaron a Nora Dalmasso, esposa de un conocido traumatólogo, madre de dos hijos, residente en un barrio residencial de Río Cuarto y perteneciente a una conocida familia del medio.

La parafernalia  que se desató con su muerte, hizo que  conociéramos días increíbles en que la ciudad fue invadida por periodistas que desde todos los medios cubrieron el suceso, y nos mostraron también a los riocuartenses y al país todo  una impiadosa y desvergonzada falta de respeto a la víctima.

Así, se inició una investigación judicial que reveló los costados más oscuros que transita nuestra justicia provincial. Los puntos básicos de una investigación no se cumplieron y un enredo de influencias del poder político encabezados por el entonces gobernador José Manuel De la Sota, ayudaron a sembrar de dudas y sospechas sobre el caso y sus protagonistas. La causa que contó con la investigación de fiscales destinados especialmente a tal fin, tuvo su punto culminante cuando se detuvo a Gastón Zárate un humilde pintor que aún está imputado. Su detención generó el perejilazo y nunca como entonces la población de la ciudad se sublevó ante las incoherencias de la causa y llenó las calles pidiendo su liberación, siendo un duro revés para los investigadores y un bochorno para la justicia.

Las sospecha que recayeron luego sobre el hijo de la víctima, Facundo Macarrón determinaron el otro imputado que hoy persiste en situación de tal. Y allí se inició otro capítulo que determinó la presencia de los más variados especialistas en todas las ramas posibles que participaron  en un incomparable show mediático sin logros transcendentes para esclarecer el caso que a cuatro años está increíblemente esperando el resultado de un ADN, para mostrar algún avance. ¡Cuatro años para obtener respuestas de un ADN !

¿Qué nos dejó el caso Dalmasso? 

Lo que la gente manifiesta en la calle: un fuerte descreimiento en la capacidad de la Justicia para satisfacer los requerimientos de la sociedad y la evidencia de que la jerarquía social inclina la balanza de esa dama de ojos vendados, por lo menos en nuestro medio. 

Nos dejó también la certeza de impunidad que rodea a los núcleos enquistados en el poder. 

Y lo que es peor: la presunción de que  a esa altura de los acontecimientos el crimen quedará sin resolución, por errores de acción y omisión que partieron de los principales referentes  no sólo del poder judicial sino del poder político, generando las sospechas de que hay necesidad de ocultar más que  de esclarecer el hecho.

El caso Dalmasso,  se constituyó en un punto de inflexión entre los sucesos policiales de la ciudad, la desprolijidad de su manejo y la falta de resolución entre otras cosas abonan el escepticismo y descreimiento de la gente, así como la certeza de cuanto nos falta para lograr una democracia plena, con   una respetable Justicia independiente.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

1 comentario:

  1. Siento que todo esto es una burla para los riocuartenses. Cómo podemos ser tan indiferentes frente a esta "injusticia" de nuestra "Justicia"?

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