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14 nov 2010

Bush y las torturas




Si Bush lo dice… Complejo personaje el ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush (h) siempre aporta elementos para el asombro, aún  cuando no está en el centro del poder. Ahora lo hace desde "Puntos de Decisión", un libro autobiográfico que se publicó el 9 de noviembre pasado.El 43º presidente del país del norte,  que luego del atentado a las Torres Gemelas lanzó una parafernálica  contraofensiva mundial que entre otros actos llevó a la invasión de Irak, dado la amenaza que suponía  por poseer armas de destrucción masiva, reivindica en su libro el uso de torturas para obtener información lo que en un flor de eufemismo llama “técnicas mejoradas de interrogatorios”.

Para el análisis quedan estas referencias a algunas  de sus expresiones que contiene la obra y que se conocieron a través de una en entrevista concedida a la cadena NBC:

“No hay duda de que el procedimiento era duro, pero expertos médicos aseguraron a la CIA que no producía daños permanentes”, también sostiene que “usar esas técnicas ayudó a salvar vidas”.
Los métodos a que hace referencia son los tristemente conocidos “submarinos “, y demasiado conocemos sobre lo que relataron los que padecieron esas aberraciones en los centros de detención de nuestro país.

La gravedad de lo expuesto por el ex primer mandatario determinó la reacción de distintos organismos internacionales. Así por ejemplo, nos acercamos a distintas opiniones:

Quien fuera durante seis años relator especial de la ONU contra la tortura, Manfred Nowak, habló con Deutsche Welle sobre la viabilidad de procesar a Bush por haber autorizado prácticas de tortura.

 Como relator independiente de la ONU contra la tortura, Manfred Nowak viajó alrededor del mundo en la búsqueda de evidencias sobre las prácticas de tortura realizadas por numerosos Estados en aras del combate contra el terrorismo. Desde octubre pasado el jurista austriaco dirige el Instituto Ludwig Boltzmann para los Derechos Humanos con sede en Viena, donde ha integrado un equipo financiado con fondos de los gobiernos suizo y austríaco.

Ahí se ha creado el llamado Atlas de la Tortura, donde el internauta puede informarse rápidamente sobre la situación en cada país, qué tipo de tortura sigue empleándose dónde y los esfuerzos nacionales en contra de estas prácticas. 

Deutsche Welle:  El ex –presidente estadounidense George W. Bush reconoce en su memorias que ordenó métodos como el llamado “waterboarding” o ahogamiento simulado tras el visto bueno de sus asesores y afirma que es un método muy efectivo, pues arrojó mucha información.  Desde el punto de vista del Derecho Internacional ¿es suficiente esta declaración para emprender una investigación y procesar al ex presidente republicano?
Sí. Sin duda. Al reconocer abiertamente que ordenó ese tipo de prácticas de tortura también reconoce su culpabilidad, que no recae exclusivamente en quienes la ejecutan, sino que involucra a toda la jerarquía política. Según la Convención contra la Tortura de Naciones Unidas, todos los países firmantes, incluyendo a Estados Unidos, se comprometen a investigar todo caso de tortura y criminalizarlo. También se compromete a llevar a los responsables ante un Tribunal Penal. La Constitución estadounidense penaliza los delitos de tortura, por lo que la administración Obama podría emprender una investigación al respecto.

Durante la era Bush fueron procesados algunos militares acusados de violaciones en la cárcel de Abu Ghraib y fueron condenados. Si ahora Bush reconoce que él mismo fue quien ordenó estas prácticas se tiene una fuerte prueba legal.

También Amnistía Internacional (AI) ha instado a los Estados Unidos a abrir una investigación sobre el papel del ex presidente George W. Bush y otras autoridades del país en el uso de las “técnica mejoradas de interrogatorios” con presuntos criminales detenidos.

Las conclusiones son las siguientes: "De acuerdo con la ley internacional, cualquier implicado en torturas debe ser puesto ante la justicia y eso no excluye al ex presidente George Bush. 
Si se confirma su confesión, Estados Unidos tiene la obligación de procesarlo", explicó el director adjunto de AI, Claudio Cordone, en un comunicado.

Según Amnistía Internacional y de acuerdo con la ley internacional, "la confesión del ex presidente de haber autorizado actos que suponen torturas es suficiente para poner en práctica la obligación de Estados Unidos de investigar los permisos que conceden sus mandatarios".
Estados Unidos ratificó la Convención contra la tortura y el castigo o trato inhumano, degradante o cruel (UNCAT, en sus siglas en inglés) en 1994.
De acuerdo con ese texto, en cualquier caso en el que existen pruebas contra una persona de sus torturas cometidas o de una complicidad o participación en esos actos se debe llevar a los tribunales.
Por ello, Amnistía Internacional exigió que, si Estados Unidos no abre una investigación sobre el tema, otros países tomen la iniciativa y lleven a cabo sus propias averiguaciones.

En el mismo Estados Unidos, el congresista demócrata por Nueva York Jerrold Nadler afirmó que el fiscal general, Eric Holder, debería designar a un fiscal especial para que realice una investigación “completa e independiente” del uso oficial del “waterboarding” durante la era Bush.

Cómo podemos apreciar la potencia del Norte, “escuela” de democracia, nos brindó en este pasado reciente   durante los ’70 el horror de la guerra de Vietnam entre otras cosas, y ahora aporta el testimonio nada menos que  de un ex presidente, reivindicando la crueldad de los métodos de tortura para obtener información en una guerra anunciada al mundo  rocambolescamente con una hipótesis falsa. Eso sí, Bush señala: “ Nadie se sintió más conmocionado  ni enojado que yo cuando no encontramos las armas. Tenía una sensación de náuseas cada vez que pensaba en ello y todavía la tengo”. Problema menor ante el costo humano enorme de su fatal decisión.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

1 comentario:

  1. Siempre miramos lo que hace el pais del norte,copiamos modas,usamos su
    idioma,etc. El ex presidente G.Busch tendria que ser severamente
    castigado para que otro presidente de ningun otro pais se le ocurra
    copiar tambien las torturas.Esperemos que esto se de.

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