Los vaivenes del
accionar judicial en nuestra ciudad tienen amplia repercusión en la opinión
pública y el caso Sabena,
es uno de esos en que la falta de resolución prolonga incertidumbres y exacerba
los ánimos.
Desde hace dos
años se está buscando el paradero de Nicolás
Sabena, un joven de nuestro
medio de entonces 21 años de edad, que desapareció misteriosamente luego de haber
abandonado el hogar familiar, tras una discusión con su madre, en setiembre del 2008.
La causa
judicial ha seguido varios derroteros hasta que finalmente los sospechosos del
caso, miembros de la familia Vargas: José
Francisco Vargas (67), su esposa Adelina Flores (51) y sus hijos, Lucía Inés
Vargas Flores (21) y José Vargas Flores, terminaron
detenidos. En el día de ayer cuando se estableció la posibilidad de liberar a
los sospechosos ante la disposición de la Cámara Primera del
Crimen de Río Cuarto que resolvió revocar la prisión preventiva de los cuatro
integrantes de la familia Vargas, se hizo pública una convocatoria para
participar de una marcha citada para el mediodía frente a Tribunales.
La población
está más sensibilizada por
el hecho, cuando la última noticia del caso ante la posibilidad de un homicidio
del joven, daba cuenta el pasado 2 de noviembre que tras una pericia con perros
adiestrados, se encontraron rastros de olor de Nicolás Sabena en un cuchillo
con sangre que había sido
secuestrado el año pasado en
la quinta de los Vargas. Inicialmente se informó que el cuchillo tenía restos
de sangre humana, compatible con el tipo de Nicolás, pero el Ceprocor no había
podido determinar el ADN.
Otra vez el ADN
hace temblar a la Justicia
de Río Cuarto, cuando todavía se está esperando el resultado del ADN en el caso
Dalmasso desde hace 4 años, otro ADN aparece en escena. Así, finalmente los
Vargas siguen en prisión y el caso continúa.
La convocatoria
a movilización ratificó lo que la madre del joven expresara en otras
oportunidades: “En realidad me siento bastante sola. Los
riocuartenses no toman conciencia. Cada cual está inmerso en su propia
burbujita y creen que nunca les va a pasar”(1). Pero un centenar de personas se llegaron
a la cita, y nuevamente se dio una confluencia de gente de distintos sectores sociales y distintos grupos
etáreos, y aún familias completas con sus niños salidos de la escuela. No es
poca cosa, para una marcha que no fue planificada por ninguna organización,
donde la voluntad de participar surge prácticamente en forma individual, y es
de destacar que la demanda de Justicia fue el grito único, ante la posibilidad
de liberar a los sospechosos, que el grupo estima como una flagrante injusticia
Con respecto a lo que
señala el diario, que “insultaban a la dirigente social Susana Dillon por su defensa de los
Derechos Humanos”, durante el momento en que participamos de la reunión, ante
la pregunta por Susana Dillon se respondió que ya
había estado, situación que se puede verificar en el video que acompaña a esta
nota y que fuera obtenido por Telediario, donde se puede observar el emocionado
abrazo de esas dos madres que
transitaron el mismo y doloroso camino
de la desaparición de sus hijos. Dejamos en boca de Susana sus propias conclusiones del caso, porque
corresponde que hablen los protagonistas; sus antecedentes nos eximen de
mayores apreciaciones al respecto.
Los caminos de la Justicia no son fácilmente comprensibles para el
común de la gente, pero la demora en obtener respuesta ante la gravedad de los
casos, acrecienta la desesperación de las familias evidenciada en esta
oportunidad por la angustia y el dolor que transmitía Rosa Sabena, la madre de Nicolás.
Porque necesitamos que nuestra Justicia no sólo sea más
ágil y contundente sino fundamentalmente que demuestre en sus funcionarios y
accionar eficiencia y
solvencia profesional es que acompañamos a la familia Sabena en su pedido.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
1. Frase citada en Sos periodista 30.12.08
1. Frase citada en Sos periodista 30.12.08
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.