El negocio del juego

Este estupendo negocio de pocos en donde barren con las apuestas de muchos en que se convirtió el Casino de Río Cuarto, va cumpliendo con la profecía que desde el sentido común expresáramos en cuanto vimos el desembarco de las slots en la ciudad. Eran épocas en que gobernaba la Provincia José Manuel de la Sota, a cargo de la intendencia estaba AlbertoCantero, Omar Isaguirre se desempeñaba como Presidente Concejo Deliberante, y en la cúpula de la Iglesia local monseñor Staffolani.

Los reclamos fueron vanos, y más de un ciudadano “progresista”, no estaba de acuerdo con cuestionar la instalación de las slots, dado el “adelanto” que significaba la instalación de un casino y de un hotel de categoría.

Por cierto, que a pesar de los cuestionamientos, la empresa siguió adelante, creciendo y atrayendo a un número cada vez más significativo de parroquianos.

Esto se incrementa en épocas de crisis y a las cifras nos remitimos: a lo largo de los do ce meses del año pasado, la facturación de la Compañía de Entretenimientos y Turismo (CET) fue de casi 41 millo­nes de pesos; por día ingresan a la sala unos dos mil riocuartenses, más aún los fines de semana; y para quienes duden que son las clases populares las que más participan del juego baste para señalar que los meses records son aquellos en los cuales se cobra el aguinaldo, y en los cinco primeros meses de este año han estado tragando monedas por $15.259.061.

Algunos paliativos se intentaron desde esta gestión municipal, pero fueron duramente resistidos y aún no hay respuesta desde la Justicia sobre la ordenanza que pretende disminuir el horario de funcionamiento.

Pero el tema más interesante a desentrañar es el de poder apreciar que negocios se esconden al amparo de esta “siembra” de Casinos en nuestra provincia, quienes se ven favorecidos por esta verdadera aspiradora que esquilma a los inocentes que pretenden salvarse y terminan en muchos casos adictos. El Parque Industrial de la ciudad, está en pañales, la cuestionada soja fue el salvoconducto por el que despegamos de la crisis del 2001, las políticas nacionales para el campo motivan hoy una protesta del sector de la lechería que a un año de la resolución de la crisis generada por la resolución 125 con el voto “no positivo” de Cobos no tiene respuestas para seguir produciendo un alimento esencial para la población, los mandamases provinciales de entonces y actuales, léase De la Sota y Schiaretti empiezan lentamente a mover a su gente buscando ya posicionarse para el anhelado 2011. Pero las cuestiones de fondo, esas que permiten destrabar la cara oculta del poder, esas no se aclaran por más que pasen los gobiernos y nos dejen con la “ñata” contra el vidrio espiando como los políticos de ayer y de hoy hacen fortunas con las que por ejemplo costean las grandiosas campañas electorales para no perder sus sitios de mandatarios y gracias a las que viven tranquilos y cuidados en los elegantes countries, viajando por el mundo y disponiendo de todo tipo de privilegios de la clase acomodada.

Como el juego es un problema nacional es interesante prestarle atención a como abordan el tema en el audio que acompaña a esta nota del reportaje efectuado por Víctor Hugo Morales a una diputada de la provincia de Buenos Aires, Maricel Etchechoin de la Coalición Cívica, quien expone los interesantes caminos del negocio del juego en esa provincia, con los nombres de los padrinos políticos sin los cuales no hay negocio.

Sería muy interesante que alguna vez escucháramos una voz de nuestra Unicameral, para que nos aclare cómo funciona esta red del juego en nuestra querida provincia de Córdoba, para que pudiéramos conocer a quién beneficia especialmente.

No vaya a ser que encantados por el “progreso” que nos deparó el Casino en nuestra costanera, no podamos descubrir a quienes beneficiamos desde este lugar adonde muchos aportan y pocos ganan.

Sino, pregúntele a los cien riocuarteneses ludópatas que se autoexcluyeron, para poder zafar de esa trampa tan bien urdida y amparada desde el poder.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO