Una frase que sintetiza una actitud ante la vida de este gran argentino, que volvió al país para devolverle un poco de lo mucho que la educación pública le había brindado desde la Universidad Nacional de La Plata. Académico prestigiado en el mundo, sus avances científicos lo ubicaron en un lugar de privilegio universal, legándole a su país el valioso bien que significa la Fundación que lleva su nombre y dejándonos como doloroso recuerdo el desenlace de su vida debido a la incomprensión de los que manejan esta burocracia estatal que no respeta el bien más preciado de la nación : su capital humano del cual Favaloro fue un baluarte irremplazable.
Decía Favaloro:
"En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales, entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad"
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