El miedo acobarda, por eso se lo emplea para destruir el
coraje.
El miedo enmudece, te cierra la garganta.
El miedo tiene su mejor aliada, la sombra. De noche el miedo
es más eficaz. Los grandes crímenes se
cometen en la oscuridad.
El miedo se siembra, como si fuera una plaga. Se reproduce,
se contagia, se expande como gas
venenoso.
El miedo se instala para reinar mucho tiempo, cuando se
necesita someter a los otros, ya sea un individuo, o un pueblo o una nación.
Del miedo al terror se pasa en segundos para luego permanecer por décadas.
El miedo comienza cuando nos sentimos solos y abandonados,
con la inseguridad del afecto de los otros, para que nos den la mano amiga.
Al miedo hay que irlo a buscar en su propia guarida y
denunciarlo para que todos sepan quién lo produce y qué se propone. Debemos
condenarlo y ponerlo a la vista de todos.
El miedo es hermano de la incertidumbre, trabajan juntos.
Entre los dos torturan al que se quiere enloquecer con la desaparición de un
ser querido. El no saber si está vivo, si está muerto o en la mesa de torturas,
o preso, o violado. Por eso cuando se instala
el miedo en una familia, en un pueblo o en un país, primero se los
condena al silencio. Nadie podrá hablar de "eso". Se arrasan las
leyes, se amordaza y violenta a la justicia. No hay seguridad porque todos los
lobos andan sueltos en el mismo prado que pastan los rebaños. Huir a la estampida, arrinconarnos a
llorar o adular a los violentos sólo conduce a mayor ferocidad.
Unirnos a los otros, hacernos fuertes y solidarios, salir a
denunciar a la luz del día a los provocadores del espanto, ése es el método. A
veces también ocurre: pensamos que en este cuarto hay un fantasma, y sólo es
una cortina movida por el viento.
Siempre y en toda ocasión debes tener b voz clara para
llamar a los otros, a los que debes responder cuando seas llamado. Al miedo lo
vence la solidaridad.
Cuando en una familia, en una aldea o en un país la gente
deja de ser solidaria, está a merced de los lobos y sometido a los miedos.
Fuente: Educando en Derechos Humanos (2001) de Susana Dillon
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.