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16 jul 2012

Desmonte en Córdoba. Situación en Julio del 2012.


Cuando viajamos por el norte cordobés después de  algunos años, el cambio del paisaje es sorprendente. En las tierras  de los departamentos que cruza la ruta 9,  camino a Santiago del Estero, se aprecia una gran extensión de campos productivos que se han sumado a los cultivos agrícolas especialmente de soja. Han quedado algunos remanentes de bosque nativos, simples cortinas que no logran disimular el devastador accionar de las topadoras para  la reconversión productiva

En una campaña cómo la que finalizó, que dio magros resultados por factores climáticos podemos leer en una página especializada: “Al hacer una comparación interanual, solo en Colón, Totoral y Tulumba se obtiene rendimientos provisorios superiores para la actual campaña.” (Todoagro.com.ar).
Veamos para ubicarnos a que zona geográfica estamos haciendo referencia: la cabecera del Dpto Colón es Jesús María y sus pedanías son Calera Norte, Constitución, Las Cañas, Río Ceballos y San Vicente, el Dpto Totoral con cabecera en Villa Totoral comprende: Candelaria, Macha, Río Pinto, Sinsacate y Totoral y el Dpto Tulumba  tiene las pedanías de  Dormida, Intihuasi, Mercedes, Parroquia y San Pedro.

La expansión de la frontera agrícola es tan evidente como su relación con el desmonte y la consecuente pérdida de bosque nativo, por lo tanto y para seguir esta situación es interesante leer la nota que  bajo el título de: “El peor desmonte de los últimos 2 años” publicada por Lucas Viano en La Voz con fecha 13 del corriente mes de Julio  

El peor desmonte de los últimos 2 años

En junio desaparecieron 3.302 hectáreas de monte, la cifra más alta desde la sanción de la ley provincial en agosto de 2010.

En junio pasado, Córdoba sufrió la peor racha de desmonte desde que se sancionó la ley de bosques nativos, en agosto de 2010. Desaparecieron 3.302 hectáreas, según un monitoreo satelital de la ONG Guyra Paraguay, en todo el monte chaqueño.
La cifra equivale a 3.302 canchas de fútbol o un tercio del área urbanizada de la ciudad de Córdoba (todo el noroeste de la Capital, por ejemplo).
Lo sorprendente es que ocurre en plena vigencia de una norma que debe proteger estos ecosistemas. A su vez, rige la ley 9.219, de 2005, que prohíbe el desmonte total por 10 años.
Si bien estas leyes son permisivas, deberían significar un freno a esta práctica. En los últimos dos años, el monitoreo había detectado deforestaciones puntuales en algunos departamentos cordobeses. El mes más grave había sido abril, con 87 hectáreas en Sobremonte.
Junio trajo una cifra altísima y deforestaciones en varios departamentos. En un mes, se desmontó 17 veces más que en el último año, y la tasa fue 222 veces más alta que el promedio mensual del último año (14,8 hectáreas). Un cambio muy llamativo.
El informe detalla varios predios desmontados muy cerca de las localidades de Loma Blanca y Barreal, en el departamento Sobremonte. También a 10 kilómetros de San José de las Salinas (Tulumba) y a 25 kilómetros al sudoeste de Quilino, departamento Ischilín, donde más bosque fue desmontado.
En estos departamentos la pérdida de bosque nativo está asociada a la extensión de la frontera agropecuaria. Por lo general, tras el desmonte se siembran especies exóticas para criar ganado vacuno.
Algunas deforestaciones ocurrieron a la vista, por ejemplo, en un predio a la vera de la ruta nacional 38 a 10 kilómetros al noroeste de Villa de Soto.
En Traslasierra hay predios deforestados cerca de San Rafael y Pozo de las Pampas. Tienen formas circulares de más de un kilómetro de diámetro. Esta práctica está asociada a pozos para riego. Otros desmontes más pequeños se deben a loteos para urbanizaciones.
Para ese mes, la Provincia hizo pública sólo una intervención. Según la página de prensa, el 8 de junio un desmontador fue multado y se le secuestró la topadora. Ocurrió en Cañada de Machado (Río Primero). Había derribado 45 hectáreas de algarrobos, chañares, talas y quebrachos blancos.
“Si son desmontes totales, son ilegales. De ninguna forma están autorizados. Todo lo contrario, Ambiente sanciona estas prácticas”, dijo Federico Bocco, el nuevo secretario de Ambiente de la Provincia.
Y aseguró que en lo que va del año se detectaron desmontes ilegales, selectivos y totales, por unas 7.400 hectáreas.
No obstante, el funcionario entiende que la información de la ONG debe constatarse en el terreno para determinar su veracidad. “No hemos podido chequear el informe, pero probablemente algunos predios desmontados hayan sido ya detectados por Ambiente. No obstante, a veces el sistema satelital toma un aprovechamiento forestal controlado y de muy bajo impacto como desmonte”, explicó.
El funcionario aseguró que durante su gestión como secretario no se han autorizado ni desmontes para riego ni intervenciones de pequeño impacto.
Algunos procedimientos mencionados por Bocco están fuera de la región chaqueña (Las Varillas, La Francia y Río Primero). Otros sí, como las tres mil hectáreas en Guanaco Muerto, aunque fue una deforestación selectiva que el monitoreo satelital no detecta.

Contexto político. Mientras más de tres mil hectáreas de bosque nativo desaparecían, una pequeña tormenta política ocurría en la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
El 20 de mayo renunció Darío Sbarato a esta cartera. El ex funcionario quería reformar la ley de bosques para destrabar los fondos de la Nación, estimados en 20 millones de pesos. Pero desde el Ministerio de Agua, Ambiente y Energía no aprobaron esta iniciativa, por lo que Sbarato renunció.
Tras casi un mes con el cargo vacante, el 14 de junio asumió Bocco. En esos días, desde Río de Janeiro, el gobernador José Manuel de la Sota reconoció que la ley de bosques es perfectible. Había viajado a la ciudad carioca para participar de la cumbre mundial sobre ambiente y desarrollo sustentable, Río+20. Allí negó que hubiera diferencias con la Nación por esta norma.

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