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3 ago 2011

El fútbol y la fuerza de la opinión pública



Las decisiones vinculadas al mundo futbolístico tienen  múltiples causas y son fuente permanente de comentarios no  sólo de los especialistas desde los medios sino en todo lugar adonde se reúnan dos o más apasionados por el más popular de los deportes.
El fútbol, tema obligado de los lunes y ahora por las frecuencias de las citas deportivas, de todos los días y a cualquier hora, solo reconoce paréntesis que se dan cuando acabado un campeonato,  se inicia la pausa “eterna” para que el balón empiece a rodar nuevamente en los torneos oficiales. La reciente Copa América cubrió el bache temporal en este año en el país, y por unos días la ilusión de ver triunfante a la Selección Nacional, pasó a segundo plano los devenires del campeonato mayor del fútbol argentino. Pero… otra frustración se sumó a la lista y con resultados que no nos acercaron a la final, la Selección volvió a entrar en un cono de sombras y reaparecieron los problemas que planteó la caída del colosal River Plate a Primera B y sus secuelas.
A los manotones, así como se recambia el técnico del Seleccionado, la dirigencia de la AFA promovió un nuevo esquema de campeonato en el que se enredaba de manera confusa a las Primeras Divisiones A y B. Si algo quedó en claro del tema es que el negocio del fútbol exige resultados acorde con los gastos que demanda. Se explayó en los medios Ernesto Cherquis Bialo y leemos en un diario deportivo: El portavoz, con su habitual formalidad, había asegurado que el nuevo modelo de campeonato nacía “para que River juegue en Primera, pero para asegurar también que Boca siga en Primera, al igual que San Lorenzo, Racing, para que Quilmes juegue en Primera, así como Gimnasia y Rosario Central”. Pero semejante confesión cayó como una bomba en la AFA y hasta en el humor del secretario de Legal y Técnico, Carlos Zannini, uno de los nexos entre el fútbol y el Gobierno. El primero que salió al cruce de los dichos del vocero de la AFA fue Julito Grondona, el hijo del Jefe: “¿A qué hora lo dijo Cherquis? Estaría en pedo entonces, eh. A veces salimos con los amigos y una copa de más te tomás...”, disparó al hueso el presidente de Arsenal.

Entonces el negocio del fútbol que pasó a vincular al gobierno con la AFA para el cual se dispondrán 1200 millones de pesos, genera un espectáculo que exige que los “grandes” clubes estén en la TV. Así el fútbol se asimila a cualquier espectáculo de audiencia masiva, al que hay que alimentar  porque todo lo devora y para el cual las reglas deben ser flexibles, por lo menos así lo transmitió  con su proyecto el mayor nivel de la dirigencia nacional. Lo que no contaron desde la mesa de decisiones es el valor del peso de la opinión pública. Por que hay mucha pasión por el deporte y los futboleros se bancaron de todo por ver los partidos, sin saber porque pero desde aquellos tiempos en que el negocio televisivo fue instalado llenaron bares, consiguieron decodificadores, armaron “vaquitas” en grupos de amigos para compartir esos momentos mágicos de partidos y siguieron fielmente las divisas de sus amores. Festejaron y bramaron con los torneos que ganaron o perdieron y soportaron todo tipo de abusos desde los medios que negociaban con su pasión. Llegó el Fútbol para Todos y se instaló en los hogares, con la solapada artimaña de introducir una descarada propaganda oficialista a un costo demasiado alto para un país con un 30% de pobres, pero la pelota siguió rodando. Hasta que encontró este escollo, un torneo que se arma entre gallos y medianoche, que se acentúa  por el uso que desde la política se hace del deporte y que se da cuando un “grande” víctima de sus propias debilidades desciende de categoría. 

Cherqui Bialo, tan luego el Director de Comunicaciones de la AFA, fue rotundo “Si River no descendía, se evitaba este quilombo” , y agregó “Hay una sociedad del Estado que pone plata para tener los derechos de televisación de los torneos de la AFA. Hay unos clubes que necesitan más dinero por esos derechos de televisión. Y hay un Estado preocupado porque pone 600 millones de pesos ajustables, pero como ocurre entre el patrocinador, el soporte, el que pone la guita y los que ponen a los protagonistas, ellos quieren a los mejores. Ellos pagan por tener a los mejores”.

En este enredado entramado cuando los intereses de cada sector juegan su papel, en un recalentado año electoral, los hinchas desde todos los medios posibles de expresión le torcieron el brazo al engendro de campeonato, y lo hicieron porque saben que los mejores equipos son los que triunfan por sus méritos y no por la ayuda que le brindan los poderosos que desnaturalizan el deporte y los valores. Porque el que ama el fútbol, sabe en fin, que en definitiva los mejores no son los más “grandes” sino los que pacientemente con el trabajo y el esfuerzo forman planteles competitivos. Si Ud. se apasiona con el fútbol y le duelen los “vivos” de este ámbito,  los negociados, las especulaciones y el quedar “pegado” con los políticos de turno a los que no les conviene el mal humor de la gente y menos con las próximas elecciones,  considerará sin duda que habría que fijarse en la “clase” que nos dio en la Copa América el “maestro” Tabares y la Selección Uruguaya, como un modelo para tener bien en cuenta a la hora de valorar garra, tesón y esfuerzo para conseguir resultados.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

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