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11 ago 2011

Drogas en Río Cuarto y la región ¿Y ahora qué?


Por Sebastián García Díaz * 

Con el úl­ti­mo ope­ra­ti­vo rea­li­za­do en Achi­ras, en el que se se­cues­tra­ron 120 ki­los de co­caí­na, que­dó de­mos­tra­do que nues­tras de­nun­cias so­bre la en­ver­ga­du­ra del trá­fi­co de dro­gas en la re­gión eran cier­tas.
¿Y aho­ra? Los pa­rá­me­tros in­ter­na­cio­na­les in­di­can que las fuer­zas de se­gu­ri­dad son ca­pa­ces de in­ter­cep­tar no más del 10 por cien­to de lo que se tra­fi­ca. En el ca­so de Río Cuar­to se­gu­ra­men­te ha­bla­mos de un por­cen­ta­je me­nor, pues es la pri­me­ra vez que la po­li­cía lo­gra un ha­llaz­go se­me­jan­te. Pe­ro si to­má­ra­mos ese pa­rá­me­tro ten­dría­mos que en el mes de ju­lio se es­con­den y se pro­ce­san en los al­re­de­do­res de Río Cuar­to apro­xi­ma­da­men­te unos 1.200 ki­los de co­caí­na.
Si ha­ce­mos una hi­pó­te­sis de mí­ni­ma, co­mo es que es­ta mer­ca­de­ría ile­gal só­lo se ro­ta una vez al mes en la re­gión, te­ne­mos unos 14.400 ki­los de co­caí­na al año que es­tán sien­do ma­ni­pu­la­dos en la zo­na de in­fluen­cia de la ciu­dad. Ten­go la im­pre­sión de que la ma­yor par­te de es­tos car­ga­men­tos son pa­ra abas­te­cer a Río Cuar­to ha­cia el sur y no pa­ra ex­por­ta­ción.
Si ése es el vo­lu­men de co­mer­cia­li­za­ción só­lo de co­caí­na (ima­gi­ne­mos si le su­ma­mos otro tan­to de ma­ri­hua­na y de pas­ti­llas) en­ton­ces co­men­za­mos a vi­sua­li­zar la es­ca­la del pro­ble­ma que te­ne­mos fren­te a no­so­tros y su po­der de co­rrup­ción y de im­pac­to so­cial.
En lo cri­mi­nal, de­be­mos exi­gir que las in­ves­ti­ga­cio­nes va­yan a fon­do. Por­que si eso su­ce­de po­dre­mos dar con los ca­be­ci­llas que ope­ran en la zo­na con se­gu­ra com­pli­ci­dad de po­de­res po­lí­ti­cos, po­li­cia­les y ga­ran­tías de im­pu­ni­dad que ofre­cen sec­to­res de po­der. Si ca­ye­ra un ca­be­ci­lla, se­ría to­do un men­sa­je de que la im­pu­ni­dad no es tal. Si na­da su­ce­de, ha­brá si­do só­lo una fo­to pa­ra las elec­cio­nes. En es­te sen­ti­do hay que apo­yar la la­bor he­roi­ca que es­tá lle­van­do ade­lan­te un ma­gis­tra­do co­mo el Dr. Ochoa.
En lo que res­pec­ta a po­lí­ti­cas de con­trol de la ven­ta de dro­gas en la re­gión, ha lle­ga­do la ho­ra de po­ner so­bre la me­sa de de­ba­te pú­bli­co has­ta qué pun­to el nar­co­trá­fi­co se ha in­ser­ta­do en la di­ná­mi­ca eco­nó­mi­ca y so­cial de la zo­na y có­mo in­vo­lu­crar a la ciu­da­da­nía a tra­vés de ca­na­les que ga­ran­ti­cen ano­ni­ma­to pa­ra que acer­quen sus de­nun­cias de pun­tos en los que se ven­de dro­ga, avis­ta­je de avio­ne­tas ile­ga­les y mo­vi­mien­tos irre­gu­la­res en zo­nas de­ter­mi­na­das, ur­ba­nas o ru­ra­les.
Se ne­ce­si­ta in­ten­si­fi­car la ac­ción di­rec­ta del Es­ta­do so­bre ba­rrios vul­ne­ra­bles pa­ra evi­tar cual­quier in­ci­pien­te pro­ce­so de “fa­ve­li­za­ción” o de so­cia­li­za­ción de la ven­ta de dro­ga que se pue­da es­tar pro­du­cien­do por ne­ce­si­dad o por la sen­sa­ción de im­pu­ni­dad que se ha ins­ta­la­do en la pro­vin­cia y de la que Río Cuar­to no es la ex­cep­ción.
Se­ría una se­ñal muy im­por­tan­te rea­li­zar ope­ra­ti­vos sor­pre­sa en to­das las ru­tas de la zo­na pa­ra con­tro­lar au­tos y ca­mio­nes al azar en bus­ca de sus­tan­cias ile­ga­les. En es­ta ac­ción se pue­de in­vo­lu­crar a la Po­li­cía Ca­mi­ne­ra o so­li­ci­tar el apo­yo de fuer­zas es­pe­cia­les.

Pro­gra­ma in­te­gral

En la fa­ce­ta pre­ven­ti­va, Río Cuar­to de­be asu­mir que es una pla­za de al­to con­su­mo de es­tu­pe­fa­cien­tes y de­jar los vo­lun­ta­ris­mos y las im­pro­vi­sa­cio­nes pa­ra en­ca­rar un pro­gra­ma in­te­gral de pre­ven­ción con la es­ca­la y la pro­fun­di­dad ade­cua­da, in­vo­lu­cran­do a las ins­ti­tu­cio­nes edu­ca­ti­vas, re­li­gio­sas y co­mu­ni­ta­rias y acer­can­do in­for­ma­ción y for­ma­ción al se­no fa­mi­liar. Nun­ca es­tá de más re­pe­tir­lo: es una con­tra­dic­ción que ha­ga­mos de re­pen­te un des­plie­gue inu­si­ta­do so­bre las dro­gas ile­ga­les, pe­ro de­je­mos rien­da suel­ta pa­ra el con­su­mo de la dro­ga más pe­li­gro­sa, que es de ven­ta le­gal y es el al­co­hol.
En la fa­ce­ta asis­ten­cial hay que po­ner­le pla­zo y asig­nar­le re­cur­sos al de­sa­rro­llo de una ins­ti­tu­ción pú­bli­ca gra­tui­ta que al­ber­gue y re­cu­pe­re a adic­tos sin re­cur­sos de la zo­na sur de la pro­vin­cia. La en­co­mia­ble ac­ción que lle­va ade­lan­te Na­za­reth no es su­fi­cien­te. El Es­ta­do pro­vin­cial, co­mo tam­po­co el mu­ni­ci­pal, pue­de de­sen­ten­der­se.
To­das es­tas con­si­de­ra­cio­nes ¿de­ben po­ten­ciar nues­tro te­mor y nues­tro es­cep­ti­cis­mo? To­do lo con­tra­rio. Ciu­da­des co­mo Río Cuar­to o Vi­lla Ma­ría, por su di­men­sión y su or­ga­ni­za­ción so­cial, tie­nen to­da­vía to­das las opor­tu­ni­da­des de re­ver­tir la ten­den­cia, tan­to en la ofer­ta co­mo en la de­man­da de sus­tan­cias tó­xi­cas.
Pe­ro ha­ce fal­ta una fir­me vo­lun­tad co­lec­ti­va, que se ex­pli­ci­te en for­ma sos­te­ni­da y que pre­sio­ne al po­der po­lí­ti­co pa­ra que se ha­ga car­go del que se ha con­ver­ti­do en uno de los prin­ci­pa­les fla­ge­los de la re­gión.
Po­de­mos per­ma­ne­cer in­di­fe­ren­tes. Pe­ro se tra­ta de nues­tros hi­jos.

* Ex se­cre­ta­rio de Pre­ven­ción y Lu­cha con­tra el Nar­co­trá­fi­co
de la pro­vin­cia. Au­tor del li­bro “Fa­ve­li­za­ción de Cór­do­ba.
Dro­ga, po­der y bu­ro­cra­cia”.

Fuente : Puntal 11.08.11

3 comentarios:

  1. SOY UNA PERSONA MAYOR,HACE 50 AÑOS ,UN PROFESOR DEL COMERCIAL,VIVIO UNA SITUACION MUY PARTICULAR CON UN TRAFICANTE DE DROGAS EN NUESTRA CIUDAD,Y DESPUES DE AMENAZARLO QUE SI HABLABA ERA BOLETA ,LE CONTO QUE RIO CUARTO ERA EL CENTRO DE DISTRIBUCION MAS GRANDE DEL PAIS,POR ESTAR CERCA DEL PACIFICO ,NO TAN LEJOS DEL ATLANTICO Y DEL PARANA Y EL SISTEMA DE RUTAS VIALES Y FERREAS QUE SE COMUNICABAN CON TODO EL PAIS... LUEGO TODO ESTO LO CONTO A SUS ALUMNOS, EXPLICANDO EL PELIGRO DE LAS DROGAS....
    HOY COMO ESTAMOS?? Y SI TIEMPO DE ELECCIONES , PERO LOS PECES GORDO NO APARECEN,PURA BULLA.....

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  2. berenjenal12/8/11, 11:06

    No solamente el problema de la droga afecta a los barrios marginales, también afecta a los barrios del centro y countries. Lo niños bien también se drogan y como!!!! Y estos "niños" están bien protegidos por los popes del poder. Si uno se pone a hurgar un poquito van a ver como saltan nombres conocidos de la ciudad mezclados con el Trafico de drogas.

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  3. Así como los pobres con el paco, los ricos con anfetaminas, cocaina en su maxima pureza, tambien hay funcionarios que se pegan su nariguetazo para soliviar el exeso de trabajo en sus funciones como ÑIOQUIS. Habria que someterlos a todos en un pscicofisico incluido una rinoscopia y anascopia para detectar quienes son son los faloperos del gobierno y tratarlos en algún centro de reabilitación.-

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