En la actualidad cuando las mujeres incursionan en distintos
ámbitos, y sus tareas se aprecian y valoran es también un momento en el que la
violencia de género alcanza un incremento que torna la situación como muy
preocupante. Dentro de las variantes, que esta forma de violencia presenta surge un caso que publica en el día
de la fecha El Tribuno, diario de Salta. Hace referencia a una especial actividad
en el campo deportivo, el arbitraje futbolístico, que eligió desde hace
ocho años Alejandra Almirón una joven salteña quien se adentró en un
ámbito rudo y cuestionado aún para sus colegas varones, entonces son
comprensibles, pero no justificables,
sus dificultades. Cuando hace referencia
a las circunstancias en que debe desempeñar su labor dice “Es difícil trabajar en un entorno así,
muchas veces me deprimo, pero realmente amo lo que hago y no voy a dejarlo solo
porque algunos jugadores no soporten la idea que los dirija una mujer”.
Claro su actividad le genera problemas, según cuenta: “Una vez en un partido en Rosario de Lerma cobré un penal y un jugador
se acercó y me dio una cachetada, nadie hizo nada; la mayoría de los jugadores
ven a este tipo de situaciones como normales”.
El
grado superlativo de los sinsabores se dio el sábado 11 de junio, según refiere
la crónica periodística, bajo el título de Casi
la linchan por un penal, relatan que Alejandra
dirigía el partido entre Deportivo Arenales y Pellegrini, en la cancha de Ingenieros , perteneciente al Torneo
Apertura de la Asociación Amateur de Veteranos de Fútbol de Salta y cuando desempeñándose en su actividad en lo
que parecía una jornada más, fue agredida verbal y físicamente por jugadores
del Club Pellegrini. En la cancha reinaba clima de hostilidad y a los 18
minutos del segundo tiempo, tras marcar un penal a favor de Deportivo Arenales,
uno de los jugadores se acercó a insultarla y ella lo expulsó, lo que motivó la
ira de todo el equipo. Mientras se dirigía hacia el punto de penal, uno de los
jugadores de Pellegrini, se acercó y la empujó colocando sus manos en el pecho
de la mujer. Intentó defenderse ante la inmediata reacción de todo el equipo,
tras lo cual suspendió el partido. “Si
querés plata buscate uno que te mantenga”, “Andá a lavar los platos”, “Qué
vienen ahora a querer dirigir ustedes... las mujeres”, “Sos un mate trancado,
una loca, las mujeres solo sirven para limpiar, planchar, tener hijos y
satisfacer al marido”. Estos y otros irreproducibles insultos soportó hasta
que pudo salir de la cancha, casi escapando.
La
tarea no es simple, pero la muchacha que eligió seguir este camino parece firme
en mantener su voluntad, y si bien Alejandra aseguró que ninguna chica quiere
ejercer por miedo a su integridad física y por las agresiones verbales que
tienen que escuchar, ella persiste en el camino elegido.
Vamos
a ver si con el tiempo, la tarea goza de más respeto y consideración para
quienes como Alejandra buscan nuevos horizontes, en actividades en las que esperan poder
trabajar sin discriminación, y con respeto.
Por
lo visto con su experiencia... no es nada fácil. Recordemos que como dijo en su reciente visita al país, Alda
Facio jurista experta en el tema “vivimos
en una sociedad que invisibiliza, banaliza y tergiversa las distintas formas de
discriminación contra las mujeres, y las naturaliza”.
CIUDADANOS
AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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