Ministra de Salud desde el inicio del gobierno de Cristina Kirchner, renunció al día siguiente de la derrota oficial del 28 de junio, en medio de la pandemia de gripe A y de una feroz interna con el titular de la CGT. Ahora, un mes después, rompe el silencio por primera vez. Por Ricardo Cárpena
Esta es la entrevista que seguramente el matrimonio Kirchner habría querido que nunca se hiciera y, menos aún, se publicara. La nota en la que Graciela Ocaña habla por primera vez desde que renunció al Ministerio de Salud, al día siguiente de las últimas elecciones, hace poco más de un mes, y en la que revela que, en plena explosión de la gripe A, "el gobierno nacional no escuchaba la voz" de ella ni la de la cartera a su cargo y, además, confiesa que "no estaba nada de acuerdo en recrear esta Moyanolandiaen la que el Gobierno quedó atrapado, ese territorio del toma y daca".
La célebre "Hormiguita", como la bautizó Elisa Carrió cuando aún eran amigas y socias políticas, luce hoy distinta: perdió varios kilos, tiene un nuevo corte de pelo y, sobre todo, recuperó su sonrisa, esa que irremediablemente había perdido en medio de su lucha contra Hugo Moyano, el dengue y el virus H1N1, sus peores enemigos en su último destino en la administración kirchnerista que comenzó en 2003.
Y en la larga entrevista con Enfoques habló de esas tres "plagas", además de su relación con la pareja presidencial, la corrupción, su visión de una fuerza política que recupere la mística original del kirchnerismo y su futuro personal. Y así como marcó fuertes diferencias respecto de Néstor Kirchner, en especial en cuanto al apoyo de éste a Moyano y a su millonaria "caja" sindical, pareció mucho más cuidadosa cuando habló de la Presidenta.
Con "cierta tristeza" por su experiencia en la cartera de Salud, Ocaña se mostró bastante tensa en muchos tramos del diálogo de casi dos horas, en una oficina de LA NACION, pero pareció sentirse liberada en otros, sobre todo cuando habló del líder de la CGT, al que consideró "peligroso para la institucionalidad" del país y al que denunció por "tener una red de relaciones con sociedades manejadas por sus familiares, su esposa, sus hijastros, que les dan servicio a las obras sociales".
Explicó que Moyano, con el respaldo de Néstor Kirchner, pugnaba por el control de 2000 millones de pesos que se aportan para el sistema de salud y no descartó que el sindicalista esté vinculado con episodios de corrupción: "No tengo elementos definitorios, pero él maneja los fondos de los trabajadores como si fueran propios. Y de ahí hay muy pocos pasos", destacó la ex interventora en el PAMI.
Por otra parte, afirmó que el resultado de las últimas elecciones fue "un llamado de atención (al oficialismo) por haber abandonado muchas de las banderas" de la primera gestión kirchnerista, hizo hincapié en que el error del ex presidente fue "encerrarse en el PJ" y cuestionó que desde la Casa Rosada actualmente "no se beneficie a muchos sectores productivos y, en cambio, se siga manteniendo una renta exagerada para el sector financiero".
De todas formas, Ocaña afirmó que, pese a su alejamiento del Gobierno, no piensa volver a hablar con una opositora como Carrió, quien, a su juicio, también "tiene que hacer un análisis de la elección en la ciudad de Buenos Aires y, además, de su forma de liderar un movimiento".
La ex ministra dijo que está armando una asociación civil para seguir trabajando en temas como transparencia y lucha contra la corrupción, pero admitió que está buscando trabajo. De todas formas, confesó que también está ocupada en diseñar su propio sitio web, www.gracielaocana.com.ar , que probablemente dentro de una semana le permitirá mostrar sus investigaciones y recibir denuncias.
Fuente:La -Nación
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