La metodología empleada desde los altos círculos de poder nacional para ensamblar las empresas a capitales amigos, a partir de los cuales se pueden mejorar sustancialmente los funcionamientos de las mismas es un interesante análisis que se advierten en los trabajos de periodistas especializados en temas económicos que conocen los pormenores de cada caso y que lo transmiten en sus notas , y más aún en sus libros. tal es el caso de Diego Cabot y Francisco Olivera que desmenuzan las situaciones más increíbles en Hablen con Julio y nos esclarecen a los neófitos como se mueve el mundo de los grandes capitales y el poder.
Corroborando que estas situaciones se repiten regularmente en nuestra tierra, le acercamos el artículo de la revista FORTUNA que relata una situación bien actual planteada en una industria de capitales extranjeros referida a autopartes. Aquí, como en los mejores culebrones se entrelazan la crisis con su secuela más temida: la desocupación y la probable repercusión electoral que hiciera trastabillar la composición parlamentaria futura. Así entonces juegan los manejos a los que está ajeno el gran pueblo argentino y la recreación de intereses pasa a dominar la escena para que se de la continuidad de "un exitoso modelo" que es el que estamos disfruntado.
Infórmese, conozca lo que pasa entre bambalinas.
Una junta esperada.(1)
El sector autopartista fue uno de los rubros más golpeados desde que la crisis económica se instaló en esta parte del mundo. Si bien en un primer momento fueron las empresas más chicas las que sintieron el impacto, los efectos también llegaron a las grandes. Mahle, la autopartista de capitales alemanes cuya planta industrial se encuentra en Rosario, provincia de Santa Fe, anunció recientemente la decisión de cerrar sus puertas y dejar el país.
Conciente del efecto preelectoral que esto podría provocar en cuanto al costo político, desde el Gobierno salieron a buscarle un comprador para rescatarla y mantenerla en funcionamiento. La ayuda, que se está definiendo por estas horas, llegaría en forma de diferentes herramientas financieras, como por ejemplo, créditos blandos.
Según fuentes cercanas a la negociación, dos players serían los que definirán en la recta final para quedarse con Mahle: Taranto, la fabricante de juntas y embragues –que contaría con el con visto bueno del Gobierno–, y Aros Kim, una autopartista de motocicletas del oeste bonaerense, cuyo propietario es el industrial Carlos Basualdo. A estos efectos, y a modo de “conspicuos celestinos”, los ministros Débora Giorgi y Carlos Tomada fueron los encargados de presentar a las partes en cuestión.
EN PUNTA. De los dos candidatos – dicen – el que tendría cierta luz de ventaja sería Norberto Taranto, por más que la fabricación de aros de pistón no sea el eje de su negocio. Desde la autopartista, dueña de cuatro plantas industriales en la Argentina y de una distribuidora en Brasil, aseguran que la producción de aros para pistón sería el “complemento ideal” al negocio central de la firma.
Por otra parte, y de acuerdo a las mismas fuentes que siguen de cerca las tratativas, desde el Gobierno estaría todo listo para otorgar un crédito por medio del Banco Nación a tasas preferenciales. El objetivo apunta a que Taranto finalmente pueda hacerse de la planta de Rosario. Además, algún organismo oficial se encargaría de entregar la empresa sin ningún tipo de deuda y de resolver la difícil situación de los trabajadores de la planta. En este camino, comentan, se le presta especial atención a la opinión de la UOM, ya que la planta cuenta con casi 500 empleados. Para la dirigencia sindical no habría objeciones ante la posible llegada de Taranto o de Basualdo.
El desembarco de Mahle en la Argentina se produjo en 2007, cuando compró el 100% del paquete accionario de la autopartista Edival.
(1) Fuente: Revista Fortuna
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