Chacra de Paso Córdova |
La Justicia se encargará, o no, de dilucidar el caso y así
la opinión pública podrá conocer la situación que generó la muerte del gobernador recientemente asumido.
Lo que si los medios se han encargado de transmitir es el
perfil del desaparecido funcionario de 62 años y si bien lo califican de un “histórico
del peronismo” destacan su pasaje por el gobierno de Eduardo Duhalde, por entonces Soria fue Ministro de
Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires nombrado por Duhalde en octubre de 1999, cargo en el
cual estuvo dos meses para luego asumir como diputado nacional por esa
provincia. Se desempeñó luego en la SIDE, estando al frente de la misma es cuando
sucedieron los asesinatos de Maximiliano
Kosteki y Darío Santillán en Avellaneda, por aquellos tristes díasdel 2002, hace casi diez años
Con Horacio Verbitsky, mantuvo una áspera disputa a raíz de
los comentarios que motivó su candidatura por el Frente para la Victoria cuando el escritor lo calificó al entonces candidato oficial Carlos Soria como “lo peor de la década menem- duhaldista,
reciclado de ocasión”. La opinión de Verbistsky por venir de quien viene merece ser
leída, fue publicada en Página 12 o si Ud quiere al decir de Jorge Lanata Boletín Oficial/12, el día de la
elección oficial en Río Negro. Lea la nota, no va a perder tiempo y se va a informar de cómo funciona, en muchos casos por salvar las honrosas excepciones, la clase dirigente argentina
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
EL COMENSAL DE PRIEBKE QUE ASPIRA A
GOBERNAR RIO NEGRO
La vergüenza de haber sido
En las últimas elecciones
provinciales previas a la presidencial, justicialistas y radicales disputan la
gobernación de Río Negro con los colores nacionales de la presidente CFK. Uno
de los candidatos, Carlos Soria, simboliza lo peor de la década
menem-duhaldista, reciclado de ocasión. Su candidatura plantea cuáles son los
límites de lo tolerable para el kirchnerismo, mientras la UCR retrograda hacia
el carácter de un partido municipal.
Soria posa sonriente en una amable sobremesa con el criminal nazi Erich Priebke. Según Menem, le dijeron que era una buena persona. |
Por Horacio Verbitsky. Página 12 - 25.09.11
Hoy se realizará en Río Negro la última elección
provincial previa a las presidenciales. Las restantes serán el mismo 23 de
octubre, en Buenos Aires, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, San
Juan, San Luis y Santa Cruz. Con la solitaria excepción de Catamarca, en todas
las anteriores se impusieron los respectivos oficialismos. Río Negro es la
única provincia que el radicalismo gobierna sin pausa desde 1983 y una de las
últimas cuatro administradas por ese partido, que se reducirán a tres en diciembre
por la derrota en Catamarca, o a dos según los resultados de hoy en el Comahue.
En cualquier caso, parece en vías de reconversión a poco más que un partido
municipal, con sus victorias en las capitales de Córdoba y Mendoza, mientras
retrocede en la Nación y las provincias. La mitad de las que gobierna, Río
Negro y Santiago del Estero, adhirieron al kirchnerismo desde la UCR en 2007 y
no defeccionaron junto con Julio Cobos. De las que retiene, sólo Corrientes
tiene un gobierno radical puro, el de Ricardo Colombi.
La dentadura del Gringo
Un padrón de 440.134 personas votarán en 1312
mesas mixtas instaladas en 232 colegios de Río Negro, para escoger gobernador y
vice, 46 diputados provinciales titulares y sus respectivos suplentes e
intendentes en 20 municipios. Tanto el candidato radical César Barbeito (con el
sello Concertación para el Desarrollo), como el justicialista Carlos Soria
(Frente para la Victoria), apoyan a la presidente CFK, que en las Primarias
Abiertas Simultáneas y Obligatorias del mes pasado, obtuvo allí el 60 por
ciento de los votos, seguida por Ricardo Alfonsín con el 13,4. Los dos
candidatos han hecho campaña con fotografías de Cristina, que nunca se
pronunció sobre las elecciones provinciales, aunque a fines del año pasado y a
principios de éste recibió a Soria, a quien acompañaba su resignado rival
interno, Miguel Pichetto. Otro kirchnerista de Río Negro, Osvaldo Nemirovsci,
recibió un cordial pedido de permanecer en la coordinación general del Sistema
de Televisión Digital Argentina. La cuñada de Cristina, Alicia Kirchner, sus
vices nacional y bonaerense, Amado Boudou y Gabriel Mariotto, realizaron actos
en Río Negro en favor de Soria, a quien le encontraron una dentadura más
perfecta que la de Felipe Solá. Desde un punto de vista cuantitativo, el
gobierno nacional no pone nada en juego, en una provincia cuya incidencia en el
padrón nacional no pasa del 1,3 por ciento del total y en la que ambas fórmulas
apoyan a Cristina. Pero en cambio la proximidad con Soria marca un serio déficit
cualitativo. El candidato, y actual intendente de General Roca, es uno de los personajes más oscuros de la
larga década menemista-duhaldista y pesan sobre él cargos éticos y políticos
ilevantables. También tiene pendiente una gravísima causa en los tribunales,
que no ha avanzado por el manifiesto desinterés judicial. Es cierto que el
primer deber de un liderazgo político cuando hay elecciones es ganarlas. Pero
no a cualquier precio. Además, si el resultado fuera distinto, cosa que puede
ocurrir cuando se trata del voto popular, podría darse una temible combinación
gardeliana: la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
Un chanta
Hijo de un dirigente peronista bonaerense que se
radicó en General Roca luego de su detención por la dictadura de 1955, Soria
hizo en esa ciudad su carrera política. Con el triunfo de la fórmula
Menem-Duhalde se convirtió en uno de los hombres de mayor confianza de José
Luis Manzano en el Congreso y lo asesoró sobre inversiones en tierras en el
Comahue. Por esta vía llegó a integrar y/o presidir las importantes comisiones
de Asuntos Constitucionales, Justicia y Juicio Político, las que investigaron
la mafia en aeropuertos y correos, el lavado de dinero y los contratos con IBM
y la Bicameral que hizo el seguimiento a la investigación de los atentados a la
embajada de Israel y a la sede de la DAIA y la AMIA. Esta última le valió una
imputación por encubrimiento. Con la voz rasposa de la noche porteña, se ganó
la confianza de Menem, para quien cantó tangos en el Polideportivo de Olivos.
Como es de palabra fácil, lo cual no quiere decir que tenga facilidad de
palabra, también le encargaron misiones más delicadas. En 1996, cuando el juez
español Baltasar Garzón decidió indagar por crímenes de lesa humanidad a un
centenar de militares y marinos argentinos, Menem dijo que era una vedette
empeñada en acosar a las Fuerzas Armadas con el apoyo de “argentinos de ultraizquierda”,
y Soria integró una delegación parlamentaria que partió a Madrid para provocar
al magistrado. La excursión terminó en un incidente diplomático. Soria y sus
acompañantes le exigieron que sólo investigara el asesinato de la señora Noemí
Gianotti de Molfino, una argentina secuestrada en Perú en 1980, trasladada en
forma clandestina a Madrid y asesinada allí. De ese modo cuestionaron la
jurisdicción universal invocada por el juez. Garzón los citó a declarar como
testigos y huyeron de España con el rabo entre las patas. La delegación incluyó
a Gustavo Molfino, hijo de la víctima, que trabajaba en la Cámara de Diputados.
Pero una vez en Madrid, Molfino se distanció de la estrategia de sus
empleadores y por el contrario avaló la actuación del juez español. Soria había
descalificado a Garzón como “un chanta al que vamos a reclamarle que respete el
derecho a la territorialidad argentina”. Pero cuando en el territorio nacional
los jueces argentinos salieron del letargo, también se opuso. En 1998, Roberto
Marquevich ordenó la detención del ex dictador Jorge Videla por apropiación de
hijos de personas detenidas-desaparecidas. Soria lo cuestionó con una
referencia al ex fiscal Luis Moreno Ocampo, quien alegó que la Cámara Federal
que condenó a las Juntas Militares no encontró pruebas sobre la sustracción de
menores. Cierto, pero debido a la deficiente investigación del propio Moreno
Ocampo, subsanada en años posteriores. También en 1998, Soria firmó un proyecto
de ley por el cual la inmunidad de un legislador en juicios penales y civiles
lo protegería no sólo durante su mandato sino aún después de concluido, como un
fuero personal. En 1999, Soria reclamó una consulta vinculante sobre un
conjunto de leyes de endurecimiento de penas y ablandamiento de garantías procesales
para combatir “los hechos delictivos que tienen en vilo a todo el pueblo”. El
paquete debía votarse, a libro cerrado, por sí o por no.
Tachuelas en el camino
Como no consiguió la candidatura del
justicialismo rionegrino para renovar su banca, Duhalde le dio asilo en las
listas bonaerenses. Pronto le pidió que se tomara licencia para asumir como
ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Su primera
medida fue dar marcha atrás con las bajas en la policía bonaerense que había
dispuesto su predecesor, Carlos Arslanian. “Me pregunto si esos efectivos
tenían de verdad malos antecedentes, porque me juego la cabeza que los
verdaderos delincuentes quedaron adentro de la policía y que echamos a los que
ponen el pecho diariamente”, se justificó.
Al asumir la presidencia interina, Duhalde lo
designó Secretario de Inteligencia y le encomendó que negociara con la Corte
Suprema de Justicia para impedir que declarara inconstitucional el corralito.
No es un buen negociador: luego de firmar el fallo temido uno de los supremos
lo caracterizó como “un muchacho conflictivo y prepotente”. Aplicó la misma
técnica, en enero de 2002, para amenazar con el juicio político a un grupo de
jueces y camaristas federales de la Capital si no aceptaban su exigencia de
encarcelar al ex ministro de Economía Domingo Cavallo y a los banqueros Eduardo
Escasany, José y Carlos Rohm, a quienes Duhalde quería arrojar como lastre para
que su gobierno no se hundiera. La ofrenda de esa banda de los cuatro a la
vindicta pública fue concebida para apaciguar las protestas callejeras que
atronaban bajo la consigna “que se vayan todos”. La historia fue publicada en
esta página y dio lugar a una causa judicial. Curiosidad suprema, la instruyó
uno de los jueces que asistieron a la reunión, quien tomó declaración a sus
colegas. Todos confirmaron que la reunión mencionada se realizó en el domicilio
de una camarista pero sólo Jorge Urso ratificó lo sucedido. El resto acudió a
una versión que describe bien el clima de época. Dijeron que Soria llegó sin
que lo esperaran y que sólo hablaron de la participación del fuero en el
control del orden, amenazado por los piqueteros. Urso agregó que Soria sostuvo
que en los piquetes había infiltrados de las FARC. Usó para ello los informes
del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. La sala II de la Cámara
Federal consideró lo sucedido “un verdadero agravio a la independencia que
debería regir la conducta de los jueces en su relación con otros poderes del
Estado”, pero ante la omisión de los testigos no pudo dar los hechos por
probados. Aquella versión castrense fue retomada por Soria meses después en un
informe que sirvió de justificación para prohibir las movilizaciones piqueteras
y disponer un gigantesco operativo de control que culminó, en junio de 2002,
con el asesinato en la estación Avellaneda de los jóvenes Darío Santillán y
Maximiliano Kosteki.
Brutos e inútiles
La acusación de un presunto complot para derrocar
a las autoridades se basó en la grabación de los discursos y ponencias en la
Segunda Asamblea Nacional de Piqueteros. Proponían la toma del poder mediante
un nuevo 19 y 20 de diciembre, porque “o los echamos o nos destruyen”. Nada que
no estuviera al alcance de cualquier interesado en la prensa partidaria y en
los comunicados de las propias organizaciones. Hace más de un siglo Juan
Bautista Alberdi escribió en Facundo y su biógrafo que “no es terrorista todo
el que quiere serlo. Sólo aterra en realidad el que tiene el poder efectivo de
infligir el mal impunemente”. Un comisario y un suboficial de la policía
bonaerense fueron condenados a prisión perpetua por esos crímenes. Alberto
Santillán exigió que también fueran procesados los responsables intelectuales
del asesinato de su hijo, entre ellos Duhalde y Soria. Pocos días después de la
emboscada de Avellaneda, la entonces senadora CFK reveló que Soria había
ordenado un seguimiento e investigación sobre todas las actividades suyas y de
Néstor Kirchner, e identificó inclusive a los tres agentes encargados de la
tarea. Luego de los asesinatos y de la denuncia de Cristina, Soria renunció a
la SI y Duhalde adelantó para abril los comicios de octubre de 2003. Desde
entonces Duhalde y Soria mantienen una relación indestructible. Inclusive el
año pasado y ya en campaña por la gobernación. Soria dijo que coincidía con
muchas políticas del gobierno, pero que su corazón estaba con Duhalde. Esto no
fue obstáculo para que homenajeara a Kirchner en los actos en apoyo de su
candidatura intragable, en presencia de Alicia, Boudou, Mariotto y Pichetto.
Con pudor por el pasado, la hermana del ex presidente dijo que Soria tenía un
compromiso con el futuro, y que “para el proyecto nacional y popular nos
necesita a todos y a todas, con la fuerza de Cristina”.
En 2009 Soria dijo que la máxima autoridad
judicial de la provincia era “un tribunal de brutos” y sus miembros tres
“inútiles”. En una frase de campaña, Soria se dirigió a la fórmula rival con
jactancia por el apoyo nacional: “Ellos no van a tener ni la foto, que la
tenemos con Cristina, ni el apoyo que lo tenemos hoy y no tendrán más la
provincia ya que triunfaremos nosotros”, balbuceó. En febrero Cristina lo
recibió unos minutos y permitió que les tomaran la foto, que la Presidencia no
incluye en su página electrónica.
Una buena persona
En mayo de 1994, Menem dijo que “por opiniones
que recibo pareciera que Erich Priebke es una buena persona”. Su corresponsal
privilegiado en la zona era Soria. Este y otros diarios publicaron una foto
histórica, en la que Soria comparte buena mesa y sonrisas con ese criminal de guerra
nazi, acusado por el asesinato de 335 personas en las Fosas Ardeatinas de Roma.
La Cámara de Apelaciones de General Roca negó la extradición del ex capitán de
las SS por considerar que aquellos homicidios constituían un crimen prescripto.
Pero la Corte Suprema revocó ese fallo y consignó que ningún plazo impide
juzgar los delitos contra la humanidad. Priebke fue enviado a Italia, donde
recibió una condena a prisión perpetua que, a sus 98 años, cumple en arresto
domiciliario. Ese fallo de 1995 abrió el camino para los que diez años después
confirmarían la reapertura de los procesos contra los ejecutores de la
dictadura argentina. Según Soria, la publicación de la foto fue una operación
sucia del radicalismo, pero no explicó en qué consistía. “No me arrepiento de
esa foto, sacada con una intendenta de Bariloche”, dijo en El Bolsón, donde él
y su hijo, el legislador provincial Martín Soria, agredieron a dos periodistas
que inquirían sobre el tema. Agregó que había estudiado en la escuela de
Bariloche que dirigía Priebke, y que cuando fue diputado nacional le regaló una
bandera de ceremonias. “Te voy a romper el culo, así te lo voy a dejar, te
falta poco, a partir del 10 de diciembre te vas a tener que buscar otro laburo.
Deberías tirarte al lago y tomar toda esa mierda que tiene”, dice el periodista
Fabián Balasz que le contestó Soria ante una pregunta por la foto con Priebke.
Agregó que además lo hizo sacar del lugar. Durante su escala en Viedma de la
misma gira dijo que el gobernador Saiz era “un pelotudo”. El ex gobernador
Pablo Verani replicó que no se trataba de exabruptos, sino de un estilo de
vida. Parece hereditario. El legislador provincial Martín Soria, hijo del
candidato, fue denunciado por el cronista de FM Líder Darío Chavarría por
tomarlo del cuello desde atrás amenazarlo con que “cuando fueran gobierno me
cerrarían la radio”. Las amenazas no se quedaron en palabras. La candidata a la
Legislatura en la lista de Soria, Ana Piccinini, mandó a espiar a 300 personas,
entre ellas periodistas. Según la subsecretaria de Derechos Humanos provincial,
Gladys Cofré, la Defensoría del Pueblo confirmó que Nosis había sido contratada
por su ex titular Piccinini, quien poseía las claves de ingreso y realizaba las
consultas para investigar a legisladores, funcionarios, periodistas y sus
familiares. La ex defensora admitió en una entrevista radial haber investigado
a varios periodistas que se refirieron en forma crítica a Soria y reprodujeron
la foto con Priebke. Según su curiosa explicación, lo hizo porque consideró
malsana y mal intencionada “la publicación de la foto porque en realidad
Priebke está con la intendenta de Bariloche y no con el candidato a gobernador
Carlos Soria” (sic). Esto tendría “una intencionalidad manifiesta en desmedro
de la imagen del candidato. No me parece ni delictivo ni una tarea de
espionaje. Yo no fui a seguirlo, porque no va con mi ideología ni con mi manera
de comportarme. Lo que sí me parece importante es saber quiénes son los actores
de los procesos, tener toda la información disponible y eso es lo que nosotros
consideramos que nos dio un éxito muy importante en nuestra gestión”, concluyó.
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