La trascendencia que toma el tema de la construcción de la autovía Río Cuarto-Córdoba es justificable desde todo punto de vista que se analice. Ya acercamos distintas opiniones al respecto para que los ciudadanos tengamos posibilidades de informarnos sobre la viabilidad de esta obra. Encontramos nuevo material, que invitamos a leer , es el artículo de Ricardo Fonseca, Legislador del Frente Cívico y Social, vicepresidente primero de la Unicameral de Córdoba, para conocer la opinión de la oposición y sus fundamentos sobre la autopista en cuestión.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
¿Se puede? Sí, se puede
El costo del kilómetro, estimado por la Provincia en seis millones, sorprende si se lo compara con el caso de San Luis, que paga tres millones por kilómetro de autovía. Ricardo Fonseca*
El gobernador de Córdoba proyecta la construcción de la autovía 36, Córdoba-Río Cuarto, en cuanto el Ejecutivo nacional le transfiera el derecho a la obra. ¿Es posible esto dada la real situación financiera de la provincia? Sí, es posible.
Resulta osado que el Gobernador anuncie una obra sin conocer con exactitud de dónde saldrán los recursos que deberán utilizarse para ello.
José Manuel de la Sota echó mano a un impuesto extra a los combustibles (que es inequitativo, porque incluye a quienes no utilizarán esa ruta) y a reiterar el eterno vicio del oficialismo del endeudamiento o los negocios con las grandes empresas constructoras amigas.
Los primeros datos piden una reflexión. El costo del kilómetro, estimado por la Provincia en seis millones, sorprende si se lo compara con el caso de San Luis, que paga tres millones por kilómetro de autovía. Las estimaciones del Frente Cívico y Social rondan los cuatro millones.
El problema. Los caminos, su ampliación y mantenimiento cumplen un rol fundamental en el desarrollo socio-económico, profundizando la integración regional. Pero estos indudables beneficios traen asociado su costado negativo en las pérdidas de vidas humanas debido a los incesantes accidentes viales.
Se sabe que el crecimiento del parque automotor, las fallas conductivas y el estado de los caminos han sido y son los principales factores de este fenómeno. Ante ello, los estados han avanzado más en las campañas de educación vial que en las inversiones para la ampliación y el mejoramiento de la red caminera. La Provincia de Córdoba no ha sido la excepción a esta regla.
Con este preocupante panorama se ha tornado casi imperiosa la necesidad de transformar en autovía una de las principales rutas nacionales que atraviesan la provincia, como es la ruta 36.
Más allá de los vaivenes políticos o financieros de la relación entre el Gobierno provincial y el Gobierno nacional, que el primero utiliza para esconder la necesidad de una emergencia económica que dejaría al descubierto los años de desmanejo del gasto público de Córdoba, lo cierto es que el último no ha fijado aún como prioridad la construcción de esta autovía a pesar del estado crítico en el que se encuentra hoy la ruta.
En este sentido, no se puede dejar libradas al azar de las contingencias políticas la concreción de obras y máxime cuando la ausencia de éstas se cobran vidas en forma permanente.
Una alternativa. La demora, un intento fallido y las quejas de distintos sectores llevaron a De la Sota a apurar el anuncio de la ejecución de la obra en la medida en que se concrete su traspaso a la órbita provincial.
Dicha propuesta ha sido
vista como factible por parte
de la Nación. Insisto: la difícil
situación fiscal que enfrentará la Provincia en 2012, junto con
el altísimo nivel de deuda pública acumulada, no admite
la toma de nuevos pasivos, salvo que lo haga a tasas usurarias. Esto sería una opción costosa
y arriesgada aunque los fondos provengan de organismos como el BID o el Banco Mundial.
El FCyS propuso, a través de un proyecto de ley, la creación de un fondo de financiamiento ad-hoc , con recursos genuinos a partir de una proporción del aumento de la recaudación total que perciba la Provincia por recaudación estimada en el presupuesto 2012, que es de libre disponibilidad.
Dicho monto presupuestado es de 18.600 millones de pesos. Con un 10 por ciento de incremento, la recaudación crecería 1.860 millones de pesos. Según estimaciones de especialistas, el costo total de la autovía sería de unos 1.240 millones.
Esto representa un 66 por ciento del aumento que pueda registrar la recaudación en todo el 2012.
En 2011, la diferencia entre lo presupuestado y lo proyectado a recaudar superó los 2.700 millones de pesos, más de un 14 por ciento.
Quedará para el debate, y la interpretación del lector, la explicación oficial sobre su utilización.
El correcto manejo de los fondos públicos, pero en particular la utilización transparente de ellos, hace que un funcionario previsor pueda constituir fondos anticíclicos para eventualidades como la que tratamos o, por caso, el problema de la Caja de Jubilaciones.
Además la ley establece que puedan integrar este fondo los ahorros que ya se lograron en los acuerdos con la Nación para aliviar el pago de intereses y capital de la deuda que mantiene con esa jurisdicción, que superarán los mil millones de pesos en los próximos dos años.
Así, el gobierno provincial ha logrado que se prorroguen 580 millones de pesos correspondientes a 2012, que están presupuestados. Ergo, están,
o debieran estar, disponibles.
Costumbre. En estos últimos años, ha sido una constante la subestimación de los recursos por parte del Gobierno provincial, dispuestos, luego, arbitrariamente; dilapidados en forma superflua en partidas que hubieran requerido un máximo de austeridad, responsabilidad y manejo prístino de los fondos. El Gobierno propicia, ahora, un fuerte ajuste y el control efectivo del gasto público. De ser así, efectivamente los excedentes de lo planteado por el FCyS serán factibles de ser aplicados con seriedad y experticia. Sugerimos un control efectivo y seguimiento eficaz de la aplicación de los fondos con la creación de una Cuenta Especial a abrirse en el Banco de la Provincia y la participación directa de esta Legislatura, a la cual el Ejecutivo deberá remitir trimestralmente toda la información relacionada con el uso, aplicación de los fondos y el
estado de ejecución de las obras.
Por eso, insistimos: ¿Se puede construir la obra Córdoba-Río Cuarto con recursos propios?
Sí, absolutamente. No es necesario la utilización de recursos extraordinarios que castiguen el bolsillo del ciudadano cordobés cuando éste ya hace su aporte respectivo en materia tributaria.
Si el manejo ético y prudente de los ingresos provenientes de este rubro fuera una norma, una política de Estado, evitando que el impuesto a la corrupción engorde bolsillos desaprensivos, estamos seguros de que también podrían llevarse a cabo las obras de las ruta 19 y la 158 que, junto a la 36, demandarían tres años.
Cuando el espíritu del que gobierna trasciende el cinismo de la verba engañosa para constituirse en el estadista que supera la historia y el pasado, la obra permanece inalterable. Como decía Marco Tulio Cicerón, “La honradez es siempre digna de elogio, aun cuando no reporte utilidad ni recompensa ni provecho”.
*Legislador del FCyS, vicepresidente primero de la Unicameral de Córdoba.
Fuente : La Voz 21.01.12
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