La democracia en su derrotero nos lleva a las urnas periódicamente. Con poco ánimo desde la crisis del 2001, la población participa cada vez en menor proporción. Por otro lado, la clase dirigente se afana por permanecer en los cargos o ascender en la carrera política, así algunos políticos parecen atornillados a sus puestos y otros son partícipes vitalicios de este convite que recicla y reubica de forma tal que el que entró en este especial mundillo, difícilmente se aparte para volver al llano, a vivir como cualquier hijo de vecino. Y si lo hace sabe que lo espera al final del camino por lo menos, una jubilación de privilegio.
Así en la lucha por permanecer, o reubicarse o volver a un cargo público, no se escatiman artimañas. La reelección sin trabas funciona en varias provincias argentinas para los cargos de gobernador, y fue un logro consentido que resquebraja la credibilidad en el sistema. Apenas un detalle. Por eso cuando la ultrakirchnerista Diana Conti sale al ruedo expresando fogosamente su deseo de una presidencia reiterada en manos de Cristina Fernández, los que vemos desde hace tiempo cómo funciona el sistema no podemos menos que pensar que trenzando y destrenzando como acostumbran nuestros vigorosos demócratas, se puede llegar a un logro de tal magnitud, que la presidenta se encargó de tildar como imposible, irónicamente y para no perder oportunidad endosándolo como una maniobra de los medios oportunistas para descalificarla.
Sra. Presidenta, honestidad obliga: fue su compañera la que instaló el tema, y le dio pastos a los medios.
En Córdoba todavía la lucha interna del partido gobernante no arriesga la fecha de las próximas elecciones provinciales, pero paso a paso se van acomodando los candidatos al conjuro de las ocultas encuestas que elevan esperanzas y desaniman ambiciones. Por eso, reunificar al justicialismo es una tarea propia de un artesano prolijo y paciente, porque el enredo es grande.
Pero a la hora de comenzar a recorrer la senda de campaña, vuelve José Manuel De la Sota, quien como ninguno debe batir el record de campañas en pro de la gobernación de la provincia, con intentos fallidos y buenos aciertos. Se queda con los últimos y como aggiornarse hoy es, para esta especial clase dirigente, estar en la vidriera, observémoslo en Carlos Paz, mostrando sus dotes para el canto, que cualquier tribuna es buena para alcanzar el objetivo, cuando de reubicarse se trata.
De la Sota ya probó esta herramienta del canto con una canción incorporada a un CD editado por LV 16 que nos llevó a conocer otra faceta oculta de nuestro nuevo y seductor “vecino”, haciendo en esa ocasión un aporte para una obra de beneficencia. Ahora está en las gateras para la gobernación y empieza a mostrarse, total como en el tango nos puede cantar "los errores cometidos creo habertelos pagado",
Señoras y señores, en esta ocasión desde Carlos Paz y con Uds. José Manuel, obsérvelo y decida si le conviene que siga cantando o vuelva a ser gobernador. Porque aunque Ud. no lo crea…con su voto decide.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
que no cante y menos que se candidatee
ResponderEliminarporque no canya cambalache,que es un protagonista del mismo, los culpables somos nossotros ,porque si lo hubiesemos chiflado o no aplaudido para que se de cuenta que tien que aprender a gobernar y no perdiendo tiempo cantando, pero creo que todos les hacemos el circo y ellos hacen su mejor papel el de payaso pero luego en sus puestos actuan de leones y nos comen a todos.-
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