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8 mar 2011

8 de Marzo: Día de la Mujer



"¿Por qué los hombres emplean la violencia contra las mujeres? Porque pueden"
Rashida Manjoo
Abogada sudafricana relatora de la ONU

En las recientes jornadas “Iberoamérica frente al feminicidio, el fin de la impunidad”, organizada por Universidad Carlos III de Madrid y Casamérica Amparo Alcoceba, profesora de Derecho Internacional Público esa casa de estudios de la dijo que, América Latina muestra un cuadro grave de violencia contra las mujeres, y estimó que  la amplitud del fenómeno ha convertido este tipo de criminalidad en una auténtica pandemia.

Según los expertos reunidos en Madrid, el carácter universal de los derechos humanos pierde el calificativo cuando una parte importante de la sociedad, las mujeres, los vive desde la desigualdad y la discriminación. Problemas culturales, como el machismo asentado en muchas culturas; la religión, que, pese a ser un asunto de conciencia y pertenecer al ámbito privado, marca el comportamiento de muchas sociedades y profundiza en la desigualdad; las guerras, que a menudo convierten el cuerpo de la mujer en botín de guerra, y se emplean las violaciones y otras formas de violencia sexual como medios deliberados de limpieza étnica (casos recientes de las guerras de la ex Yugoslavia y de Ruanda); la aceptación de la violencia doméstica y las desigualdades extremas: pobreza, género y acceso a la justicia.

Es interesante conocer un caso que llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, a raíz de los sucesos que tuvieron lugar en Ciudad Juárez (México) en el 2001. El fallo del 2009 conocido como la sentencia de Campo Algodonero, se considera como  una sentencia pionera. Veamos de qué se trata:

Una sentencia pionera

El tema central de las jornadas fue la sentencia de Campo Algodonero, que marca un antes y un después en América Latina. Cuando Irma Monreal más necesitó a su país, su país no sólo no fue capaz de ayudarla, sino que se le volvió en contra. Irma tenía una hija de 15 años llamada Esmeralda. El 29 de octubre de 2001, Esmeralda desapareció cuando regresaba a su casa en Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua - México, su cuerpo fue encontrado junto al de otras mujeres jóvenes en un lugar conocido como “campo algodonero”. Los cuerpos de Claudia González, de 20 años; Esmeralda Herrera, de 15, y Laura Berenice Ramos, de 17, fueron hallados junto a los de otras cinco mujeres sin identificar, el 5 de noviembre de 2001, Sus restos indicaban que las mujeres habían sido violadas con extrema crueldad. Las autoridades de Ciudad Juárez no tuvieron ni la humanidad de avisar del hallazgo a sus familiares. Se tuvieron que enterar por los periódicos y suplicar después que les enseñaran sus restos para intentar identificarlos. Irma fue de las pocas madres que acudieron a denunciar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El 10 de diciembre de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, máximo órgano de justicia en América Latina y cuyos fallos son inapelables, declaró al Estado mexicano culpable de violentar el derecho a la vida, la integridad y la libertad personal, entre otros delitos, por el caso de tres jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez en 2001. Condenó también al Estado por no investigar adecuadamente. México fue sentenciado a investigar con perspectiva de género a los culpables, y a las autoridades que permitieron la impunidad se les exigió una disculpa pública ante las familias de las víctimas y la ciudadanía, la construcción de un memorial, la reparación económica a las víctimas, modificaciones legales y la creación de una base de datos de desaparecidas.

La sentencia se consideró histórica porque era la primera vez que se condenaba a un Estado como responsable de feminicidio. Sin embargo, el Gobierno mexicano ha cumplido solo con sus obligaciones a corto plazo, aunque se ha comprometido a cumplirlos completamente. Lo fundamental de la sentencia de Campo Algodonero es que pretende que las reparaciones sirvan como elemento de transformación, resaltó el mexicano Sergio García Ramírez, ex presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

A pesar de esta sentencia y su importancia desde el 2010 según refiere Emilio Ginés ha habido 309 nuevos casos de desapariciones y muertes de mujeres en Ciudad Juárez, lo comenta una periodista mexicana Rosa Isela Pérez también insistió en estas cifras: "A pesar de la sentencia la violencia se ha recrudecido".

Lo que pasa en América Latina no es ajeno a nuestra realidad, y fomentar la legislación es un paso importante para la protección de las mujeres, pero no basta. Hace falta más trabajo para lograr los cambios culturales,  que permitan la reconversión de los factores de riesgo  y las conductas de los sujetos, en base al análisis de la realidad social. Así surgirán políticas integradoras hacia los sectores más vulnerables, y estos son caminos necesarios de recorrer a la brevedad para que las escalofriantes estadísticas puedan revertirse y no siempre sean los más débiles los que engrosen las cifras.

Por eso no podemos menos que coincidir cuando le pregunta a la abogada sudafricana Rashida Manjoo quién es la relatora de Naciones Unidas sobre la Violencia contra las Mujeres, cuál es, desde su punto de vista, la principal herramienta para salir de estos agujeros negros de violencia y maltrato. Y su respuesta es: Educación, educación, educación. Empezando desde la base. Las causas de la discriminación de las mujeres proceden en muchos casos del analfabetismo, pero también de la falta de posibilidades para el desarrollo. El desafío mayor es educar a los Gobiernos en los derechos humanos.

Entrevista a Rosa Isela Perez

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

Datos:  El País de España. Ana Lorite. 18.02.11

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