Hoy, al pueblo Argentino nuevamente el destino lo coloca ante una situación ya vivida. Con diferentes características, pero con igual relevancia.
Hoy, ante la trascendencia de la desaparición física de quien fuera Presidente de la Nación y de quien continuaba hilando el poder para la instauración de un nuevo sistema del cual no es el momento opinar, sino respetar, deseo como argentina ver la madurez de mi pueblo ante lo irremediable y que el hablar de Política y Religión dejen de ser los tabúes divisorios de la intolerancia, sino que en el diálogo maduro y sencillo podamos acordar en lo que somos y nos negamos a practicar: la solidaridad, el respeto en la discrepancia, reconocer la verdad de los hechos y no negar sus consecuencias por no responder los mismos a nuestros fines, abandonar la declamación de derechos y practicarlos con el prójimo.
Hoy, es un día de duelo: ha muerto el Ex Presidente Néstor Carlos Kirchner, un Hombre auténtico en su sentir y querer quien deja una estela insoslayable en la Historia de nuestro país. Hoy, es también un día para practicar la Memoria con la honestidad del desapego. Los jóvenes lo necesitan, los niños lo reclaman.
Ante la innegable pregunta sobre lo que pueda ocurrir en un país tan inclinado a lo asombroso en su accionar, aferrarse al respeto a la Constitución sería lo coherente.
Como mujer, me conduelo del momento que vive nuestra Presidente y más por el alto cargo que debe desempeñar en un país donde lo más difícil ha sido siempre el pensar diferente y en consecuencia el sometimiento a sanciones por ello, desde las más pequeñas, como motes despreciativos hasta los extremos conocidos. Estas conductas nos han llevado a la indiferencia a la falta de compromiso social a un individualismo del que deberemos dar cuenta ante los jóvenes y niños que nos rodean.
Que Dios Bendiga a la Argentina con la tolerancia, el respeto, la fortaleza y la valentía que todo ciudadano debe poner en práctica para enfrentar los males que nos aquejan.
No pienso que los jóvenes lo necesiten, él no es modelo a seguir, debido a que no debemos tener moldes o modelos,debemos ser nosotros mismos con todos nuestros errores, virtudes y miserias, y los niños.. tampoco lo necesitan , ya que no saben quién el ha sido, y cuando sean jóvenes, otra será la historia. Como mujer me conduelo de madres que han perdido a sus hijos debido a la inseguridad y que no tengamos que escuchar de un integrante del gobierno decir que la inseguridad es una sensación, me conduelo de las mujeres que viven en distintos lugares de este gran país y que a veces no tienen comida, agua o educación para brindarles a sus hijos, de aquellas que luchan día a día para sostener a una familia porque están solas y sin una pensión digna para vivir.
ResponderEliminarEn este país pensar diferente es difícil y ellos lo demostraron cuando hicieron a un lado al Vicepresidente por pensar distinto o por un voto que no les convino al matrimonio Kirchner. La traición de la que tanto hablan los oficialistas es al gobierno de turno, pero no hay que olvidar que ellos juraron a Dios y a la patria no a un grupo de gente para gobernar un país.
Como decía mi abuela, el ejemplo bien entendido comienza por casa, que Dios bendiga a cada uno de los integrantes del gobierno, les enseñe tolerancia y respeto por todas las ideas y que siempre podamos expresarlas con total libertad.
Adhiero al pensamiento y contenido de la nota, ya que la experiecia de vida me ha enseñado a sentir el dolor por la desaparición de mis semejantes,en cualquier circunstancia que ello ocurra. Desde lo humano, lamento tanto los muertos por la Triple A, como los desaparecidos, como los chicos de la Guerra de Malvinas, como las víctimas de accidentes y las del accionar desaprensivo de los delincuentes y su pasible impunidad. Por ello coincido en que en esta oportunidad es imprescindible tener presente a los jóvenes y niños, para no desviarnos un ápice del mensaje y realizaciones que debemos llevarles a ellos, porque representan el futuro de la Patria. La miopía política, que a veces antepone un triunfo electoral a lograr el bienestar de los habitantes de nuestro País, no debe practicarse nunca más. Para lograr ello es indudable que deberemos aprender a ser tolerantes pero firmes en las convicciones; a ser pacientes pero no vagos; a ser partícipes y no meros espectadores; a expresar nuestras ideas y sentimientos y no callarlos para luego criticar al que hace; a saber reconocer a nuestros semejantes y no denostarlos porque no piensen o actúen como nosotros queremos, a tener convicciones y no tabúes. Se impone una profunda reflexión acerca de lo queremos para nosotros y para nuestros descendientes, porque para algo hemos venido a nacer en esta tierra, en este espacio físico-temporal que nos toca vivir. Adelante Argentinos, con Fé, con Esperanza, con Firmeza, con Tolerancia; sin especulaciones, sin desprecio y sin egoísmos y a no olvidarnos que el AMOR todo lo puede.
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