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17 dic 2009

Cuando se destapa la olla…





Esta especial etapa de la vida democrática del país, nos posibilita a todos los pobladores de este suelo y del mundo, saber algo más de nuestro pasado  y así  acercarnos a la verdad, tanto a los que vivimos el tiempo del Proceso, como a  los que no habían nacido  y lo conocen a través de la reconstrucción de la historia reciente.
Desde la recuperación de la democracia las organizaciones defensoras de Derechos Humanos se  encolumnaron pidiendo Juicio y Castigo para los responsables del terrorismo de estado, y fue lentamente abriéndose el camino de la Justicia. Y este camino no  estuvo ni está tapizado precisamente de pétalos de rosa,   por el contrario sobraron obstáculos y aún hoy tiene demasiadas asperezas. Se revelan y conocen situaciones aberrantes que habían quedado cuidadosamente barridas debajo de la alfombra, y se afectan demasiados intereses de personas o corporaciones que estaban a buen resguardo con una impunidad que no le hace ningún beneficio al avance en el derrotero democrático del país.
Entonces en esta destapada de olla, que significan los juicios a los represores surgen situaciones de certeza algunas, y de sospechas otras, que ameritan la investigación de la Justicia para que la sociedad pueda conocer la verdad.

Entre los juicios por delitos de lesa humanidad se está desarrollando en Santa Fe uno de los mismos, contra el ex juez Víctor Brusa y  cinco ex policías. Se le imputa al ex magistrado  haber participado como empleado judicial en sesiones de tortura a prisioneros durante los años del último gobierno militar, tal es la acusación que motivó este juicio oral. Durante el mismo, el testigo  Carlos Chiarulli, ex preso político denunció que el actual legislador de Córdoba Horaldo Senn, ex ministro de Seguridad de la Provincia de Córdoba, presenciaba las sesiones de torturas y visitaba con periodicidad el centro de detención Guardia de Infantería Reforzada (GIR) donde él estaba.
Chiarulli le relató a Crítica: “Mientras yo estaba detenido en el GIR, Senn caminaba al lado mío, como paseando. Además, entraba y salía con frecuencia del GIR, lo cual era muy raro. En ese lugar los únicos que entraban eran presos políticos o represores. Y Senn no era un preso político”.  Y agregó Chiarulli, quien luego de ser “chupado” y torturado terminó exiliado en Israel“En los 70 Senn era un conocido militante de izquierda de Santa Fe. Sin embargo, mientras todos caíamos, el hombre andaba libremente por la calle, con total impunidad”.

Nos merecemos los cordobeses conocer un poco más a los representantes de nuestra Unicameral, y un poquito más aún si pesa sobre ellos como en este caso semejante sospecha. Entonces sepamos que Horaldo Senn es un ciudadano oriundo de Esperanza (Pcia. de Sta. Fe), y que en su militancia política recuperada la democracia, más precisamente en 1989, como senador provincial, defendió los indultos dispuestos por Carlos Menem. Su curriculum nos refiere también que la vinculación con el actual gobernador de Córdoba no es reciente dado que fue asesor de Schiaretti en la intervención de Santiago del Estero. Se postuló como intendente por el vecinalismo,  y volvió al peronismo de la mano del ex gobernador José Manuel De la Sota, como secretario de Seguridad. Fue eyectado del cargo en el 2005, tras el sangriento motín del penal San Marín, que acabó con 8 muertos y 63 heridos. “Estamos en guerra, y en las guerras hay que solucionar el conflicto. Queremos resolver la coyuntura y debemos recuperar la legalidad”, manifestó públicamente Senn mientras transcurría el trágico motín*.

Es una grave sospecha la que pesa sobre Senn, y por extensión  salpica al ex gobernador De la Sota y al actual mandatario cordobés Schiaretti.  Esta es la hora de la Justicia, y de ella esperamos que dilucide este entuerto porque poco favor nos hace contar con representantes con oscuro pasado en un país que está buscando tanta reparación histórica.
El legislador niega los cargos, los amigos se  preparan para protegerlo,  y los no tan amigos para despegarse. Pero en función del lugar que ocupa Senn, es al pueblo de la provincia al que tiene que demostrarle  este señor que  es digno de ocupar la banca con que se lo honró.

Si esto no sucede,  será una burla más a la ciudadanía en esta difícil búsqueda de una sociedad democrática en serio, como nos está pasando en Río Cuarto adonde nadie nos da respuestas desde el gobierno municipal de Jure acerca de la presencia de ex represores entre su personal.
 
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

* Fuente : Crítica 16.12.09



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