Visita reciente de Susana Dillon a Río de los Sauces |
Susana Dillon, madre de Rita Ales, que fue secuestrada y asesinada durante la dictadura militar, se refirió a cómo vivió aquellos años y sus esperanzas en vistas al procesamiento de los responsables del hecho, confirmado por la Justicia en estos días. No se olvide de estos nombres: Aldo Cecchi, Carlos Díaz, Enrique Villanueva, Italo Pasquini y José Tófalo
Que se avance en estas causas es como volver a poner las heridas al rojo vivo. Lo que uno tiene todos los días en la mente está de un modo sereno, pero se vuelve a recuperar esa violencia que tiene sentirse que a uno le han arrebatado un hijo de esta forma tan terrible, reflexionó Susana Dillon, con relación a la confirmación de los acusados por el asesinato de su hija Rita Ales y la orden de darles prisión preventiva.
En diálogo con PUNTAL, la reconocida militante por los derechos humanos recordó los hechos ocurridos a fines de 1976, que esperan ser juzgados en los tribunales federales. Tras todas las declaraciones que hizo quien la llevó a La Perla después de que dio a luz en el Hospital Militar (Rita estaba de 6 meses al ser secuestrada), fue todo un trámite tan horroroso y es doloroso volver a abrir esa cicatriz, dijo.
Esta semana, la Justicia confirmó el procesamiento de Aldo Checchi, Carlos Díaz, Enrique Villanueva, Italo Pasquini y José Tófalo, por el secuestro, tortura y homicidio de Rita y otras tres personas.
- ¿Cómo fue el secuestro de Rita y su esposo Gerardo Espíndola?
- A ellos los llevan de Río de los Sauces el 9 de diciembre. Fue un grupo de personas disfrazados, hombres de mujer, en cuatro autos. Querían cambiarle a la gente lo que veían. Había gente vacacionando y muchos estaban yendo al balneario, y cerca de las 17 se los llevaron.
Dillon explica que los vecinos de Rita y Gerardo (ambos por entonces tenían 33 años) vieron cómo se los llevaron dentro de los autos y después le contaron a ella. Se los llevaron como abrazados dentro de los Ford Falcon, después los vieron por el camino cómo se los llevaban, por eso al día siguiente me enteré que los habían secuestrado, indicó.
Agregó la Madre de Plaza de Mayo:? Casualmente, ese día yo tendría que haber viajado con los chicos, pero no fui porque se jubilaba una compañera de la escuela y me quedé, sino me hubieran llevado a mí también.
Tras hacerlos dormir una noche en un descampado, a la pareja la trasladaron al centro clandestino de detención La Perla.
Dillon cuenta que su hija estaba en Río de los Sauces por una cuestión de salud y llevaban una vida tranquila. Ellos estaban trabajando en una farmacia. Rita había quedado embarazada por un tratamiento y por eso necesitaba estar tranquila, dijo y agregó:? Yo los saqué de Córdoba, como tenía una propiedad en Río de los Sauces aprovechamos para que los chicos tuvieran una actividad y se mantuvieran. Les había ido bien, porque en esa zona no había nada del rubro, y estaban con esa vida tranquila.
- ¿Rita y Gerardo participaban de las actividades de alguna agrupación?
- Ella no participaba en organizaciones. Tenía reuniones con otros chicos, pero en las que leían, nunca los vi en una reunión política. En Córdoba participaron de alguna manifestación, incluso yo los he acompañado, era lo que se hablaba en esos momentos, pero nada de lo que era organizado de guerrilla o algo por el estilo, para nada.
- ¿Qué ocurrió cuando se enteró de lo sucedido con ellos?
- Me entró una gran desesperación, y salí a buscarlos, adonde fuera. Así empezó la terrible búsqueda sin satisfacciones. Fui a todos los lugares donde estaba la Policía o los militares, cárceles, buscando información de algún tipo. En todos lados me decían que debían estar pasándola muy bien en el Caribe, era la burla que les hicieron a todas las madres. Empezó una vida muy agitada, junto a otras madres de Río Cuarto que estaban pasando por la misma situación.
El encuentro con Victoria
A Rita se la llevaron cuando tenía 6 meses, cuando pasaron los 3 meses y yo calculé que tenía que dar a luz, me desesperé. Sabía que para febrero tenía que tener alguna novedad, sostuvo Dillon, que aseguró:? El día 5 de marzo, a medianoche, me tocaron el timbre y escuché llorar a un bebé. Yo no me imaginé qué podía ser, cuando salí a ver qué pasaba me la encontré a mi nieta, Victoria.
- ¿Qué sintió en ese momento?
- Fue una emoción muy grande la de encontrarme con algo de ellos, y renació la ilusión de volver a verlos. Jamás pensé en que podían tomar semejante medida de asesinarlos como lo hicieron. Con el terror que sembraron y la falta de humanidad, el placer de matar y hacer sufrir.
La militante por los derechos humanos consideró que los militares nunca tuvieron una recuperación de lo que han hecho, y eso es una de las cosas que aún falta concretar. Sostuvo que los ejércitos no deberían combatir a sus propios hermanos de esta manera tan atroz, y concluyó:? En ninguna guerra se ha visto eso.
- ¿Pudo reconstruir lo que vivió su hija en sus últimos días hablando con personas que la vieron en La Perla?
- Con el correr de los años me junté con muchas personas que los vieron. Ellos hacían salir a algunos de vez en cuando, para que dejaran la semilla de lo terrible que habían pasado. No solamente se apuntaba a quienes estaban señalados como enemigos, sino también a los padres y la familia. Cuando se vive una situación como ésta, te deshacés en vida.
- Más que reconocible, entonces, el trabajo de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
- Sí, porque hay que luchar contra la perversidad de lo que nos hacían.
Susana explicó que tres jóvenes que estuvieron detenidas en La Perla, y que cuando fueron soltadas se exiliaron en Ginebra (Suiza), recordaron a su hija. Ellas fueron las que hicieron la primera denuncia, donde mencionaron a Rita, sostuvo. Reflexionó:? Así nos damos cuenta de la magnitud del desastre que significó para el país, la cantidad de jóvenes que fueron ejecutados. Estaban indefensos, no tuvieron juicio, fue todo para cumplimentar las órdenes que bajaban desde Estados Unidos.
Señaló que después de que su hija diera a luz le entregaron el bebé casi por milagro. En el Hospital había un movimiento de médicos y enfermeros que no querían recibir más gente para que tuvieran el parto y después matarlos. Creo que fue por eso que yo recibí a la nena, fue muy raro que me la entregaran, porque no pasó así con todos los otros bebés. En ese momento me consideré una privilegiada, porque había logrado tener su hijo.
- ¿Qué espera de la posibilidad del juicio por el crimen?
- Yo quiero que esta gente sea condenada con todo el rigor de lo que debe ser la ley. Lamentablemente, ya se sabe que el principal ejecutor, Luciano Benjamín Menéndez, está tranquilo en su casa, nadie lo molesta. Por eso, después de 35 años, no sólo hay que hablar de Justicia, no me seduce que se ponga una escena teatral, no me va a producir ningún tipo de agradecimiento. He tenido que purgar una culpa que no tengo, entonces hay que pensar en cuántas víctimas más va a haber.
Dillon concluyó reflexionando lo que sucedió después de la muerte de su hija y su yerno:? A Gerardo lo mataron en la tortura y a Rita después de que tuvo la bebé, lo que me queda para pensar fue rescatar a mi nieta, que es el calco de mi hija. Es muy solidaria, tiene todo lo de su madre, por lo que me queda ese gran consuelo. Si no la tuviera conmigo, creo que me incineraría, hubiera gritado hasta que me mataran a mí también.
Fuente: Puntal
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