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10 may 2012

7 de Mayo de 2012 : Inicio del Juicio por la Masacre de 1972 en Trelew


Uno de los capítulos oscuros de nuestra historia reciente tiene esta semana un lugar en la Justicia. Han pasado 40 años desde aquellos hechos acaecidos en  agosto de 1972 en Trelew, ciudad de la  patagónica provincia de Chubut, constituyéndose en el episodio que prologó una metodología de represión feroz que los argentinos  recién estamos considerando en toda su magnitud gracias a la luz que aportan los juicios a los responsables del terrorismo de estado. Va a pasar todavía mucho tiempo antes de que la sociedad esclarezca esta etapa de nuestra historia, analice las causas y mida las consecuencias. Cada día aporta algún aspecto nuevo  para mesurar lo sucedido cómo lo es el inicio de este juicio a los responsables sentados en el banquillo. En la vorágine de la vida diaria las preocupaciones rondan por el quehacer cotidiano, y poco es el tiempo que en la educación se le destina al análisis histórico, pero las nuevas generaciones deben saber de que se trata lo que se define como terrorismo de estado y está ante un hecho histórico que merece divulgarse, para que con la reflexión y el conocimiento logremos una sociedad que encuentre el camino y no repita estas aberraciones.

 

Recordemos que pasó hace 40 años, leyendo  lo publicado el  lunes 7 de Mayo de 2012, en   la edición digital de El Chubut

Un acontecimiento que marcó la historia argentina

 En la madrugada del 22 de agosto de 1972, fueron fusilados en la Base Almirante Zar de Trelew 19 militantes de organizaciones armadas que habían sido recapturados luego de fugarse de la Unidad 6 de Rawson. Tres de ellos sobrevivieron, aunque desaparecieron años después. Hoy, a casi 40 años de aquellos hechos, comenzarán a ser enjuiciados cinco integrantes de la Armada por su responsabilidad en la conocida Masacre de Trelew.
Alrededor de las seis y media de la tarde del 15 de agosto de 1972, se inició la fuga del penal de Rawson de 25 presos políticos enrolados en el Ejercito Revolucionario del Pueblo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y Montoneros.
Solamente seis de ellos lograron el objetivo de salir del país desviando el avión a Chile. Eran Mario Roberto Santucho, Marcos Osatinsky, Fernando Vaca Narvaja, Roberto Quieto, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna.
Un Ford Falcon los esperaba para llegar al aeropuerto de Trelew y abordar un vuelo comercial de Austral que había sido secuestrado previamente por otros integrantes de los grupos revolucionarios. Pero los demás vehículos que debían trasladar al resto de los fugados no estuvieron en la puerta del penal por una confusa interpretación de las señales preestablecidas. A pesar de ellos, el segundo grupo logró llegar en tres taxis al aeropuerto, pero llegaron cuando el avión despegaba.

 RECAPTURADOS
Los 19 fugados que no alcanzaron la aeronave, depusieron sus armas sin resistencia luego de brindar una conferencia de prensa en el aeropuerto. Estaban rodeados por militares de la Armada, quienes brindaron públicas garantías de resguardar sus vidas, siendo testigos periodistas y autoridades judiciales.
La patrulla militar que dirigía el capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, llevó a los presos hacia la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew, cuando en realidad se debería haber dirigido a la Unidad 6 de Rawson.

LOS FUSILAMIENTOS
El gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse intentó que el gobierno del presidente chileno Salvador Allende, deportara a los fugados, mientras que la zona de Trelew y Rawson era patrullada continuamente por fuerzas militares.
Regía entonces un estado de alerta máxima que hacía impensable un nuevo intento de fuga.
Durante la noche del 21 de agosto, se reunieron en la Casa Rosada los miembros de la Junta de Comandantes en Jefe de las tres fuerzas armadas, colaboradores y ministros, pero no se brindó ninguna información a los periodistas que aguardaban noticias.
Ya en la madrugada del 22 de agosto, alrededor de las tres y media, en la Base Aeronaval de Trelew los 19 detenidos fueron sorpresivamente despertados y sacados de sus celdas. Según pudieron relatar después los tres sobrevivientes, fueron obligados a formar mirando hacia abajo y los ametrallaron los marinos que estaban bajo el mando del capitán Sosa y del teniente Roberto Bravo.
La mayoría de los presos falleció en el acto, mientras que algunos heridos fueron rematados con arma corta en el piso. Siete sobrevivientes fueron llevados a la enfermería, pero no se les prestó atención médica.
Los únicos tres sobrevivientes fueron trasladados recién al día siguiente a Puerto Belgrano.
Las víctimas fatales fueron: Alejandro Ulla; Alfredo Kohon; Ana María Villarreal de Santucho; Carlos Alberto del Rey; Carlos Astudillo; Clarisa Lea Place; Eduardo Capello; Humberto Suárez; Humberto Toschi; José Ricardo Mena; María Angélica Sabelli; Mariano Pujadas; Mario Emilio Delfino; Miguel Angel Polti; Pedro Bonet y Susana Lesgart.
En tanto que Alberto Miguel Camps, María Antonia Berger y Ricardo René Haidar, sobrevivieron a la Masacre de Trelew, pero desaparecieron años después.

LA VERSION OFICIAL
Según señaló la versión oficial, aquella madrugada de agosto de 1972 se había  producido un nuevo intento de fuga, con 16 muertos y tres heridos entre los prisioneros, pero sin bajas en las filas de la Marina.
El comunicado oficial del gobierno fue brindado a la prensa por el contra almirante Hermes Quijada, jefe del Estado Mayor conjunto.
El País de España,   se refiere a esta etapa jurídica en una nota bajo el título  “Comienza el juicio por el primer acto de terrorismo de Estado en Argentina,” y entre sus considerandos  menciona  el régimen de entonces divulgó que los guerrilleros habían caído cuando intentaban huir otra vez. Pero cuando regresó la democracia, al año siguiente, los tres sobrevivientes contaron que había sido un falso enfrentamiento en el libro La patria fusilada del periodista Paco Urondo. Los tres acabaron desapareciendo en la dictadura que entre 1976 y 1983 profundizó el método del terrorismo de Estado para eliminar no solo a guerrilleros, sino a también opositores en general.
Vale seguir los links, para conocer que se decía en el exterior por entonces.

Ante la Justicia son siete los marinos imputados, pero sólo cinco estarán presentes en la sala para ser juzgados. Los imputados son:

Luis Emilio Sosa
El ex capitán es considerado el principal responsable del fusilamiento de los militantes de organizaciones armadas aquel 22 de agosto de 1972.
 Rubén N. Paccagnini
En 1972 era el jefe de la Base Almirante Zar y se lo acusa de haber dado la orden de matar a los presos políticos. Se lo considera cómplice necesario.
Jorge Del Real
Está sospechado de haber disparado contra los 19 presos políticos que estaban detenidos en la Base Aeronaval de Trelew.
 Carlos A. Marandino
Acusado de tener participación directa en los fusilamientos. Fue quien
más colaboró en el proceso de investigación de los hechos.
 Jorge E. Bautista
Llegó desde Buenos Aires para investigar los hechos. Realizó un sumario cuya conclusión fue que se trató de un intento de fuga. Se lo acusa de encubrimiento.
 Horacio A. Mayorga
Era el superior de Paccagnini y habría sido el encargado de transmitirle la orden del entonces presidente de facto, Agustín Lanusse. No estará presente. Tiene 86 años y según los peritos forenses de la Corte Suprema de Justicia, no está en condiciones físicas de afrontar las audiencias.

 Roberto Bravo
Existe certeza de que disparó contra los presos políticos al igual que Marandino y Del Real. Vive en Miami y Estados Unidos no aprobó su extradición.

 


 

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