El asesino de Cabezas que organiza la seguridad pública en
Pinamar
TERROR EN LAS PLAYAS
Por Jorge D. Boimvaser
El 30 de noviembre pasado los habitantes de Pinamar
marcharon pidiendo seguridad en la Costa, pero nadie dijo nada de un secreto a
voces. Como en la película “Tiburón”, todos saben que el monstruo volvió a las
playas pero hay que silenciarlo para no espantar a los turistas.
En el Hotel Faena se presentó la temporada veraniega de
Pinamar en Buenos Aires; el Intendente Blas Altieri le pregunta al oído a una
mujer a quien todos conocen en la zona de Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y
Cariló… “¿Sergio no vino, verdad..?” Tiene pánico de que algún periodista
reconozca en el hotel más top de Buenos Aires al monstruo que volvió a la
temporada estival en el Municipio: Sergio Camaratta, uno de los asesinos del
fotógrafo José Luis Cabezas, regresó activamente a las playas y nadie lo quiere
nombrar en voz alta para no espantar al turismo.
La mujer que está junto a Blas Altieri en el Faena se llama
Silvia Melgarejo, y es la operadora en las sombras de Camaratta.
Algo de historia para ubicar las piezas de este rompecabezas
que amenaza –valga el juego de palabras— con romperle la cabeza al gobernador
Daniel Scioli si en esta temporada el delito se desmadra en Cariló y aparte de
los robos ya programados hay derramamiento de sangre. El grupo que rodea a esta
gente es espeso y piensan hacerse “la temporada”… no parece que trabajando.
Silvia Melgarejo estaba casada a mediados de los 90 —antes
que asesinaran a Cabezas— con Antonio Lamorte, un hombre con antecedentes
penales al que el entonces oficial Sergio Camaratta también le servía en
bandeja liberación de zonas a cambio del pago de peajes. Dicen en Cariló que
Lamorte tiene actualmente una nueva causa penal radicada en el juzgado de
Dolores…
Cuando Camaratta fue preso por el asesinato de Cabezas,
Silvia Melgarejo no solo lo visitaba en la cárcel sino que hasta le llevó una
mujer –Nélida Alicia Jordán (alias “Silvana”)— que hoy es la pareja del ex
policía. Dicen además en ese entorno (hay policías honestos en la zona que ven
esta película con horror e impotencia), que la mujer (¿realiza ritos de
brujería o magia negra también..?) le guardó grandes sumas de dinero que
Camaratta no habría ganado con el sueldo de policía.
“El Cama” se maneja con una ostentación automotriz digna de
su ex jefe Alfredo Yabrán. Una poderosa 4 x 4 Toyota patente FHT 129 color gris
perla, un Audi A3 que parece recién salido de la concesionaria y algún otro
Jeep con que recorre las playas de Cariló. Mas de ciento cincuenta mil dólares
solo en parque automotor para él solito.
Pregunta que se hacen en la zona: ¿Por qué si el Partido de
General Madariaga —zona donde se ejecutó el crimen de Cabezas— decidió
considerar a Camaratta “persona no grata”… no hizo lo mismo Pinamar? Hasta
pareciera el hijo pródigo de las autoridades de la ciudad de los pinos.
Silvia Melgarejo opera la empresa “Constructora del Bosque”,
que administra mas de la cuarta parte de las 2000 propiedades de Cariló, la
zona mas exclusiva de la región.
Todas esas viviendas que se llenarán de turistas
desprevenidos las próximas semanas cuentan con un sistema de alarmas contra
robos denominada S.O.S, propiedad de su ex marido Antonio Lamorte (robos y
estafas entre sus antecedentes penales), y en la cual colabora entre otros “el
colorado Anibal Luna” —ex hornero también involucrado en el crimen de Cabezas—
y el propio Sergio Camaratta. Todos ellos tienen acceso al monitoreo de las
alarmas antirrobo que funcionan en Cariló.
Aunque ahora Sergio Camaratta se presenta como pastor
Evangélico y concurre a un Templo de las inmediaciones, también se lo suele ver
en un taller mecánico de un personaje conocido como el Negro Lucero, en el cual
los viernes varios de los ex integrantes de la banda de la costa y otros
personajes no identificados se reúnen a comer asado, jugar al truco y hablar
sobre la inminente temporada veraniega.
Otras reuniones secretas se llevan a cabo en la casa de
Silvia Melgarejo, Castaño 520. En la “house” denominada Villa La Carolina,
Camaratta y su mujer pasan horas interminables programando actividades
veraniegas, y ahí se dice que Melgarejo practica esos rituales siniestros. Un
dato: En Castaño 520 se alojó el tenista Juan Martín del Potro cuando quiso
restablecerse de su lesión. Desde entonces, “la torre de Tandil” (apodo del
tenista), nunca volvió a pisar un court y no es alentador su restablecimiento.
Todos hablan de eso en Cariló, pero en voz baja. Ya se sabe que las brujas no
existen, pero por las dudas… En cambio “el pastor” Camaratta vive en Bathurs
974, Valeria del Mar.
En síntesis: la Casa de alarmas contra robos S.O.S que
supuestamente debe vigilar la seguridad de las viviendas de Cariló se encuentra
monitoreada por Camaratta, el colorado Luna y otros personajes que se esconden
detrás de esta extraña mujer. Los vecinos de la zona reclaman seguridad para
esta temporada, pero no dicen nada de los cuervos que acechan en las
inmediaciones. Cómo en el film “Tiburón”, pero en vivo y en directo a 400
kilómetros de Buenos Aires y frente a la total ignorancia del Gobernador
Scioli, el Ministro Casal y el resto de las autoridades.
Un último detalle por hoy: en estos días están llegando a la
zona algunos camiones provenientes de Solano y Quilmes —zona sur de la
Provincia de Buenos Aires— con cerca de 50 personas que nadie sabe a qué van
pero se dice que con contratos “truchos” de trabajo se instalarán en la zona,
llevados por un puntero político al que se conoce como Echenique. Hay quienes
temen que se recomponga la historia de “Los Horneros” (bandas de ladrones que
pueblan la zona en plena temporada estival), versión politizada 2010/2011.
Mientras tanto, Daniel Scioli sigue durmiendo la siesta en
La Plata.
Fuente: Periodicotribuna
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