Vídeo: "Algo habrá hecho"-La vida de Berta Clara Perassi
En el día de los
Derechos Humanos rendimos nuestro homenaje a los que inclaudicablemente lucharon
y luchan por su vigencia. Con el recuerdo de una víctima del terrorismo
de estado en nuestro país, una muchacha de la región como fue Berta Perassi
oriunda de Moldes y la reproducción de la introducción al manual Educando en
Derechos Humanos de Susana Dillon, Madre de Plaza de Mayo y escritora de nuestra
ciudad adherimos a esta conmemoración, recuperando en el hacer de estas dos mujeres tan significativas, la
lucha por la plena vigencia de esos
derechos que posibiliten una vida digna
para todos los seres humanos.
Las primeras palabras
“¿Sabes, Fontanes, lo que más
admiro? Es la
impotencia de la fuerza para
conservar algo.
No hay sino dos poderes en el
mundo: el sable y el espíritu.
A la larga, el sable es siempre
vencido por el espíritu.”
Napoleón Bonaparte
Pareciera un
absurdo que en la época en que el individualismo, el materialismo, la corrupción
y la imposición de doctrinas económicas que crean las mayores injusticias y la
competencia más feroz entre los miembros de nuestra sociedad, tuviéramos que
insistir en programar el estudio de los Derechos Humanos. Pero no es un acto
inútil, es una necesidad básica el saber defendernos con la ley en la mano de
los atropellos, de la ignorancia, de la prepotencia y de la falta de solidaridad
de quienes por su papel social o político debieran dar buenos ejemplos.
Por naturaleza propia,
los Derechos Humanos siempre se plantarán ante la dicotomía que existe entre lo
que enuncian y lo que la realidad nos muestra a cada paso.
En el devenir
dramático de la historia de los pueblos pareciera que los contrasentidos son lo
único que se avizora: por un lado están las leyes y enfrentándose, los
conflictos de los hombres con distintos valores, distintas formas de vida,
distinta moral y distintas costumbres.
El estar
enterados de qué son los Derechos Humanos nos faculta a una mejor defensa de
nuestros valores, por eso educar desde los valores nos marca la senda segura
distinguiendo a los que pueden ser nuestros compañeros de ruta por la vida, de
los que pueden ser nuestros adversarios y enemigos.
Si conocemos los
valores por los cuales la vida resulta digna de vivirse, ya tenemos el camino
trazado, avizoramos el norte, adelantamos el pie para avanzar. Lo demás será la
lucha de llegar a la meta, servir valientemente a eso que alguna vez llamamos
ideales, o sueños, o utopías que al decir de Eduardo Galeano “Es lo que nos
hace caminar”.
Pero no
caminar solos, dándonos de golpes a cada instante, errando y desandando. Ir
con otros participando de las contingencias, siendo solidarios, refundando la
cultura del amor al otro, al distinto, al débil, al triste, al que sufre.
Recordar las
palabras de Jacques Carpentreau en “Le
Romancero Populaire”:
“El primero que
tomó una flor para dársela
a una mujer,
el primero que
acarició un rostro en
lugar de
golpearlo,
el primero que
ofreció agua en el cuenco
de sus manos
el primero que
compartió su comida con
el hambriento,
el primero que
alzó en sus brazos a un niño cansado,
ésos son los
nuestros”.
Susana Dillon
CIUDADANOS
AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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