El rostro más descarnado de la sociedad, se mostró en esta
etapa navideña, cuando surgieron las imágenes no de una película sino de lo que
pasaba en Villa Soldati, cuando el Parque Indoamericano, fue recibiendo una
masa de gente reclamando por un lugar para vivir.
Vimos y oímos todo tipo de acciones, la violencia que no
falta desde la inefable Policía Federal, y los muertos que aparte de ser pobres, son de países
hermanos; los vecinos que reclaman por
un lugar público y se expresan con
hechos y palabras agresivas e intolerables, haciéndonos ver la visión xenofóbica que tenemos como sociedad; las
actitudes confrontativas de los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y de la
Nación, que cruzando duras expresiones dejaron pasar un tiempo precioso antes
de abocarse a la solución del conflicto. Y surgen así, acusaciones y sospechas en este especial cóctel nacional
que se nutre de las posibilidades conspirativas, basadas en las acciones patoteriles
de sujetos vinculados al poder como son los conocidos barrabravas para todo
uso, por la dirigencia política y gremial.
La situación de desamparo en que se encuentran demasiados
hermanos latinoamericanos, no sólo compatriotas nuestros, nos tendrían que
hacer pensar en nuestros jóvenes que padecieron la emigración forzada no sólo
en los años de plomo, sino en la crisis reciente del fines del menemato y
posterior gobierno de la Alianza.
Y en virtud de un ejercicio de memoria y
solidaridad medir bien lo que decimos y expresamos como sociedad cuando
descalificamos a los pobres del sistema que son muchos, padecen necesidades apremiantes y
mal que nos pese son como nosotros habitantes de una misma región explotada del
mundo: nuestra bella Latinoamérica.
Quizá así nos aboquemos a entender que las
causas que generan estas situaciones merecen una reflexión no sólo de los gobiernos
de turno, sino de los ciudadanos que votamos. Y entonces cuando tomemos
conciencia de la realidad que vivimos, con la dureza de ver lo que se preocupan desde todos los ámbitos de
poder de barrer bajo la alfombra, para no estropear las ventajas del exitoso
modelo de gobierno quizás en el afán de conocer el país también aprendamos que
esta situación se repite en las provincias, ejemplo que padecimos en nuestra
ciudad.
La gran vidriera que es un conflicto de ese tipo en la
Ciudad de Buenos Aires y en la provincia homónima, lo hace tomar especiales características
por su enorme repercusión. No podemos pedir grandeza a los dirigentes, pero
especular como lo hicieron con esta situación evaluando el costo político que
se debitaría más o menos de la cuenta de quién según como se dieran los hechos,
es de una insensatez rayana con la inmoralidad.
Porque ya tuvimos otros desgraciados acontecimientos
sociales recientes, que se llevaron vidas de jóvenes argentinos y el realismo
de que un tercio de nuestra población vive por debajo de la línea de pobreza,
es de esperar que por lo menos seamos un poco más sensatos a la hora de evaluar los hechos de Villa
Soldati. Y este es un mensaje que le cabe no sólo a la dirigencia política, porque
la pobreza y la exclusión social están ahí a la vuelta de la esquina tano como sus
consecuencias no deseadas: la violencia y la inseguridad.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
Eso deciselo a los K y a los del pro....ellos son los responsables de ese quilombo descomunal por falta de ideas, de escrupulos y de falsas vanidades...
ResponderEliminarBasta de abogados y contadores en la clase politica....basta de profesionales sin conocimientos tecnicos, los profesionales de carreras sociales solo saben chamullar y no concretan nada.
A la hora de votar votemos gente con trayectoria de trabajo y buenos habitos, de buenas costumbres y especialmente con ganas de trabajar en serio.
Esta clase politica en su gran mayoria demostro que sin su "democracia" serian unos desocupàdos mas y unos inutiles para todo...si, tengan en cuenta..con todos los medios a su disposicion no hacen nada de nada..sin plata..NO EXISTEN.
La prueba esta que durante los gobiernos de facto eran unos gatos grises desconocidos..mediocres y fracasados.
Que sean alguien en la vida, es pura y exclusiva responsabilidad nuestra.