Situación en el Hospital San Antonio de Padua

La trascendencia de la función del  Hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto, como centro asistencial público no sólo de la ciudad sino de una amplia zona de influencia es ampliamente reconocida. Desde sus nuevas instalaciones brinda cobertura a una demanda creciente y compleja que se acentúa en esta temporada invernal con las enfermedades respiratorias,  así como sucede  y refirieramos en los centros asistenciales privados.

Siempre las necesidades se evidencian y más en esta época por lo tanto cuando el gobernador Schiaretti hizo el anuncio de pasar a contratados a los 650 monotributistas del sector salud  de la provincia y expresó que: “existe un retroceso en la prestación de la salud privada y por lo tanto el Estado debe garantizarle a la población la cantidad de agentes necesarios para que la sociedad pueda tener la atención adecuada cuando acude a los establecimientos públicos  de nuestra Córdoba”,   hizo que lo dispuesto para regularizar la situación del personal no sea un detalle menor.

La falta de personal es un secreto a voces en el Hospital San Antonio de Padua, cualquiera que transita en calidad de paciente, conoce sobradamente esta situación. Falta que se nota especialmente en los servicios de enfermería  y en las guardias cubiertas por los residentes que se ven desbordados de trabajo  no sólo  en esta temporada de alta demanda. Pero estas situaciones se aprecian sobre terreno porque salvo lo que trasciende cuando se dan las protestas gremiales, es muy poco lo que se puede apreciar de la vida interna del Hospital por los que padecen los rigores del sistema llámense como se llamen los trabajadores de la salud en las distintas áreas.

Los profesionales de la salud tienen en el Hospital su centro natural de acción para la tarea asistencial y docente, de allí la apetencia de pertenecer a su plantel, y de allí también la voluntad de trabajar en muchos casos “ad honorem” o por remuneraciones magras para la responsabilidad y demanda de las tareas. 

El régimen de monotributistas para trabajadores que lo hacen en relación de dependencia es una vergonzosa artimaña  y una innovación que permitió la precarización laboral en distintas áreas  de la que se vale también el sistema de salud, por eso la decisión de incorporar como “contratados o a planta permanente” a los monotributistas que cumplen tareas en el Ministerio de Salud se muestra como un logro cuando en realidad es la corrección de una situación laboral injusta.

Parece  que el gobernador está abriendo los ojos a la realidad y así señala que: “rápidamente debemos terminar con la historia de los monotributistas en los hospitales de Córdoba, porque este gobierno está empeñado en blanquear la relación laboral con sus empleados. Nosotros estamos poniendo en blanco lo que estaba en negro, por eso estamos blanqueando todos los salarios de los trabajadores públicos”. Lo que nunca se debió hacer se hizo, y la necesidad de trabajo obliga al personal capacitado a aceptar estas condiciones así como a moderar muy bien sus expresiones si quiere conservar su lugar y esto también es un secreto a voces dentro del ámbito sanitario.

Es de esperar que lo expresado por el gobernador se lleve a cabo a la brevedad para que los esfuerzos de quienes atienden la salud de la población más desprotegida se vean justamente recompensados, porque es mucho el camino que dista de  los salarios que tienen los  mejores pagos en la provincia en las distintas áreas de la función pública.

Más allá de las internas gremiales que también las hay en salud, y de los problemas políticos que siempre se comentan de las decisiones, este es un beneficio que repercute favorablemente para los agentes sanitarios. Es de esperar también que se aporten más soluciones para el buen desempeño del Hospital porque a pesar del silencio, la realidad hace que la ciudad de boca de los pacientes  conozca los déficits que el sistema padece y que como muchos otros temas se  barren bajo la alfombra.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO