Cuando el sonido de la
murga irrumpió por el centro de la ciudad, y la algarabía de una comunidad
educativa se abría paso por las calles del microcentro, junto a la
alegría de los que celebraban, aquellos que miramos pasar este nutrido y
bullangero grupo de escolares y docentes, al enterarnos que estaban festejando
los 120 años de la Escuela
General Paz, no pudimos menos que pensar en qué distinto destino le tocó a
su hermana gemela: la Escuela
San Martín.
Nacidas ambas
instituciones por disposición adoptada desde la provincia cuando era su
gobernador don Ambrosio
Olmos, en 1887, iniciaron sus actividades
en 1890. Y en 1910 el año del centenario, estas escuelas que se conocían como Graduadas Superiores pasaron a denominarse una General Paz y la otra San Martín.
El camino recorrido fue
harto fecundo como el de todas las escuelas públicas que amalgamaron una
nutrida y creciente población que en su ámbito adquirió un tesoro que le
permitió incorporar a las nuevas generaciones a la vida productiva del país,
con la mejor herramienta por esos tiempos: saber leer y escribir. En momentos
actuales de deterioro de la escuela pública, el lugar privilegiado que
ocuparon en la vida del país hace innecesario destacar su trascendencia.
Cualquier ciudadano con sentido común lo puede evaluar sin necesidad de
redundar en el tema.
Pero el destino, tiende
trampas y el camino que para la escuela Gral.
Paz fue más benévolo, hace
que los 120 años de actividad, vean la institución plena de vida y actividad
en su edificio mantenido y funcionando con una población escolar de 600 niños,
y una respetable reputación de jerarquía educativa.
La vida de la escuela San Martín, no fue tan feliz.
Las circunstancias cambiantes de la ciudad y del medio del que procedían sus
alumnos fueron diezmando sus aulas, y el desgraciado episodio que se vivió
cuando se produjo una confusa situación institucional que culminó con una requisa de su personal, inédito
en la vida local acentuaron sus dificultades. De allí, a perder terreno, y ser
árbol caído hubo sólo un paso. Así, con sus problemas internos y sus aulas cada
vez más despobladas, fue blanco fácil, para que se dispusiera el despojo de su edificio centenario, que ocurrió en el año 2004, cuando gobernaba la provincia José Manuel De la Sota. La escuela fue trasladada para
ceder su edificio a la institución secundaria Juan
B. Dichiara, que a su vez
dejó un predio importante en el macrocentro. Muchas conjeturas se tejieron desde
entonces detrás de qué intereses pueden haber disparado esta movida en cadena,
por la cual fue desplazada
esta institución pionera a vivir de prestado en la escuela Roca. Total, un puñado de niños se
reacomodaban mientras la comunidad la defendía contra viento y
marea. El bochornoso e inolvidable traslado que se hizo con un
procedimiento rememorativo de las mejores noches oscuras de los
años de plomo, fue un jalón importante. Nada le faltó a ese final, por cuanto
se dio también la presencia inolvidable en la ciudad de inspectoras, personal jerárquico
del Ministerio que brindaron
expresiones y gestos no sólo a los medios, sino a los padres de los niños ,que
demostraron cuanto deja que desear la calidad de algunos funcionarios que se
desempeñan en el diseño, cuidado y planificación tan luego de la educación.
Muchos de sus ex
alumnos, docentes y vecinos sentimos profundamente este acto de
injusticia en que se convirtió el forzado traslado de la escuela San Martín.
Pero pasaron los años, y sin
que la Justicia diera un veredicto que le permitiera recuperar a la escuela su
perdido patrimonio, que es un
patrimonio histórico de la ciudad, hoy a 120 años de su nacimiento, mientras su
hermana gemela la escuela General Paz festeja en el edificio que la
albergó desde siempre, la escuela San Martín es sólo un
establecimiento más, anexado a otra escuela pública, desplazada de su casa y sin
una reivindicación que le devuelva el prestigio logrado por muchas generaciones
de trabajadores de la educación.
Y por si fuera poco queda
la sombra de la sospecha de quienes ocuparán y se beneficiarán de la
importante área urbana adonde se encontraba la escuela Dichiara que se va
despoblando progresivamente, con los traslados dispuestos que desplazaron
de comienzo a la escuela San Martín y culminarán con el traslado del
colegio Santa Eufrasia.
Demasiadas dudas,
sospechas, abusos e incertidumbres que hacen que hoy fuera de su casa
centenaria la escuela San Martín vea desde lejos cómo los niños de la General
Paz puedan disfrutar de lo que a sus alumnos les fue negado.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS
DE RIO CUARTO
Gracias amigos, por tenernos siempre presente...yo también he pensado nuevamente y con más tristeza todavía, los distintos destinos de cada una de ellas!!! les puedo asegurar que mi lucha fué desde el principio, aunque muchas fueron las veces, que distintas "autoridades" quisieron hacernos bajar los brazos, porque ni los padres, ni los maestros y menos un puñado de alumnos no representaba nada para una sociedad, medianamente pasiva que por variados intereses y "miedos", no se sumaron a nuestro reclamo.-
ResponderEliminarOtra de mis tristezas fué observar desde afuera de la escuela el vacío que había dejado el busto del Gral.San Martín que recibía a cada niño en cada jornada...donde está???
En agonía sigue subsistiendo, como dicen uds.la hermanita perdida, hasta cúando...no se sabe.-
Soy Liliana Funes de ORTIZ, madre de alumnos, integrante de la Coop.por más de 10 años y por sobre todas las cosas una aliada de una verdadera JUSTICIA SOCIAL!!!
Gracias nuevamente, por traernos a la memoria.-
Un fuerte abrazo, y quedo a vuestra disposición.-
Gracias amigos, por tenernos siempre presente...yo también he pensado nuevamente y con más tristeza todavía, los distintos destinos de cada una de ellas!!! les puedo asegurar que mi lucha fué desde el principio, aunque muchas fueron las veces, que distintas "autoridades" quisieron hacernos bajar los brazos, porque ni los padres, ni los maestros y menos un puñado de alumnos no representaba nada para una sociedad, medianamente pasiva que por variados intereses y "miedos", no se sumaron a nuestro reclamo.-
ResponderEliminarOtra de mis tristezas fué observar desde afuera de la escuela el vacío que había dejado el busto del Gral.San Martín que recibía a cada niño en cada jornada...donde está???
En agonía sigue subsistiendo, como dicen uds.la hermanita perdida, hasta cúando...no se sabe.-
Soy Liliana Funes de ORTIZ, madre de alumnos, integrante de la Coop.por más de 10 años y por sobre todas las cosas una aliada de una verdadera JUSTICIA SOCIAL!!!
Gracias nuevamente, por traernos a la memoria.-
Un fuerte abrazo, y quedo a vuestra disposición.-
El ex gobernador De La Sota, que se sirvió de la democracia para ser elegido como tal, tuvo acciones propias de los años de la dictadura ya que el mega-operativo policial de desalojo de la escuela San Martín lo hizo en plena madrugada de un día de enero, mandando a sus lacayos, como Luis Sanchez Y Jorge Méndez a espiar qué hacíamos los que llegábamos a ver y defender lo que estaba pasando en la escuela. Además de las palabras de De La Sota fueron algo así como: las escuelas caducan como los árboles.Él, en este momento, también está caduco, qué hacemos con él, lo echamos de la ciudad?
ResponderEliminarQue importante es recordar estos hechos e la vida de la ciudad, para que la gente tenga presente a los funcionarios que dejaron su marca y se proponen continuar en los cargos públicos
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