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19 may 2010

CONTRAFUEGO QUIMICO



Las comunidades están aprendiendo a crear sus propios anticuerpos. El tema del medio ambiente ha sensibilizado altamente a la opinión pública del país, dado la difusión que los propios pobladores vienen realizando de sus problemáticas. Tal es el caso de los afectados por la explotación minera que se movilizan permanentemente y hacen trascender su situación, y el emblemático caso de Gualeguaychú con respecto a la instalación de la planta Botnia, conflicto que lleva ya tres largos años, sin visualización de solución inmediata de parte de la población a pesar del fallo del Tribunal de La Haya
En nuestra ciudad estamos abocados a la resolución del tratamiento de la basura, con el análisis en Audiencia Pública de la metodología propuesta por la empresa Innviron.

Otro tema que afecta a la comunidad regional, por estos días, es el de la propuesta desde el Ministerio de Agronomía de la Provincia de  desarrollar un plan de contrafuego químico para evitar los incendios en las sierras próximas, utilizando el conocido glifosato.

Los vecinos de Achiras respondieron a la propuesta  de fumigar en el límite de la provincia de Córdoba con San Luís utilizando el glifosato con una nota en la que señalan entre otras cosas: "Las nacientes del arroyo Achiras tienen su origen en la Pcia. de San Luis, en la estancia Sierras Grandes y de acuerdo con el proyecto ministerial, la fumigación con Glifosato afectaría la cuenca  hídrica, al igual que la flora y la fauna regional". Otra opinión, la de Jorge Otamendi, segundo jefe de Bomberos, manifestó a Telediario Digital que "es descabellada esta idea de fumigar con glisfosato y debemos pararlos ya".
Estas son las respuestas que estimulan las propuestas intempestivas que parten desde las oficinas de los funcionarios. Propuestas que no logran consenso, porque surgen unilateralmente, sin consenso y  sin la difusión que el  análisis no sólo de la población sino de los técnicos de  organismos específicamente preparados a tal efecto, deben aportar a la comunidad.

Por eso, el glifosato,  demonizado desde los ámbitos académicos que demostraron que no es tan inocente, es un mal necesario para los productores y el país  desde que somos sojadependientes y necesitamos limpiar los campos para poder cultivar “el yuyo” que tanto ruido y divisas generó y genera. Aumentamos la producción  indudablemente, con rindes alentadores si las condiciones climáticas acompañan, y derribamos los pocos bosques nativos que quedan, expulsamos la hacienda  remanente a las zonas periféricas o a los feedlots subsidiados para los amigos del poder,  y nos centramos en el monocultivo todo por sobrevivir de la mano del alimento que básicamente exportamos a los chinos.

Y ahora después de una dolorosa experiencia de incendios regionales, cuando se perdieron no sólo bienes materiales, sino una importante parte de nuestra flora y fauna regional y aún persisten en nuestras comunidades el horror de las imágenes del cielo negro y las crestas de las sierras ardiendo, con el viento empujando las llamas que avanzaron amenazadoramente sobre las poblaciones, resulta que la propuesta de la provincia es la de prevenir una reiteración   del fenómeno, agitando el cuco de un veneno, que nos hace pensar que la solución es tan poco feliz, como el problema.

Así planteadas las cosas, deberá esclarecerse el panorama recurriendo a los que saben, que son los organismos técnicos con sus profesionales idóneos, y elaborar un plan sistemático de lucha contra el fuego que contemple integralmente la problemática, para no salir con propuestas que obligan al Ministro de Agricultura de la Provincia, Carlos Gutiérrez a retirarla precozmente para enfriar la cancha. Y entonces sí, el funcionario señala que se hará una reunión con los interesados desde la región para analizar la situación.

La gente le está enseñando el camino a los gobernantes. Es necesario actuar con más prudencia  y comunicación con los vecinos, porque en esto de defendernos ya estamos aprendiendo a abrir la boca los propios ciudadanos, que somos los interlocutores olvidados y quienes  sufrimos especialmente las consecuencias de las acciones del gobierno.

El gobierno de la provincia de Córdoba retrocedió un paso, y no es un gesto de debilidad atender las opiniones de las comunidades, en este caso la de los vecinos de Achiras, que aspiran a conservar ese entorno privilegiado en el que viven, y colaborar a mantener la salud de nuestro agredido planeta.

Toda una lección para el ministerio de Gutiérrez  y para la clase dirigente en general

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO


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