Reportaje a Susana Dillon por Luis Zegarra
A 34 años del último golpe de Estado, Susana Dillon remarca que quedan muchas heridas abiertas en el país.
Aunque rechaza los métodos agresivos para llevar adelante reclamos, Susana Dillon asegura que la ausencia de justicia fomenta la aparición de brotes de violencia.
Pese al inmenso dolor provocado por el asesinato de su hija a manos de los militares que tomaron el poder el 24 de marzo de 1976, la escritora riocuartense no quiere represalias. Pide que los genocidas sean juzgados y que cumplan sus condenas en cárceles comunes.
En el espacio de entrevistas realizadas con preguntas formuladas por los usuarios del sitio web de PUNTAL, la referente de la lucha por los Derechos Humanos asegura que existen muchas verdades que permanecen ocultas, sobre las que no se debate ni se conversa.
- ¿Qué siente cada 24 de marzo?
- Es la fecha más aciaga. Pero para mí hay otra peor, que es cuando le tuve que decir a mi nieta: “Tus papás no van a venir, los mataron”. Yo soy de las cree que, por terribles que sean las cosas, hay que decirles siempre la verdad a los chicos. Y ella estaba muy ilusionada con que sus padres iban a venir. Ese día no me lo voy a olvidar así viva mil años. Y eso que tuve suerte, porque ella nació en cautiverio y después me la trajeron. No soy muy creyente, pero fue un milagro que me entregaran la nena y la pudiese criar yo.
- ¿Qué edad tenía su nieta?
- Tendría cuatro años y medio. Nació en el 78, o sea que fue en el 82 u 83.
- Como madre, ¿cómo fue la sensación de perder a su hija?
- El tema es que me fui enterando de a poco, porque fueron tan perversos los militares que no solamente nos asesinaron los hijos, sino que a los padres nos hicieron creer una fábula. Nos decían los habían tratado bien, que si habían tenido que matarlos habían usado una inyección para que no sufrieran. Al otro año nos decían: “Los mataron y los tiraron al lago. Y hubo que ponerles una inyección para que no se dieran cuenta”. Cada vez era un dolor más espantoso. Después supe cómo fue. Y no fue hace tanto. El coronel Bruno Laborda, que fue quien la fue a buscar al Hospital Militar, donde ella había tenido la bebé, cuenta que en el camino aLa Per la le dijo que la iban a fusilar y que le pegaron 26 tiros. De ese cuerpo salió tanta sangre que manchó a todos los que estaban alrededor. Fue un golpe muy duro el que me dieron, al ver la ferocidad que tuvieron ellos, la perversidad inaudita. Después la tiraron en un pozo e incendiaron el cadáver para que no quedara nada de ella. Al tiempo volvieron a sacar ese amasijo de huesos y carne quemada, la molieron y tiraron sus cenizas desde un avión, en las sierras, donde no la podré juntar nunca. Esas son cosas que no se pueden olvidar. Y no se pueden perdonar porque ellos nunca pidieron perdón. Y todavía algún político oportunista viene y dice que hay que terminar con este problema, que hay que perdonar. ¿Cómo vamos a perdonar si ellos no piden perdón y dicen que lo volverían a hacer?
- El ex presidente Duhalde acaba de proponer un nuevo punto final para los juicios a los represores.
- Encima que es un tipo sospechado por el manejo de la droga en el país, ahora quiere esto, ¡lo único que falta es que lo votemos! Estas son las cosas que naturalmente tienen que volver a la superficie y nos tenemos que acordar de no volver a caer en esto.
- Hay un enfoque sobre el golpe del 76 que parece no terminar de advertirse por los distintos sectores sociales. Refiere a que además de los delitos de lesa humanidad, durante los 7 años de dictadura se produjo un increíble desguace del aparato productivo del país. La estructura económica argentina fue arrasada.
- Esa fue la segunda parte, en la que tuvieron que afinar el violín. Para ese fin tenían a un tipo que era de los grandes vendedores del país, como José Martínez de Hoz. Ya su familia tiene una lejana prosapia de ser vendedores del país. Él entregó el país por quinta o sexta vez, porque acá hubo muchos entregadores. Empecemos por Rivadavia, Roca… Nuestra economía fue siempre el cofre del pirata en este reparto dela Ar gentina. Y ahora sigue… Siguen los Gioja en San Juan, los Boudou, los que siempre piensan cómo hacer para disimular el manotón a las cosas que quedan.
- ¿Usted nota que hay una política de continuar entregando el patrimonio?
- Una política totalmente de entrega, no hay ninguna duda… Con Menem a la cabeza, a quien todavía votaron por 10 años. Todas estas cosas hay que repetírselas al pueblo, porque el pueblo tiene una memoria muy mezquina, muy consecuente con los que están destrozando el país. Estas son las cosas que tenemos que seguir conversando. Eso sí, sin odios, sin rencores. No soy de las que buscan venganza. No me quiero parecer a ellos, en nada. Yo no quisiera que esta gente sufra una muerte violenta, que le den lo mismo que les dieron a nuestros hijos. Yo quiero que vivan muchos años, pero dentro de la cárcel. Ni olvido ni perdón, mil años de prisión. Pero presos como los tienen en las cárceles locales.
- Se dice que los Kirchner se han apropiado de varias consignas de la lucha por los Derechos Humanos, pero para darle un fin meramente político.
- Está totalmente a la vista. No hay que ser un cerebro para darse cuenta.
- En ese contexto, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo aparecen en muchas situaciones públicas cerca del Gobierno. Se dice que el oficialismo las busca para legitimar algunas medidas, por lo que su lucha ha perdido credibilidad. ¿Usted que piensa?
- Quisiera no hablar de Madres y Abuelas, porque siento vergüenza ajena.
- ¿Qué opina de la gente inocente muerta en los 70 por acciones de grupos terroristas?
- Están en su derecho de pedir justicia. Aquellos hicieron algo que también deploro: la violencia. Deploro la violencia, tanto como despegarse del pueblo. Muchos de los que anduvieron en estas cosas no eran inocentes. Pero los milicos agarraban al que era, al que no era, al que tal vez y al que por las dudas. Yo no quiero decir que mi hija era una santa, pero nunca la vi empuñar un arma y durante mucho tiempo estuve constantemente con ella, especialmente cuando estaba embarazada, con un embarazo difícil. Estas cosas son terribles. Cuando me dicen que cae un policía, yo lo siento, es un ser humano, no lo asocio al que está en la vereda de enfrente.
- ¿Poner a las fuerzas de seguridad en un bando opuesto al del ciudadano común también es una consecuencia de los regímenes instalados en Sudamérica durante los 70?
- Sí. Todo estaba fríamente calculado. Mientras más grande es el crimen, más asusta, así se siembra el terror. Si a mí me hubiesen dicho que yo tenía que presenciar el fusilamiento de mi hija y de mi yerno en una plaza pública, después de un juicio hecho con todas las leyes, ahora estaría callada. Pero prefirieron la noche, la oscuridad, el rapto, el silencio, la mentira… Cuando iba a preguntar por mis hijos, en el lugar donde estaban, me decían: “Señora, deben estar en el Caribe, disfrutando del mar”. Fijate que en el caso de Ale Flores la policía le mintió a la madre. Y esa madre, sin un peso anduvo peleando para conseguir información… Y hasta se fue a Chile, porque le decían que el chico estaba allá, que se lo habían dado a no sé quién. La mentira es algo tan indignante, es algo tan nocivo para este país…
- Hablando de violencia, le preguntan qué opina de la metodología violenta que emplean algunos grupos para reclamar por los Derechos Humanos, como ejemplo Quebracho.
- Antes de ponerme violenta y salir a romper vidrios y correr gente, a mí me viene mejor sentarme a escribir. Ahora, te digo que a algunos el escrache les viene bien. Porque por lo menos se cuidan de andar por la calle, porque la gente les dice en la cara lo que piensa. Cuando no hay justicia se producen todas estas cosas, por eso hay que clamar y exigir justicia. Si no, la gente se arma y hace justicia por su propia mano. Y ese es un peligro inmenso. Yo no quiero violencia, sí la lucha señalando lo que están haciendo. Decir de frente todas las cosas que se están haciendo mal, sin ofuscarnos, sin ataques, pero con voz firme y continuidad.
Los gremialistas y la patronal
Docente de alma, Dillon también manifiesta su preocupación por la educación, sus instituciones, sus representantes y su metodología.
“¿Dónde se fue la educación argentina, que era la primera en Latinoamérica durante muchos años, en la época del Instituto Pizurno, de las escuelas normales? El responsable fue Menem, que dijo que la educación no da réditos. Estas son cosas que no debemos descuidar. Se pide una educación con buenos sueldos, pero hasta los gremialistas están entregados. El último punto del escalafón ya no es ser inspector general, es ser funcionario. Los de UEPC han pasado a ser ministros, como Grahovac, o diputados, como Nebreda. AsÍ terminan yendo para la patronal. Es vergonzoso. Debemos recuperar el viejo camino. Habrá algunas piedra, pero tenemos que tener el ojo listo para no golpearnos tantas veces.
Doble discurso
Días atrás, Susana Dillon envió una carta al diario denunciando que los presos dela Pe nitenciaría se encuentran alojados en pésimas condiciones.
En el curso de la charla, la escritora volvió a referirse al tema.
“Es inhumano el modo en que tienen a los presos en la cárcel local. Como no hay suficientes sanitarios, hacen sus necesidades en una bolsa de plástico, la anudan y después la tiran a los corredores. Y eso está todo el día, hasta que vienen y se lo llevan.
Entonces nos dicen muy lindos discursos sobre los Derechos Humanos, pero no me convencen cuando conozco estas cosas. Los jueces tienen que venir a ver estas cosas. Hace más de cuatro meses que no tienen un psiquiatra y no pueden nombrar un reemplazante. Dicen los presos que no les dan medicamentos. Lo que sí les dan es drogas, fármacos, los dopan para que no joroben. Esas son las cosas que me ponen muy alerta. Porque los políticos nos han dicho tantas mentiras respecto de lo que iban a hacer con la cárcel. Recordemos que en algún momento nos dijeron que la iban a convertir en un geriátrico. ¡Así nos iban a terminar de matar a los viejos! ¡Era ridículo que a ese edificio, que está traspasado de dolor humano, se lo den a aquellos que tienen que vivir sus últimos días! Más vale que no se concretó. Una cárcel tiene que ser un lugar seguro y limpio, como dicela Cons titución. Y que el preso no esté allí solamente para purgar su delito, sino para corregirse”.
- Semanas atrás se conoció un caso en la alcaidía dela Uni dad Departamental 9 que de confirmarse sería gravísimo. Hay policías imputados por abuso sexual y por venta de medicamentos y alcohol a los presos.
- Es una burla. No sé cómo no los sacan de las pestañas a esos sujetos y a sus superiores, que son los responsables. Y sobre todo los políticos. ¿Dónde están que no van a ver esto? ¿Quieren que la gente tome el buen camino y les dan esta cruz de tener que estar viviendo con sus desechos? Es espantoso. Hemos retrocedido 200 años. ¡Los ponen en mazmorras más inmundas y quieren que se regeneren!
Pese al inmenso dolor provocado por el asesinato de su hija a manos de los militares que tomaron el poder el 24 de marzo de 1976, la escritora riocuartense no quiere represalias. Pide que los genocidas sean juzgados y que cumplan sus condenas en cárceles comunes.
En el espacio de entrevistas realizadas con preguntas formuladas por los usuarios del sitio web de PUNTAL, la referente de la lucha por los Derechos Humanos asegura que existen muchas verdades que permanecen ocultas, sobre las que no se debate ni se conversa.
- ¿Qué siente cada 24 de marzo?
- Es la fecha más aciaga. Pero para mí hay otra peor, que es cuando le tuve que decir a mi nieta: “Tus papás no van a venir, los mataron”. Yo soy de las cree que, por terribles que sean las cosas, hay que decirles siempre la verdad a los chicos. Y ella estaba muy ilusionada con que sus padres iban a venir. Ese día no me lo voy a olvidar así viva mil años. Y eso que tuve suerte, porque ella nació en cautiverio y después me la trajeron. No soy muy creyente, pero fue un milagro que me entregaran la nena y la pudiese criar yo.
- ¿Qué edad tenía su nieta?
- Tendría cuatro años y medio. Nació en el 78, o sea que fue en el 82 u 83.
- Como madre, ¿cómo fue la sensación de perder a su hija?
- El tema es que me fui enterando de a poco, porque fueron tan perversos los militares que no solamente nos asesinaron los hijos, sino que a los padres nos hicieron creer una fábula. Nos decían los habían tratado bien, que si habían tenido que matarlos habían usado una inyección para que no sufrieran. Al otro año nos decían: “Los mataron y los tiraron al lago. Y hubo que ponerles una inyección para que no se dieran cuenta”. Cada vez era un dolor más espantoso. Después supe cómo fue. Y no fue hace tanto. El coronel Bruno Laborda, que fue quien la fue a buscar al Hospital Militar, donde ella había tenido la bebé, cuenta que en el camino a
- El ex presidente Duhalde acaba de proponer un nuevo punto final para los juicios a los represores.
- Encima que es un tipo sospechado por el manejo de la droga en el país, ahora quiere esto, ¡lo único que falta es que lo votemos! Estas son las cosas que naturalmente tienen que volver a la superficie y nos tenemos que acordar de no volver a caer en esto.
- Hay un enfoque sobre el golpe del 76 que parece no terminar de advertirse por los distintos sectores sociales. Refiere a que además de los delitos de lesa humanidad, durante los 7 años de dictadura se produjo un increíble desguace del aparato productivo del país. La estructura económica argentina fue arrasada.
- Esa fue la segunda parte, en la que tuvieron que afinar el violín. Para ese fin tenían a un tipo que era de los grandes vendedores del país, como José Martínez de Hoz. Ya su familia tiene una lejana prosapia de ser vendedores del país. Él entregó el país por quinta o sexta vez, porque acá hubo muchos entregadores. Empecemos por Rivadavia, Roca… Nuestra economía fue siempre el cofre del pirata en este reparto de
- ¿Usted nota que hay una política de continuar entregando el patrimonio?
- Una política totalmente de entrega, no hay ninguna duda… Con Menem a la cabeza, a quien todavía votaron por 10 años. Todas estas cosas hay que repetírselas al pueblo, porque el pueblo tiene una memoria muy mezquina, muy consecuente con los que están destrozando el país. Estas son las cosas que tenemos que seguir conversando. Eso sí, sin odios, sin rencores. No soy de las que buscan venganza. No me quiero parecer a ellos, en nada. Yo no quisiera que esta gente sufra una muerte violenta, que le den lo mismo que les dieron a nuestros hijos. Yo quiero que vivan muchos años, pero dentro de la cárcel. Ni olvido ni perdón, mil años de prisión. Pero presos como los tienen en las cárceles locales.
- Se dice que los Kirchner se han apropiado de varias consignas de la lucha por los Derechos Humanos, pero para darle un fin meramente político.
- Está totalmente a la vista. No hay que ser un cerebro para darse cuenta.
- En ese contexto, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo aparecen en muchas situaciones públicas cerca del Gobierno. Se dice que el oficialismo las busca para legitimar algunas medidas, por lo que su lucha ha perdido credibilidad. ¿Usted que piensa?
- Quisiera no hablar de Madres y Abuelas, porque siento vergüenza ajena.
- ¿Qué opina de la gente inocente muerta en los 70 por acciones de grupos terroristas?
- Están en su derecho de pedir justicia. Aquellos hicieron algo que también deploro: la violencia. Deploro la violencia, tanto como despegarse del pueblo. Muchos de los que anduvieron en estas cosas no eran inocentes. Pero los milicos agarraban al que era, al que no era, al que tal vez y al que por las dudas. Yo no quiero decir que mi hija era una santa, pero nunca la vi empuñar un arma y durante mucho tiempo estuve constantemente con ella, especialmente cuando estaba embarazada, con un embarazo difícil. Estas cosas son terribles. Cuando me dicen que cae un policía, yo lo siento, es un ser humano, no lo asocio al que está en la vereda de enfrente.
- ¿Poner a las fuerzas de seguridad en un bando opuesto al del ciudadano común también es una consecuencia de los regímenes instalados en Sudamérica durante los 70?
- Sí. Todo estaba fríamente calculado. Mientras más grande es el crimen, más asusta, así se siembra el terror. Si a mí me hubiesen dicho que yo tenía que presenciar el fusilamiento de mi hija y de mi yerno en una plaza pública, después de un juicio hecho con todas las leyes, ahora estaría callada. Pero prefirieron la noche, la oscuridad, el rapto, el silencio, la mentira… Cuando iba a preguntar por mis hijos, en el lugar donde estaban, me decían: “Señora, deben estar en el Caribe, disfrutando del mar”. Fijate que en el caso de Ale Flores la policía le mintió a la madre. Y esa madre, sin un peso anduvo peleando para conseguir información… Y hasta se fue a Chile, porque le decían que el chico estaba allá, que se lo habían dado a no sé quién. La mentira es algo tan indignante, es algo tan nocivo para este país…
- Hablando de violencia, le preguntan qué opina de la metodología violenta que emplean algunos grupos para reclamar por los Derechos Humanos, como ejemplo Quebracho.
- Antes de ponerme violenta y salir a romper vidrios y correr gente, a mí me viene mejor sentarme a escribir. Ahora, te digo que a algunos el escrache les viene bien. Porque por lo menos se cuidan de andar por la calle, porque la gente les dice en la cara lo que piensa. Cuando no hay justicia se producen todas estas cosas, por eso hay que clamar y exigir justicia. Si no, la gente se arma y hace justicia por su propia mano. Y ese es un peligro inmenso. Yo no quiero violencia, sí la lucha señalando lo que están haciendo. Decir de frente todas las cosas que se están haciendo mal, sin ofuscarnos, sin ataques, pero con voz firme y continuidad.
Los gremialistas y la patronal
Docente de alma, Dillon también manifiesta su preocupación por la educación, sus instituciones, sus representantes y su metodología.
“¿Dónde se fue la educación argentina, que era la primera en Latinoamérica durante muchos años, en la época del Instituto Pizurno, de las escuelas normales? El responsable fue Menem, que dijo que la educación no da réditos. Estas son cosas que no debemos descuidar. Se pide una educación con buenos sueldos, pero hasta los gremialistas están entregados. El último punto del escalafón ya no es ser inspector general, es ser funcionario. Los de UEPC han pasado a ser ministros, como Grahovac, o diputados, como Nebreda. AsÍ terminan yendo para la patronal. Es vergonzoso. Debemos recuperar el viejo camino. Habrá algunas piedra, pero tenemos que tener el ojo listo para no golpearnos tantas veces.
Doble discurso
Días atrás, Susana Dillon envió una carta al diario denunciando que los presos de
En el curso de la charla, la escritora volvió a referirse al tema.
“Es inhumano el modo en que tienen a los presos en la cárcel local. Como no hay suficientes sanitarios, hacen sus necesidades en una bolsa de plástico, la anudan y después la tiran a los corredores. Y eso está todo el día, hasta que vienen y se lo llevan.
Entonces nos dicen muy lindos discursos sobre los Derechos Humanos, pero no me convencen cuando conozco estas cosas. Los jueces tienen que venir a ver estas cosas. Hace más de cuatro meses que no tienen un psiquiatra y no pueden nombrar un reemplazante. Dicen los presos que no les dan medicamentos. Lo que sí les dan es drogas, fármacos, los dopan para que no joroben. Esas son las cosas que me ponen muy alerta. Porque los políticos nos han dicho tantas mentiras respecto de lo que iban a hacer con la cárcel. Recordemos que en algún momento nos dijeron que la iban a convertir en un geriátrico. ¡Así nos iban a terminar de matar a los viejos! ¡Era ridículo que a ese edificio, que está traspasado de dolor humano, se lo den a aquellos que tienen que vivir sus últimos días! Más vale que no se concretó. Una cárcel tiene que ser un lugar seguro y limpio, como dice
- Semanas atrás se conoció un caso en la alcaidía de
- Es una burla. No sé cómo no los sacan de las pestañas a esos sujetos y a sus superiores, que son los responsables. Y sobre todo los políticos. ¿Dónde están que no van a ver esto? ¿Quieren que la gente tome el buen camino y les dan esta cruz de tener que estar viviendo con sus desechos? Es espantoso. Hemos retrocedido 200 años. ¡Los ponen en mazmorras más inmundas y quieren que se regeneren!
Fuente: Puntal
muy buena nota!!!!
ResponderEliminar¿Qué opinarán los que están como Duhalde a favor de tapar toda la porquería del Proceso, después de leer notas como éstas?
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