Inflación: La verdad de la milanesa

El verano está calentito en todo sentido, pero la gente que ya creó anticuerpos ante las crisis recurrentes y  los enredos de los gobiernos y oposiciones de turno,  así sabe con sentido común poner las cosas en su lugar y priorizar   en este momento del  año el ocio a que invitan las altas temperaturas al agobio que genera interiorizarse de las noticias de  las  distintas medidas de gobiernos ya sean nacional, provincial o municipal. Es una forma de poner paréntesis y prepararse para el verdadero arranque del año, que se da cuando el cimbrón del ciclo lectivo despabila a los remisos a caer en la realidad. Por ahora  algunos adelantos del panorama que se viene lo vamos teniendo y las primeras en la línea de fuego para hacerle frente a la realidad son las sufridas e infatigables amas de casa.

Entonces cuando el INDEC nos señala que el índice del costo de vida fue de 0,9 % en diciembre  y el acumulado de todo el año 2009 llegó al 7,7%,  le podrá creer algún ingenuo que no maneja ninguna economía pero que a las señoras que se ocupan de las cuestiones domésticas no se lo hacen creer, téngalo por seguro.

La rutina diaria de las compras para la casa es una práctica que entrena, agiliza y despereza neuronas. Permite así mismo no sólo comparar precios, sino y fundamentalmente intercambiar opiniones y  así conformar ese mentado “mercado interno” y la consabida “opinión pública”. El mercado popular, tradicional fuente de información, dice lo que el INDEC no reconoce, y los especialistas comentan con términos técnicos. Y es ese mercado popular el que  está expresando  un creciente malhumor porque los precios se han ido para arriba en un viaje al que no se le  vislumbra un regreso cercano, determinando  una  realidad  difícil de afrontar que obliga a estirar con mucho esmero los ingresos para satisfacer las necesidades básicas del mantenimiento de un grupo familiar. No hablemos ya de hacer inversiones o ahorrar.

Los alimentos encabezan la lista, y en el país de las vacas los lácteos son un privilegio que no están al alcance de muchísimos niños argentinos, que como siempre son los primeros a la hora de pagar el déficit de alimentación. Y esta situación recurrente es una vergüenza a la que ya nos acostumbramos.

El asadito es un lujo  del que nos cuesta despedirnos, y  el señor que agasaja a su familia con la parrilla bien cargada el mediodía dominguero, sabe de qué estamos hablando. Estamos entonces según los asadores, más cerca de la falda que de la costilla.

Si pasamos a otro rubro, los medicamentos tienen un costo escalofriante. Si Ud. no lo computa a este dato, es porque goza de buena salud. Pero si quiere saber lo que realmente pasa acérquese a cualquier jubilado y pregúntele cuánto de su haber se le va en gastos de farmacia. Es impensable creer que puedan subsistir con esta pesada mochila, los que reciben un haber mínimo.

Y el combustible volvió al valor histórico de la convertibilidad, un litro de nafta igual a un dólar. Los paseos tienen su costo, no hubo grandes aumentos, pero si un sostenido incremento, que se dio suavecito…lentamente. O si quiere “sin prisa, pero sin pausa”. Por ende los  boletos de transporte  se fueron para arriba a pesar de tanto subsidio, en todos los órdenes, por cierto también en nuestra ciudad.

Sigamos, los aumentos tarifarios ya anuncian un 15% en las boletas de luz, según EPEC.

Y es sólo el comienzo. Porque el trasfondo de la crisis del banco Central, nos hace entrever que de nuevo estamos gastando más de lo que tenemos, y la inflación ya dejó de ser un fantasma para  pasearse indisimuladamente por todo el país,  y no hay explicación, ni estadística que lo pueda negar.

Así, con este panorama hay que distenderse parar afrontar lo que promete este recién llegado año. A lo mejor tiene razón el secretario Gremial de la CGT, Omar Viviani quien optimista vaticinó que este 2010 será “excelente para la economía argentina”, así como evalúa “que no habrá conflictos en materia de reclamos salariales”. Viviani dijo “No creo que sea un año conflictivo. Va a haber discusiones por salarios y otros temas, pero va a ser tranquilo como el 2009”.

¿Estaremos viviendo en el mismo país que este dirigente, o estamos viendo otra película? Ojalá sus predicciones se cumplan, Viviani, no sabe cuánto nos alegraríamos.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO