El anhelado Día de Reyes está próximo y en la víspera es necesario renovar la candidez infantil para que desde el mundo adulto podamos creer en las bondades que pretenden “regalarnos” los anuncios y previsiones para este recién comenzado 2010 desde los círculos oficiales sea de cualquier orden: municipal, provincial o nacional.
Todo va a andar bien, todo va a ser mejor. Veamos, la Municipalidad va a abrir nuevos frentes de obras, pero no termina los anteriores y las cuentas están tan bien que expresa Guillermo Mana, el Secretario de Economía: “No podemos pagar la deuda si no emitimos títulos”, enfáticamente sostiene sus argumentos defendiendo el plan aceptado y fuertemente cuestionado desde el legislativo. Mientras tanto la economía de la ciudad cayó por tercer trimestre consecutivo 9,8 % de acuerdo a los datos suministrados desde el Municipio, y es bastante elocuente el decrecimiento en la construcción del orden del 48,9 %, como actividad generadora de trabajo. Si piensa el intendente Jure en ayudas desde la Nación, debe recapacitar cuando solo recibió en 18 meses de gestión 3 de 45 millones que esperaba en ese lapso. Entonces con deudas y menos ingresos prometer obras es por lo menos, arriesgado.
El sostén de nuestra economía hace agua, es decir el agro está padeciendo las desventajas de tanta copiosa lluvia, y así hay miles de hectáreas inundadas, para comenzar 100.000 Has. en Laboulaye. La Cautiva está amenazada por el agua, y en Mackenna las condiciones de vida de la población determinaron que se decretara la emergencia sanitaria debido a que el aumento de las capas freáticas causa el rebasamiento de los pozos negros.
Rutas provinciales en malas condiciones, banquinas sin mantenimiento, caminos rurales intransitables, poblaciones anegadas, conforman un panorama que no se puede atribuir exclusivamente al cambio climático y las precipitaciones importantes de los últimos días sino que estas circunstancias descubren un déficit crónico de obras de infraestructura que nunca se realizaron, y por cuya demanda no se escuchó a los pobladores y productores. Hace falta recorrer el campo, y ver cómo está todo para entender que desde los despachos no se puede planificar sin conocer y escuchar para poder así distribuir recursos no sólo con racionalidad si no fundamentalmente con honestidad.
Si Jure recibió sólo el 6,6% de lo que se le prometió desde la Nación ¿No es demasiado osado pretender abrir 20 frentes de obras, para lo cual tiene cifrada su esperanza en los recursos del fondo sojero?
Cuando perdimos la ilusión que despertaban los tiernos sueños de la infancia, y aprendimos que debemos tener los pies en la tierra y bien puestos para llevar adelante la economía doméstica que nos permita a los laburantes llegar a fin de mes, observar este manejo de los fondos públicos, con tanto discurso que suena por lo menos insensato, mientras nuestra gente continúa padeciendo por lo que desde siempre se promete y no se cumple, adoleciendo de los servicios básicos no sólo en las ciudades sino en muchos de los pequeños pueblos como son los servicios de agua potable, cloacas, y de caminos no sólo para comunicarse con el mundo sino también para sacar la producción que abastezca al monstruo insaciable que con su burocracia y corrupción todo lo devora, realmente creer que van a hacer lo que realmente necesitamos ante esta realidad que habla por sí sola es como para pensar que los que nos gobiernan entienden que creemos en los Reyes Magos.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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