Buscar en este blog

6 nov 2009

Un “Gato” riocuartense tristemente célebre





El  segundo juicio por los delitos de lesa humanidad que comenzó a fines de octubre en la ciudad de Córdoba, está en curso. Así nos enteramos  cómo se desarrollan las jornadas del mismo y  que  ayer 5 de noviembre en la octava audiencia del proceso oral y público,  las víctimas  Raúl Ernesto Morales Luis Urquiza reconocieron al ex cabo del Departamento de Investigaciones de la  D2 de la Policía,  Miguel Ángel Gómez (a) "el Gato", como integrante de las brigadas de exterminio que funcionaban en ese centro  de detención clandestino provincial.

Así mismo Morales lo acusó ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 de haber liderado sesiones de tortura en 1976.

El imputado Miguel Ángel Gómezes producto de nuestro medio ya que  refiere la crónica  periodística:

      Que nació el 20 de Marzo de 1947, en la ciudad de Río Cuarto.
      Que como cabo de la D2 integraba la “patota” que secuestraba y torturaba 
      a    detenidos
      Que se jactaba de utilizar con precisión los métodos de tortura
      Que nunca había llegado a matar a un detenido por la habilidad 
      con que aplicaba los tormentos.
      Que se dejó ver por sus prisioneros y es recordado   por
      numerosos sobrevivientes    del centro clandestino que funcionaba en la D2.

 Cuando fue mencionado por las víctimas,  Gómez dijo ante el juzgado:
      Que en 1976, él era sólo agente por lo que no tenía rango para
      ordenar ninguna      acción
     “Nunca vi que se torturara a nadie en la D2 y yo nunca cometí una tortura”

Quienes brindaron los testimonios

Luis Alberto Urquiza 
Raúl Ernesto Morales

Luis Alberto Urquiza 

Ingresó a la Policía en 1974 y tras un paso fugaz de dos meses por el Departamento de Inteligencia Policial (D2) fue detenido el 12 de noviembre de 1976, al ser considerado ¨subversivo” por su condición de estudiante de Psicología. 
Urquiza pudo sobrevivir al sistema represivo al exiliarse en Dinamarca cuando en setiembre de 1978 recupera la libertad, lugar en donde hoy sigue residiendo porque a pesar de haber retornado al país tuvo un ¨segundo exilio en democracia” en 1993 por ¨intimidaciones y amenazas” que recibió al denunciar la situación de activos de muchos de los ¨policías represores” en esa época. 


 En su paso por la D2 pudo conocer que ese organismo dependía directamente de la Jefatura de Policía y del Área 311 a cargo de Menéndez. ¨La Policía y el Ejército trabajaban coordinadamente” para liberar las zonas y realizar los secuestros planificados".

También expresó que en la temible D2, a cargo entonces de Raúl Pedro Telleldín, trabajaban las ¨brigadas o patotas” que eran los grupos de tareas que ¨tenían todo el poder para traer gente de la calles y decidir el destino de esas personas que secuestraban o detenían”. 

Asimismo, precisó que fue torturado por Miguel Angel Gómez, el ‘gato' o ‘sargento', quien está imputado junto a Menéndez en la causa Morales que empezó a debatirse luego de culminar en la jornada de ayer las testimoniales en la causa Albareda.

Raúl Ernesto Morales,.
 
Sobreviviente de la D2,  un albañil y militante justicialista que tenía 26 años cuando en la medianoche del 22 de marzo de 1976, fue secuestrado de su casa en la localidad de Santa Rosa de Calamuchita.

Estuvo diez días secuestrado en el edificio del Departamento e Informaciones Policiales (D2), donde permaneció ¨vendado, atado de pies y manos, golpeado severamente, atormentado en condiciones infrahumanas¨, relató Morales que en todo momento se mostró en un estado de sensibilidad extrema al traer a su memoria esos momentos.


¨Yo era un humilde albañil que vivía de mi trabajo y también tenía inquietud en poder ser útil en algo dentro de la comunidad, pero nunca entendí por qué destruyeron mi vida si nunca hice nada malo¨, manifestó Morales ante el tribunal , un hombre con visibles secuelas físicas y psicológicas del terror que vivió hace 33 años. ¨Pensaba que me podían matar, pero también pensaba que yo no merecía morir así porque era un hombre de trabajo y no le había hecho mal a nadie¨, afirmó.

Luego de pasar por dos penitenciarías cordobesas y brevemente por un penal de La Plata, el 28 de noviembre de 1978, tras haber sido declarado inocente de los cargos de subversivo por la Justicia, fue puesto en libertad.


Tres años después pierde la funcionalidad de sus riñones, además de sufrir otras secuelas físicas y psicológicas por los golpes, y es sometido a un trasplante renal que aporta como donante una de sus hermanas.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

Fuentes: Diarios La Voz del Interior y  La mañana, de Córdoba - Puntal de Río Cuarto


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.