Por estos días en la ciudad el número de
accidentes ocasionados por los motociclistas y sus consecuencias fatales, es
motivo de análisis y consulta a distintos referentes.
Lo interesante es que este tema que
genera tan luctuosas consecuencias fuera tomado con toda seriedad por las autoridades del área bajo cuya responsabilidad
está el control del tránsito y también por las otras fuerzas que conforman el
gobierno municipal para poder diseñar realmente un plan que conforme un
compromiso continuo como política de estado.
Para lograr tal fin y dado la
multicausalidad del problema es necesario que se abra el debate a los distintos sectores que tienen que ser
escuchados y que deben comprometerse en lograr algo más que medidas de control
de orden leglislativo. Ya la experiencia brinda datos contundentes de cómo las
normas no se cumplen. Somos especialistas en no cumplir las ordenanzas, sobre todo
las de tránsito. Si así actuamos los mayores es bastante utópico pretender que
los más jóvenes actúen respetándolas. Por ejemplo: el uso del casco no logró
una adhesión mayoritaria, y no se escatimaron esfuerzos, aún comprometiendo a
sectores que no necesariamente tendrían que tener tareas de control como los playeros de las
estaciones de servicio. A este factor de riesgo se suma la forma de conducir
intempestiva y el consumo de alcohol que está presente en buena parte de los
que ocasionan accidentes de tránsito. Todo está regulado por la legislación y
hasta acá el problema no sólo no cede sino que se incrementa.
Los cambios vienen en general cuando la
población toma conciencia de las situaciones consideradas y sólo se logra en
base a la educación que debe crear
hábitos y posibilitar así prever está verdadera tragedia urbana cuyas
consecuencias no sólo deja muertos sino discapacidades múltiples. Es entonces
necesario trabajar el tema con la población de riesgo especialmente con los
adolescentes, sabemos por ejemplo es demasiado el número de ellos que no están
escolarizados ¿Cómo llegar así a hacerlos reflexionar si no están dentro del
sistema y en el lugar donde se pueden debatir estas inquietudes cómo es la
escuela? Son precisamente de los barrios periféricos desde donde parten la
mayor parte de motoqueros que ruidosamente hacen gala de sus pericias al
volante y son también los más vulnerables cómo sospechosos de la delictividad
sobre dos ruedas.
El
rol que juega la familia es fundamental y es la autoridad de los padres la
primera que debe poner límites, así como las tareas que en los barrios se puede
y debe brindar desde las entidades barriales. Pero hace falta mucho trabajo en
terreno y eso no siempre es fácil de lograr, hay que destinar recursos a planes
coherentes y eficientemente coordinados. Si se trabajara más y mejor en los
barrios se conocería también mejor la problemática que se busca resolver en los
despachos oficiales.
Otra variable de análisis es el problema
del transporte público en nuestro medio. Las motos son un medio de movilidad
accesible, al alcance de gran parte de las familias, por lo tanto en una ciudad
con un sistema de transporte que deja mucho que desear en cuanto a recorridos, frecuencias
y costos crecientes, no puede asombrarnos que familias enteras se suban intrépidamente
a una moto y solucionen así sus traslados. No decimos nada nuevo, sólo basta
con observar nuestras calles. El riesgo demás está decirlo, es enorme y duele
mucho ver como los vecinos recurren a esta solución tan precaria para poder
movilizarse.
Muchas motos, conducción riesgosa, falta
de previsión en el resguardo de la propia vida y de los terceros, con las
consiguientes pérdidas humanas y secuelas trágicas duras de sobrellevar para
las familias, conforman un problema social grande que en definitiva terminamos
pagando entre todos, porque además y no es poco los servicios sanitarios deben
satisfacer una demanda creciente de atención de grandes costos.
El problema es tema de análisis, lo que
no es poco. Sería interesante que nos comprometiéramos responsablemente todos
en aportar para las soluciones, pero a no dudarlo los primeros que deben actuar
son las autoridades que nos representan.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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