Estoy
convencido que la pasión del mando es, en general, lo que con más imperio
domina al hombre.
Antes sacrificaría mi existencia que echar una mancha sobre mi vida
pública que se pudiera interpretar por ambición.
La ilustración y fomento de las letras es la llave
maestra que abre la puerta de la abundancia y hace felices a los pueblos.
La moderación y la buena fe, tales los fundamentos
sobre los que apoyo mis esperanzas de ver estrechados los vínculos sagrados que
nos unen, y de no aventurar un solo paso que pueda romperlos o debilitarlos.
Deseo
que todos se ilustren en los sagrados derechos que forman la esencia de los
hombres libres.
Mis
necesidades están más que suficientemente atendidas con la mitad del sueldo que gozo.
La
seguridad individual del ciudadano y la de su propiedad deben constituir una de
las bases de todo buen gobierno.
Dios
conserve la armonía, que es el modo de que salvemos la nave.
No
se debe hacer promesa que no se pueda o no se deba cumplir.
El
empleo de la fuerza, siendo incompatible con nuestras instituciones, es, por
otra parte, el peor enemigo que ellas tienen.
Mi
barómetro para conocer las garantías de tranquilidad que ofrece un país las
busco en el estado de su hacienda pública y, al mismo tiempo, en las bases de
su gobierno.
Todo
buen ciudadano tiene una obligación de sacrificarse por la libertad de su país.
Mi
objeto desde la revolución no ha sido otro que el bien y felicidad de nuestra
patria y al mismo tiempo el decoro de su administración.
Cada
gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al
corazón.
En el último rincón de la tierra en
que me halle estaré pronto a sacrificar mi existencia por la libertad.
Al
americano libre corresponde trasmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración
de sus derechos.
Tiempo
ha que no me pertenezco a mí mismo, sino a la causa del continente americano.
Divididos
seremos esclavos, unidos estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo,
depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor.
Por inclinación y principios amo el gobierno republicano
y nadie, nadie lo es más que yo.
Para
defender la libertad se necesitan ciudadanos, no de café, sino de instrucción y
elevación moral.
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