Una nueva derivación del caso Dalmasso es el
reciente fallo judicial en contra del periodista Hernán Vaca Narvaja, por el
cual la justicia le ordena pagar en 10
días 155 mil pesos de resarcimiento económico a Marcelo, Facundo y Valentina
Macarrón por presunto daño moral, y 80 mil pesos en honorarios a abogados,
cifra que actualizada asciende a los 514.538 pesos.
El fallo retrotrae a los riocuartenses a esa etapa
que siguió al asesinato de Nora Dalmasso y no deja de sorprender. Resulta que
en este especial laberinto judicial por el que transcurrió y transcurre la
investigación del crimen en donde nada quedó claro, la única sentencia hasta
la fecha fue para un periodista, por daño moral a la familia de la víctima desde la revista El
Sur publicación que está bajo la responsabilidad
de Vaca Narvaja.
Un fallo de tal naturaleza no siembra sino más
dudas que certeza, y es muy atendible considerar que las expresiones del
periodista ante este estado de cosas, no hacen más que colocarnos ante nuevas
sospechas de la fuerza corporativa con que se actúa desde los distintos poderes
de la provincia, en este caso el Judicial.
Dice Vaca Narvaja,: ”El fallo de esta jueza es un
mensaje mafioso de la corporación judicial de Río Cuarto”. “Debo pagar más de
medio millón de pesos a una familia que tuvo a uno de los demandantes como
imputados, es decir, por el homicidio de Nora Dalmasso durante 4 años, y debo
pagarle al hombre cuyo material genético fue hallado en la escena del crimen y
en el cuerpo de la víctima que es Marcelo Macarron, esto es el corolario de
casi 7 años de impunidad, y es un mensaje mafioso del poder y la corporación
judicial no para censurar a la revista El Sur, sino para liquidar a la revista
y a Hernán Vaca Narvaja, porque se imaginaran que no solo no estoy en
condiciones de pagar este monto, sino que también tengo mi casa embargada y si
esto se ejecuta yo me voy de patitas en la calle debajo de un puente con toda
mi familia”.
En la investigación del asesinato fue posible
advertir toda serie de irregularidades a tal punto que la gente en la calle
evitó que un “perejil” fuera responsabilizado por un crimen, no quepa duda que
daños morales se le hicieron a muchos pero han
quedado barridos bajo la alfombra generosa de la impunidad, mientras un
periodista queda cómo blanco en una parafernalia mediática y es el chivo
expiatorio con el que se pretendería demostrar la equidad de la Justicia. Nos debería mover a reflexión esta sociedad nuestra en la que los asesinatos no son esclarecidos
y los condenados son los mensajeros.
Declaraciones a medios locales de Hernán Vaca Narvaja
CIUDADANOS
AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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