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16 dic 2011

Reconocimiento a los referentes de Derechos Humanos por la UNC

La Universidad Nacional de Córdoba, reconoció la trayectoria de los referentes provinciales en  la lucha por la divulgación y vigencia de los Derechos Humanos, distinguiendo a quienes tiene una trayectoria reconocida de compromiso que amerita este homenaje. La página de la UNC hace refererencia al acto que tuvo lugar en el Pabellón Argentina el pasado 14 de diciembre, lo invitamos a conocer detalles del mismo

Sentido homenaje de la UNC a referentes de los Derechos Humanos en Córdoba

En una ceremonia profundamente emotiva, la Casa de Trejo distinguió a más de 70 personas por su labor y compromiso sostenido en defensa de los derechos humanos. Fue un momento de reencuentro para quienes, desde sus trágicas experiencias personales y desde sus lugares de familiares, académicos, profesionales, intelectuales y dirigentes sociales o sindicales forman parte de un colectivo que jamás claudicó en su demanda de memoria, verdad y justicia. “Detrás de cada uno de ustedes hay una historia, una trayectoria y un aporte concreto que agradecer”, valoró la rectora Carolina Scotto.

En el marco de las actividades organizadas para recordar el Día de los Derechos Humanos, que se conmemora el 10 de diciembre, la Universidad Nacional de Córdoba distinguió a 77 personas por su denodado esfuerzo en la defensa y promoción de los derechos humanos en el ámbito provincial. Se trata de integrantes de distintas organizaciones sociales, familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas, de víctimas de la represión y ciudadanos comprometidos con el reclamo por la memoria, la verdad y la justicia.
A ellos se les concedió la distinción por haber contribido a crear conciencia sobre la temática e impulsar los juicios a los responsables de las violaciones de los derechos humanos durante la última dictadura en Argentina.
El acto, realizado en el Patio de las Palmeras “Rector Arquitecto Luis Rébora”, en el corazón del Pabellón Argentina, tuvo un sentido tono emotivo, principalmente porque posibilitó el reencuentro de quienes –desde distintos lugares y desde hace décadas– transitan un camino común, comparten una convicción, una historia similar y aún sienten el dolor infranqueable de las ausencias.
En las palabras de apertura Emilia D´Ambra, de Familares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas (Córdoba), agradeció el reconocimiento y aclaró: “Nunca trabajamos para tener premios, sino impulsados por el amor, el dolor y la necesidad de saber qué había pasado. Pero que de vez en cuando alguien nos recuerde y nos diga que merecemos un premio es un regalito para el alma”.
Luego, recordó a Inés Valdez, cuya hija se encontraba entre los invitados. “Ella nos representa a todos, no sólo a los abogados que trabajaron tanto en épocas duras, cuando salir a la calle y decir que se era abogado de los derechos humanos era casi como firmar una sentencia de muerte. Inés no está y se fue sin recoger ni siquiera una sospecha de que su trabajo iba a tener este premio. El solo hecho de haber visto a Videla sentado en el banquillo de los acusados a mí me premia por todo lo que hice; lo que lamento es que no todos los compañeros lo hayan visto”, compartió.

A su tiempo, la rectora Carolina Scotto recordó que desde hace unos años la UNC ha encarado un compromiso institucional activo con la promoción y protección de los derechos humanos, tanto para la propia comunidad universitaria, como para aportar iniciativas y reflexiones a una transformación cultural profunda en la sociedad, para que la igualdad de derechos y la dignidad humana estén cada vez más garantizadas.
Sobre el reconocimiento, explicó que intenta distinguir a quienes con su testimonio de vida, su trayectoria y su dolor hicieron tanto a favor de una causa que los ha excedido como individuos, en la construcción de una cultura donde la memoria, la verdad y la justicia tengan armónica integración.
“Creamos esta distinción en 2008. Quizás no sea casual en este contexto de época, donde nuevos dirigentes estudiantiles, sociales, políticos, intelectuales jóvenes y dirigentes universitarios estamos cada vez más plenamente concientes que la lucha por la reparación, por la verdad, la memoria y la justicia –en relación con la represión ilegal y el terrorismo de Estado–, no sólo es una lucha de un grupo de familiares vinculados a víctimas concretas, no es tampoco una lucha de las que deben hacerse responsables principalmente las organizaciones, sino que se trata de una tarea que debemos asumir abiertamente todas las instituciones sociales”, señaló Scotto.
La titular de la UNC reconoció que la idea de la ceremonia surgió de Silvia Plaza y Eduardo Garbarino Pico, los representantes del Consejo Superior en el Consejo Provincial de la Memoria. “Ellos nos propusieron hace unos meses distinguir a todos los militantes históricos de cada uno de los distintos organismos de derechos humanos, quienes con una militancia personal hicieron algo más que solamente padecer la pérdida trágica de un familiar o sufrirla de cerca. Creo que ni ellos mismos podían advertir cuánta hermosa gente debíamos convocar a este acto. Son más de 70. Me conmueve, porque detrás de cada uno de ustedes hay una historia, una trayectoria, un aporte concreto que agradecer”, puntualizó.
En esa línea, subrayó: “Lo que ustedes nos han dejando, lo que nos han enseñado, lo que nosotros tenemos la obligación de continuar a través de ustedes y lo que la UNC se ha sentido en obligación de reconoce es una lucha que ya no es más sólo de los militantes y de las organizaciones. La universidad pública no puede dejar de decir y hacer todos los esfuerzos para que todas las jóvenes generaciones que se forman aquí tengan una vigorosa conciencia de la necesidad de promover y proteger los derechos humanos de todos, siempre”.

Posteriormente, se entregó a cada uno de los homenajeados el diploma y un libro de la Editorial de la UNC. Cuando Eduardo D´Ambra fue convocado para recibir el que se le otorgaba a nombre de su padre, Emilia D´Ambra compartió una reflexión: “Este acto me recuerda una frase que él decía siempre: ´Cuando la gente común de la calle reconozca que lo que nos pasó a nosotros, nos pasó a toda la sociedad, habremos cumplido nuestra tarea”.
En esta ocasión recibieron la distinción Emilia Villares De D'ambra, Rosa Huespe de Morandini, Josefa Pussek de Galván, Irma Ramaciotti, Marta Zeballos de Capelli, Sara Luján de Molina, María Pabla Amaranto de Chabrol, Nelly Ruiz de Llorens, Verónica Dalmasso de Maero, Mercedes Toloza de Bustos, Isolda Sosa de Liñeira, Yolanda Bonaldi de Torres, Ana Edelstein de Bendersky, Mafalda de Melani, María del Carmen Boll de Vanella, Sonia Torres, Américo Losada, Adriana Rosa Gelbspan, Miriam Rosember, Alfredo Demarchi, Hilda de Polti, Graciela Assalez, Susana Dillon, Carlos Alonso, Nicolasa Zárate de Salamone, Pabla Avendaño, Ester Zimmerman, Tita Cardozo de Toranzo, Josefa Urquiza de Villalba, Amelia Pafundi de Sciutto, Clara López, Sra. De Faraig, Laura Stiefkens, Idilia Palacín, Beatriz Castillo, Francisca Antonia Prado, Livia Cuello, Marta Elena Roldán, Liliana Lesgart, Marta Cisneros, Susana López, Amalio Rey, María Elba Martínez, Roger Becerra, Lila García, Silvia Bergmann, Eduardo Rodríguez, Hugo Gómez, Miguel Contreras, Juan Cucco y Julio García.
También fueron homenajeadas las siguientes personas que, por haber fallecido, serán representadas en el acto por sus familiares: Glauce Baldovín, María Angélica Olcese de Moller, Carmen Cornes de Castiglione, Otilia Lescano de Argañaraz, Santiago D'Ambra, Inés Aquin de Nadra, Raúl Nadra, Artemia Aparicio de Funes, Rosa de Kogan, Encarnación Rubio Bustillo, Arturo Rufa, Ricardo Salas, Juan Borgogno, Osvaldo Martín Onetti, Pablo José Chabrol, Obdulia de Casas, María Saleme de Burnichón, Ernesto Torres, Sebastián Emilio Llorens, Anselmo Assalez, Gloria Irma Chabrol, Enriqueta Espeche de Motta, Inés Valdez, Norma Elena Britos, Olga Alfaro y Manuel Luna.
En el pasado, también recibieron este reconocimiento los integrantes de la Delegación Córdoba de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP), el Arq. Luis Rébora y el músico León Gieco.

1 comentario:

  1. Por eso no podemos ni debemos confundir que las Madres no solo lucharon en soledad durante la dictadura, sino que muchos que miraron para otro lado ,ahora estan colaborando con la causa de los derechos humanos ,que nos implica a todos los Argentinos.Es un logro mas que un sueño compartido. Gracias Susana Dillon.

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