La elección del Defensor del Pueblo

El damero político de la ciudad se mueve especialmente cuando se debe reelegir al Defensor del Pueblo, porque  este funcionario surge de los candidatos postulados porlos partidos políticos aunque resulte bastante paradójico que al representante del pueblo, no lo elija directamente el pueblo, sino los concejales. Pero así están dadas las cosas, entonces nos enteramos por  los medios primero, de las ásperas disputas partidarias para  ubicar un candidato, y luego por  las declaraciones públicas de éstos cuales son los planes que tendrían en caso de acceder al cargo. 

Los postulados al cargo señalan así la serie de problemas que cada uno desde su óptica advierte que existen y ameritan el abocamiento del accionar de la defensoría y esboza su plan de acción. No es menor la tarea de defender al pueblo, porque a la gente le sobran planteos y hasta acá le faltan soluciones, y si no basta analizar esta problemática local en los medios para ver la recurrencia de problemas que ya de reiterados todos los conocemos y con muy poco optimismo esperamos soluciones.

La elección directa del Defensor del Pueblo por la gente y  la descentralización de la defensoría con mayor llegada a los barrios, que fueron contempladas por los candidatos conforman parte de una  pendiente Reforma Política de la que mucho habló el intendente Juan Jure desde antes de acceder a su primer mandato, es más le valió la distinción de Ciudadano Destacado, pero que no llevó a la práctica Y lograr una reforma que entre tantas promesas  logre además eliminar las listas sábanas sería una forma más que interesante de defender a la gente. Así no sólo estimularíamos la mayor participación ciudadana sino que conseguiríamos representantes más auténticos que hagan oír la voz de los barrios en los ámbitos donde  se toman las decisiones relevantes como esta de elegir a un nuevo Defensor.

Sería interesante pedir a las fuerza políticas que presentan candidatos que en base a lo actuado se elaboren  programas de acción para que los concejales y en definitiva la ciudad toda supiéramos que proponen para llevar a cabo, qué enmendar, cómo crecer y hacer más eficiente la Defensoría, y que estos programas quedaran como antecedentes para que al final del mandato  se pudiera hacer un efectivo balance de la gestión. En cambio, para inclinar voluntades de los concejales las propuestas se limitan a una exposición de los candidatos  que participan en lo que desde la calle vemos como un simulacro de democracia, dado que sabemos que los concejales oficialistas votan tal como lo acuerdan con el ejecutivo, y el intendente Jure ya se manifestó al respecto, con lo cual inclinó fuertemente la balanza de esta elección. Voto cantando digamos, aunque sea secreto.

No es efectiva para la credibilidad de las instituciones esta forma de resolver la selección de un representante del pueblo, porque le resta  transparencia como acto de gobierno, en tanto la gente lo  interpreta como un acuerdo entre cúpulas dirigentes  que menoscaba la confianza para acercarse a plantear los múltiples problemas que se dan en  la sociedad riocuaretense actual.

Hoy leemos por ejemplo que: “Para este año, el gobierno de Juan Jure diseñó cambios en el esquema impositivo que, en teoría, no iban a tener efectos considerables. Fue un reajuste del 20 por ciento en el Inmobiliario -según el peronismo el impacto real llegaba al 70 por ciento en algunos sectores-, que se combinó con la elevación de 5 puntos en las alícuotas del FOP (Fondo de Obras Públicas) y el Fodis (Fondo de Desarrollo Institucional y Social). Ese último retoque implicó, en los hechos, un aumento del 50 por ciento en esas sobretasas que se cobran en los servicios públicos y los impuestos municipales y que hasta el año pasado estaban en el 10 por ciento.” (1). 

Ante esta situación ¿No sería interesante  tener un Defensor del Pueblo que se manifieste al respecto? No por nada es más fácil acordar con los amigos del poder

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO

1. Puntal 10 de Mayo de 2013. Locales. Marcos Jure