Rosario Vera Peñaloza |
Mientras los chiquitos con sus docentes
festejan el Día de los Jardines de Infantes, desplegando su gracia y alegría para regocijo de las maestras
jardineras a quienes saludamos especialmente en este día, otras noticias se
filtran inevitablemente y nos hacen ver
el costado oscuro de la educación.
Así en nuestra ciudad los padres de una
escuela pública, la Fotheringham, tomaron el establecimiento al que concurren
sus hijos cansados de reclamar por el estado del establecimiento y la
posibilidad de contar con calefacción en el mismo. Anteriormente habían cortado
la ruta, por el mismo motivo y funcionarios oficiales, esos que son nuestros “representantes”
asumieron compromisos de buscar soluciones que no se cumplieron. Entonces esta
medida que puede ser cuestionada tiene un desencadenante que también es objeto
de reparo. Pero fijémonos que en el país más precisamente en Tierra del Fuego,
los docentes toman la Casa de Gobierno en demanda de un aumento salarial que no
llega y esperan que sea del 50%.Entonces, tanto allá en el lejano sur la
actitud asumida por los docentes como acá la postura de los padres muestran a la sociedad una metodología de
reclamo que evidencia el fracaso del diálogo para lograr la resolución del
conflicto. Y estamos hablando de educación que es un tema prioritario para el
país, y de los docentes que debieran en
consecuencia ser un sector laboral especialmente valorado con remuneraciones dignas, para incentivar el
logro de la calidad educativa que pretendemos pero que dista mucho de
alcanzarse.
Los paros docentes en otras provincias
en especial en Buenos Aires, ya han
hecho perder muchos días de clases y no se avizora una solución inmediata, se
entremezclan las internas políticas que agravan el conflicto y tornan más lejano el alcance del objetivo que es tener aulas para el trabajo
fecundo de formar a las nuevas generaciones.
Sigamos, un desgraciado accidente en la
ruta ocurrida en Tostado, provincia de Santa Fe, da cuenta una tragedia que se
llevó la vida de siete docentes. ¿Quién no rememora a las maestras que conoció
o conoce que deben sacrificarse viajando de cualquier forma para cumplir sus
horarios, por ejemplo por caminos intransitables, acá no más si Ud. quieren en nuestra zona rural vecina, o haciendo dedo
con todos los riesgos del caso?
Los que pertenecemos a otra época, esa
de la escuela pública a la que íbamos mayoritariamente todos en esta ciudad por
entonces pequeña, que respetábamos como a una mamá a la “señorita”, ese
personaje tan importante en nuestra vida a la que nos dirigíamos con afecto cuidando
los modos y el lenguaje, no podemos menos que ver con dolor este presente. Las
cosas han cambiado, y así hoy ante este estado de cosas vemos como un camino
sin retorno el de llevar a la población
a optar por la educación privada con la consecuente estratificación social a la que sometemos a los chicos desde su incorporación
a la vida en sociedad. Y somos testigos
de la violencia en las aulas, el menosprecio por la función del docente, la agresividad
en el trato, los déficits crónicos de infraestructura mientras pasan las nuevas
generaciones de argentinitos a los que lejos de
brindar ejemplos de moderación y respeto les enrostramos todos los días
que los conflictos en un ámbito tan sensible como la escuela no son
prioritarios por que se resuelven tarde y no siempre bien, haciendo que la
educación sea desde hace demasiado tiempo una cuenta pendiente en el país a pesar de los parches para revertirlos.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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