"Esto de no poder hacer el duelo es algo que tenemos todos los sobrevivientes pero mi vieja lo ha canalizado con la lucha"

María Victoria Dillon

  

María Victoria Dillon es hija de Rita y Gerardo, dos de los 33 desaparecidos riocuartenses durante la dictadura militar, y nieta de Susana, Madre de Plaza de Mayo. Con el canto de ritmos centroamericanos y la dirección de documentales encontró "un alivio en el alma", pero la lucha por conocer lo que sucedió con sus padres la enfrentó a dolorosos relatos y la sensación ineludible de impunidad.

"Esto de no poder hacer el duelo es algo que tenemos todos los sobrevivientes pero mi vieja lo ha canalizado con la lucha", manifiesta Victoria al hacer referencia a su abuela Susana. La joven riocuartense, quien reside actualmente en Buenos Aires, recordó que el abrupto desenlace en la vida de sus padres las reencontró en numerosos momentos de su niñez y adolescencia. "Le pregunte muy de chica que había pasado con mis papas. Creo que a los 3 años ella me dijo que no volverían más y pensó que había entendido todo. Nunca más le pregunté nada. Después, reconstruí lo que pasó con ellos por lo que me contaba mi abuela porque siempre fue de la teoría de responder a medida que yo preguntaba", afirmó en declaraciones al programa Nos sobran los Motivos, de FM Gospel.  El aporte de los amigos de Rita y Gerardo que sobrevivieron a la maquinaria genocida de los militares en Córdoba, la memoria de vecinos y el aporte de lugareños de Río de los Sauces -donde secuestraron a la pareja- fueron otras fuentes claves de información. "Me fui a hacer un documental a Río de las Sauces con una amiga que estudió cine y lo duro fue darse cuenta que esto no se cierra con un documental. Son cosas que una las lleva lo mejor posible. A mi papá lo mataron de una tortura bastante antes de que yo haya nacido y a mi mamá después del parto la fusilaron. Conocí otra historia cuando era chica de una supuesta sobredosis de anestesia pero Bruno Laborda, uno de los militares que participó del secuestro, se hizo cargo de que él había sido quien la había fusilado", aseveró. Al ser consultada sobre por qué fue entregada en brazos de sus abuela tras el homicidio de sus padres, consideró que "fue una especia de suerte ó de época".  "Había muchos organismos internacionales enterados de la expropiación de niños y pasaron dos años en los que habían vendido a los chicos y familias de militares se quedaron con los bebés. Ya no había clima para seguir con eso", evaluó.  Para Victoria, "esto de no poder hacer el duelo es algo que tenemos todos los sobrevivientes pero mi vieja lo ha canalizado con la lucha".  "Cuando me llevan de bebé no solo tuvo que darme sonrisas y amor, sino que ha tenido que salir a sus marchas, a sus foros", subrayó. Actualmente, Victoria pone su impronta en la primera voz de Tumbamores, una agrupación porteña con fuerza escénica y una notable intensidad con merengues venezolanos, boleros, rancheras mexicanas, serenatas y cumbia colombiana.

Por Pablo Callejon