La empresa que recolecta la
basura de la ciudad de Río Cuarto es otro dolor de cabeza para el municipio.
Gamsur ha sido desde sus inicios como empresa mixta generadora de múltiples
conflictos, que no se solucionaron a pesar de los intentos de cambios en su
administración, todo lo contrario. Pero parece que el negocio de la recolección
de basura no es para todos deficitaria. Para que veamos que muchos prosperan
con la misma leamos estas apreciaciones acerca de Covelia la empresa que efectúa
la tarea en 12 municipios del conurbano bonaerense y el interior de la
provincia de Buenos Aires, la empresa que hace una década, cuando nació,
ganaba 699.000 pesos anuales, y en el 2010 sacó 48 millones. Si Ud. quiere
saber más del tema lea este artículo que firman Daniel Santoro y Luciana Geuna
acerca del mandamás de la empresa Ricardo Depresbiteris. Las informaciones
periodísticas relacionan a Covelia con el sindicalista Hugo Moyano y si bien
refieren que no tiene un vínculo comercial con la empresa, si comentan que el líder de la CGT ha hecho gestiones
sistemáticas a su favor frente a intendentes y la gobernación bonaerense. Como
su crecimiento es meteórico, así como el de su responsable, le invitamos a que
se informe sobre el tema.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
Crecen los negocios y los bienes del empresario protegido por Moyano
Ricardo Rubén Depresbiteris pasó, en
poco menos de una década, de chofer a millonario de costumbres ostentosas. Su
nombre es menos conocido que su principal empresa: es el dueño de Covelia, la
recolectora de basura que opera en 12 municipios del conurbano y el interior de
la provincia de Buenos Aires, y que ganó terreno bajo el impulso del
sindicato de Camioneros que lideran Hugo Moyano y su hijo, Pablo.
En 2010, Covelia ganó 48 millones de
pesos, multiplicando por seis las utilidades que embolsó en 2007, cuando su
rédito era de $ 8 millones. Su empresa posee 800 camiones recolectores y 3.000
empleados registrados y afiliados al sindicato de Moyano.
Depresbiteris tiene un avión
particular: se trata de un Cessna Citation 550 II, matrícula LV-WJN, en
propiedad compartida con Transclor S.A, una proveedora de cloro de la estatal
AYSA. En ese mismo avión viajó este verano a Punta del Este, adonde descansó
subido a su yate Enterprise.
Las rutinas de Depresbiteris, un
hombre de 48 años, incluyen la vida en El Porteño, las residencias contiguas al
Faena Hotel donde las expensas cuestan hasta 8.000 pesos por mes. En su cochera
tiene Mercedes-Benz, Porsche y otros vehículos de alta gama.
Cada uno de estos datos fueron
confirmados por el empresario en un diálogo con Clarín : “Me dicen que
tengo barco en Punta del Este. Sí, es mío. Lo tengo declarado. Siempre estoy en
Punta del Este. Como voy a Barcelona, a Brescia, o a Mónaco desde el año ’94 a
ver la carrera. ¿Pero cuál es el problema? Si trabajo...”, se justifica.
Depresbiteris también es propietario
de Garlik S.A. –dedicada a los bienes inmuebles– y de Solares de Beherán –con
la que quiere construir un country en Lomas de Zamora–. Además, invirtió en el
desarrollo inmobiliario “Forum” de Puerto Madero, a través de la sociedad
Canfot y es titular de Clasificar, una compañía que acaba de abrir una planta
recicladora de basura en el Ceamse.
Covelia recibió una inversión de
1.327.723 dólares de la empresa fantasma uruguaya Down Stream, tal como reveló
este diario el 19 de diciembre.
Al oriundo de Lanús, le gusta contar
que empezó a trabajar a los 12 años, cuando estaba en la primaria.
Barría una tornería, fue cadete y se
hizo matricero mientras estudiaba en una escuela industrial.“Estaba
becado para el instituto Balseiro –dice Depresbiteris– porque quería ser
ingeniero nuclear. Pero yo estaba más en ser alguien importante y hacer plata”.
Desde que Covelia salió al mercado,
diez años atrás, el crecimiento fue vertiginoso y sostenido. Su primera gran
apuesta fue San Miguel, bajo la intendencia del ex carapintada Aldo Rico. Entonces,
Depresbiteris era financista de Jorge Lopresti, concesionario municipal de la
recolección de basura, quien perdió su negocio por problemas –justamente–
económicos. Entonces nació Covelia, que firmó un contrato que todavía se
discute en la interna política de San Miguel.
Cuando se creó Covelia, en 1999,
estaba presidida por un joven humilde de Ingeniero Budge. Poco tiempo después
apareció Depresbiteris en el directorio. “Yo compré una sociedad que no tenía
actividad y la puse a trabajar”, sostiene el empresario a la hora de defender
por qué hay un indigente en el origen de su empresa que le pertenece en un 80%,
dejando el 20% a su esposa Marcela Mete.
Luego de San Miguel, Covelia
expandió su negocio a los municipios de Merlo, Lomas de Zamora, Lanús, San
Martín, Escobar, Bahía Blanca, Quilmes, Esteban Echeverría, Tres de Febrero,
Pinamar, La Costa. También levanta la basura en el Mercado Central y durante
2010 consiguió el contrato para repartir leche del plan oficial “Más Vida”.
Varios intendentes del conurbano suelen quejarse de las presiones que ejerce
Moyano en favor de esta empresa.
Clarín
publicó en octubre los dichos de Walter Martello, legislador bonaerense de la
Coalición Cívica que escribió un informe sobre Covelia y dijo que las
negociaciones del líder de la CGT en favor de la empresa “son descaradas”.
El jefe comunal de Esteban
Echeverría, Fernando Gray, intentó discutir una deuda que la gestión anterior
tenía con Covelia y el sindicato paró el servicio de recolección durante 12
días. Cuando Gray intentó sacar a la calle un camión municipal para levantar
los residuos, el vehículo terminó incendiado.
Daniel Santoro.Luciana Geuna
30.1.11
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