Gamsur y Doña Rosa

Doña Rosa fue y es una  peyorativa forma de calificar a la simple ciudadana de nuestro país, creación del inolvidable Bernardo Neustand que con su  oratoria entre otras cosas nos envolvió en la campaña privatista de la ola neoliberal comandada por el caudillo riojano Carlitos Saúl Menem.

Entonces entre otras herencias, Doña Rosa se  convierte en un  personaje  siempre utilizado para referirse a la gente común, especialmente al ama de casa.

Hoy le tocó en suerte a Doña Rosa  que la citara en nuestra ciudad el multifacético José Lagos, funcionario que se desempeñó en la intendencia de Rins y continúa en la de Jure adonde arribó con la misión de dirigir la conflictiva empresa Gamsur. Dijo el Pepe Lagos: “Nuestra gestión en Gamsur se ve en las arcas municipales, no la ve doña Rosa”.

El razonamiento del funcionario apunta a que los réditos económicos de esta administración le aporta una importante reducción de costos a la empresa que funciona bajo la órbita del estado. Aceptemos que sea así, lo cual es difícil de probar porque los números son permanentemente reajustados y el déficit ya lo expresó el mismo dirigente es de 500 mil pesos por mes, entre otros puntos oscuros de la cuestionada empresa.

Volviendo a nuestra respetable Doña Rosa especialmente mencionada, nos parece que le sucede lo que nos pasa a todos los ciudadanos comunes de la ciudad en este caso y del país. Las cuentas públicas son un agujero negro de difícil comprensión entre otras cosas porque no se simplifican y muestran a la ciudadanía verazmente, por más que publiquen presupuestos en  Internet.

Porque pensándolo, si Doña Rosa es un ama de casa como tantas que hace malabarismos por estirar un sueldo para llegar a fin de mes, supera el espanto de recorrer comercios y no desplomarse con los precios, organiza comidas para todo el grupo familiar, administra finanzas para cubrir los gastos que la educación y la salud le demandan a sus hijos, y además se ocupa de las tareas de su hogar,  creemos que no es tan tontita como piensan estos funcionarios que la humillan presuponiéndola escasa de cultura y educación para interpretar los resultados de las cuentas públicas.

Lo que realmente creemos que a Doña Rosa, le retacean  los verdaderos números de las finanzas públicas como a la mayoría de los simples ciudadanos a los que nos pretenden seducir en los momentos preelectorales.

Porque  quizá si Doña Rosa tuviera los números de  las cuentas oficiales en la mano, se llevarían una sorpresa los administradores del estado. Entonces verían  que  un ama de casa les podría  ayudar a usar racionalmente los recursos para  lograr buenos resultados en ese complejo mundo de los negocios públicos.

En definitiva Gamsur es la empresa encargada de limpiar la ciudad, que es la casa grande de todos, y Doña Rosa está condenada desde hace mucho tiempo  entre otras cosas a limpiar su casa.  Y de eso, señor Lagos no lo dude … Doña Rosa sabe un montón, porque nació con la escoba en la mano.

CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO