18 DE JULIO: EL DIA DESPUES

El país que espera anhelante una resolución del conflicto con el campo, se despertó entre asombrado e incrédulo ante lo inédito de la situación vivida en el Parlamento y el resultado de una votación que en la jerga futbolera se podría denominar como definida a penales. El contexto histórico hizo que cobrara protagonismo un funcionario que empezó a trascender a medida que transcurría el conflicto: el Vicepresidente Julio Cobos. Apartado de todos los rebaños, expulsado de la UCR por ser radical K, y excluido del círculo íntimo de poder de los Kirschner, tuvo el tino de hacer en estos 125 difíciles días lo que la Presidenta no quiso , no pudo o no supo: escuchar a los oponentes al proyecto oficial y aportarle al tratamiento del tema la cuota de sensatez y racionalidad que no le imprimió la mesa chica del entorno presidencial especialmente la propia Sra. Presidenta, de quien se esperaba esta conducta. Hoy , el Congreso recuperó su protagonismo en una saludable práctica que nos esperanza en la consolidación del sistema democrático tan declamado y tan poco respetado en los hechos. Fue asombroso escuchar las consideraciones del diputado Agustín Rossi señalando que el Vicepresidente es virtualemte un delegado del Ejecutivo cuando preside el Senado, para hacer cumplir lo que aquél disponga. Si ésta es la división de poderes que interpreta un legislador, y no cualquiera sino el Jefe de la bancada oficialista en la Cámara Baja, ¿Que democracia podemos esperar? Un aforismo expresado por Einstein señala: “No haga nunca nada que sea contrario a su conciencia, aunque el Estado se lo pida”. Como debe ser , cuando en las encrucijadas del camino debemos tomar decisiones trascendentes, hoy le tocó a Cobos y en la gravedad de la situación resolvió de acuerdo a sus convicciones. Si más de un funcionario olvidara la obsecuencia e hiciera primar la racionalidad y su propio criterio como sucedió con varios legisladores especialmente en la Cámara Alta, otra sería la visión que desde la calle tendríamos sobre nuestra clase dirigente, y en consecuencia la credibilidad hacía aquellos que nos representan. La democracia no se desestabiliza con estos sucesos, por el contrario se consolida, por que la jerarquiza la validez del debate y las decisiones independientes. Es por eso que tenemos confianza en que se acepte y valore en plenitud esta realidad desde el Ejecutivo. Sra. Presidenta la estamos esperando en escena , no con desplantes ni intolerancia, sino sabiendo valorar esta realidad en toda su magnitud, como una oportunidad de cambio en la forma de hacer política, que los ciudadanos reclamamos desde todos los ámbitos del país. Entonces vamos a creer que es realmente la Presidenta de todos los argentinos, que la República necesita. CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO