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9 nov 2008

K.K.K. y K - HUMOR POLÍTICO

Por: Alejandro Borenztein ARQUITECTO Y PRODUCTOR DE TV Las leyes de Murphy, como la sensación térmica, el horóscopo y la suerte en el fútbol, forman parte de ese formidable mundo de pelotudeces que, cada tanto, logran renovar un prestigio mal habido. Esta vez, se vuelve a dar una inexorable ley de Murphy que dice: "basta que te vaya fenómeno en una cosa, para que se te vaya al corno la otra". Veníamos festejando los últimos logros del Club de los Malos en la Argentina y de golpe se nos vino la maroma en Norteamérica. Uno de los grupos más influyentes del CDLM en EE.UU., el famoso KKK (Ku Klux Klan) acaba de recibir una derrota catastrófica. Años trabajando duramente para mantener a raya a esos negritos, para que en solo una noche todo se venga en banda y se les haga realidad la peor pesadilla: un presidente negro. Y como si todo esto fuera poco, en la misma semana se consagra Hamilton como el primer negro Campeón del Mundo de la Formula 1. Es demasiado. Suicidios masivos se esperan en las próximas horas, sobre todo en los franchising otorgados por el KKK en Alabama, Missisipi, Tennessee y Villa Gral. Belgrano. Rápidamente el CDLM se puso a operar fuertemente, en solidaridad con nuestros colegas del Norte. Nuestra labor por aquellas tierras nunca fue tan fácil como lo es acá, pero aún así, hemos tenido éxitos importantes. Cuando se fue Bill Clinton, un extraordinario archienemigo del CDLM americano, nos encontramos con un superávit de casi 600.000 palos verdes y un tratado de paz firmado entre Rabin por Israel y Arafat por la OLP. Todo un desafío casi imposible de revertir para el Club de los Malos, si no hubiera sido que asumió la presidencia americana un Miembro de Honor de nuestro Club, cuyo mérito principal era comer cacahuetes mientras disfrutaba viendo ejecuciones de reos en Texas. No me pregunten cómo, pero en solo 8 añitos logramos generar un déficit de 500.000 palitos verdes, un desprestigio maravilloso y un bolonqui fenomenal en Medio Oriente. El problema ahora, es ver qué hacemos con este nuevo muchacho en el poder, en un momento en que nuestros colegas del CDLM americano están completamente desmoralizados. Llegó el momento de darles una mano. Sabido es que el presidente Obama deberá enfrentar 3 grandes temas: 1- La hecatombe económica y financiera. 2- El conflicto de Irak y Afganistán. 3- Los Kirchner Tanto en el primer asunto de la crisis bancaria, como en el tema del Cercano Oriente, difícilmente podamos mejorar lo hecho por el Compañero Silla Eléctrica. Tal vez en el tema económico, podríamos enloquecerlos un poquito más, enviándoles algunos de nuestros técnicos argentinos para que terminen de fundirlos de una buena vez, pero nuestros muchachos están demasiado ocupados trabajando aquí, y nosotros en el Club de los Malos, valoramos mucho a los científicos que eligen quedarse en la Argentina, sacrificándose por su país. En cuanto al problema K, ya estamos trabajando a full. De entrada nomás, le mandamos una carta de salutación que le hicimos firmar a la Compañera Jefa y que seguramente emocionó hasta las lágrimas al Compañero Obama. Fueron unas pocas líneas, conmovedoras y sobre todo novedosas y originales, remarcando el momento histórico para los afroamericanos y citando al Compañero Luther King. Si el que escribió esa carta no se gana el Nobel de Literatura, le pega en el palo. Todo esto fue para darle el dulce a Obama, pero sobre el pucho le tiramos la declaración del canciller Taiana quien desmintió que la Presidenta se vaya a reunir con el nuevo presidente, lo que empañó los festejos demócratas por el triunfo y generó honda preocupación en todo Washington. En ocasión del evento electoral y, previendo el triunfo de Obama, el Club operó para organizar una delegación de funcionarios, diputados y jueces argentinos que actuarían como veedores en las elecciones. Yo sé que la excusa es poco creíble, porque si algo los americanos no necesitan, es que nosotros los argentinos les controlemos las elecciones. Pero algo teníamos que inventar para justificar el viaje que organizamos para infiltrar algunos de los mejores cuadros del CDLM. No doy los nombres, porque la lista está en todos los diarios y no quisiera olvidarme de ninguno. Si bien no pudieron ser de la partida, los diputados Kunkel, María América González y Bullrich quienes se tuvieron que quedar en Buenos Aires dando una Clase Abierta de Educación Cívica, créanme que toda la gente que mandamos era mercadería de primera. El plan era infiltrarles algunos personajes para ir incarajinándoles esa democracia tan perfectita que tienen. Hay mucho para hacer. Empezando por esos actos tan prolijos llenos de seguidores con su banderita americana, sus camaritas digitales y esa insoportable urbanidad. Está bien, yo entiendo, nadie les está pidiendo que pongan un gigantesco pasacalle que diga "Volveremos, volveremos, los gloriosos Montoneros", pero por lo menos una mínima pancarta de la FOETRA o alguna pechera de la Corriente Clasista y Combativa. Pero bueno, de a poco. Ya lo vamos a ir logrando. También, fue indignante el rápido y civilizado reconocimiento de derrota de Mc Cainn. ¿Qué es eso? ¿Dónde se ha visto? Ya vamos a ir enseñándoles que eso debe hacerse a altas horas de la madrugada, con todos los periodistas reventados, el piso lleno de vasitos de plástico y sándwiches de miga pisoteados, y lanzando previamente varias denuncias de fraude electoral. Y también generó mucha indignación el festejo final de Obama con su mujer los chicos, el escenario, las luces, la ropa impecable, los micrófonos perfectos. Nada que ver, por ejemplo, con aquel inolvidable festejo de Don Fernando y el Chacho subidos al mismo bondi descapotado que usamos cuando ascendió Huracán, dando vueltas alrededor del Obelisco y luego, la prodigiosa voz de De la Rúa cantando el Himno Nacional con el único micrófono que andaba. Hay mucho para hacer. La tarea será titánica. Desde transformarles estos pequeños detalles formales, hasta carcomerles lo más profundo de la democracia americana. De todos modos, no desatendemos el mercado local. Por un lado y, tal lo prometido semanas atrás, logramos echar al Cholito Simeone. Muchos nos piden que también echemos a Aguilar, pero siempre tenemos que explicar que el Club de los Malos ataca a los buenos y sólo echa un malo cuando tiene uno peor para ofrecer. Por otro lado, dejamos al comando especializado en Medicina Prepaga autodenominado "seguí llamando a emergencia nomás, que no te pensamos atender en la puta vida", anunciando un pequeño pero delicioso aumentito del 10% en la cuotita. No será como clavarles un presidente negro en el medio de Oklahoma, pero algo jode. Pensar que cuando yo empecé en el CDLM, simplemente repartía esos dispositivos de seguridad negros y circulares, que se usan en los supermercados para evitar robos y que vienen hechos de tal manera que la cajera nunca puede sacarlos y tiene que llamar a la supervisora y hacerte esperar media hora. Desde ese pequeño lugar de crispación social, pasamos ahora a intentar demoler el imperio americano. Sin duda, estamos llamados a jugar en las grandes ligas. Allá vamos, América. Fuente: Clarín

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