Fue un duro año para los Millonarios
todos: jugadores, dirigentes y simpatizantes que conocieron el rigor de perder un sitio en la primera categoría del
fútbol nacional y debieron transitar el camino de la primera B durante el 2012. Pero, no sin sobresaltos y angustias
lograron el ascenso que es festejado como el mejor de los trofeos. Ahora vuelven las
camisetas, los rostros encendidos por la alegría, las lágrimas con abrazos y muchos que
recuperaron el habla después de haberse mantenido en silencio desde el aciago
momento en que los resultados enviaron
la B a un grande entre los grandes: River Plate
Las primeras conclusiones permiten esbozar que como en muchos órdenes de la vida, con tesón y trabajo se
puede superar la adversidad, pero hace falta saber aceptar la derrota como un
punto de inflexión a partir del cual se inicia una nueva etapa.
River cosechó en su derrotero por el
interior del país una inigualable muestra de afecto en los lugares en que le
tocó jugar. Y esto es bueno que lo tengan bien presente los que participan de
la vida de la institución millonaria, por que el historial de los grandes
clubes nacionales se nutre con los éxitos deportivos que los ubica entre los
mejores del mundo pero también con el afecto de los miles de anónimos
simpatizantes que desde toda la geografía nacional siguen sus pasos con una
consecuente admiración, tanto en el éxito
como en la adversidad. O sea que desde el ombligo del país, cómo es la Capital
es bueno que adviertan y agradezcan el afecto que se les dispensó al club en
esta difícil etapa que fue una buena
cuota de apoyo para poder lograr el objetivo del ascenso.
Hubo figuras del plantel que se prestaron
a participar por los colores del club de sus amores, y pospusieron intereses deportivos y económicos. No es poco en un ámbito
totalmente mercantilizado cómo es el del fútbol profesional, así entonces esos
muchachos que demostraron dignidad, gratitud y un profundo afecto escribieron
una página inolvidable, no sólo para este club sino también para una sociedad que reclama valores.
También pasaron hechos funestos en las
tribunas del Monumental, pero este agravio ocurre desgraciadamente en forma
rutinaria en el fútbol nacional, no es prioridad de una institución. La violencia
en los estadios, sus adyacencias y entre sus barras son un tema que merece ser tratado con todo rigor por que nos
retrata como sociedad y este país nuestro merece que se analicen en profundidad las causas de la
misma, para ver si somos capaces de elaborar
medidas tendientes a lograr soluciones . Es un tema que debe ser bien tenido en
cuenta, para el cual hace falta compromiso y voluntad de todos, especialmente
de los dirigentes y no solo deportivos. Por lo tanto es hora que los que
conducen no solo a este club sino al fútbol en general den muestras
de madurez, hidalguía y decencia, para que el espectáculo deportivo no sea una
trampa cazabobos sino una fiesta segura de la que pueda participar la familia toda, y no un negocio de dudosos fines económicos y políticos.
River volvió a primera… Que la lección sirva
para marginar la soberbia que suelen tener
los muchachos de la A cuando miran por
sobre el hombro a los que participan en categorías inferiores, porque esta
etapa transitada por la banda dejó bien en claro que hace falta continuidad,
humildad y trabajo para mantenerse arriba.
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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