El transcurso de
la 7º edición de la Feria del Libro “Juan
Filloy” de Río Cuarto nos permitió entre múltiples actividades, acercarnos
a estos nuevos autores como son los ex sacerdotes que presentaron su libro “Cinco curas, confesiones silenciadas”.
Viajaron hasta
la ciudad cuatro de los cinco autores y sus exposiciones dejaron mucho para
pensar y repensar ante las voces y testimonios de estos protagonistas que se
alejaron o a los que alejaron de la Iglesia Católica, por distintas
circunstancias personales en relación con la práctica del sacerdocio.
La voz juvenil
de Adrián Vitali relató su claudicación
ante el amor terrenal y su voluntad de asumir la paternidad. El celibato y su
rigidez, esa disposición tan cuestionada y tantas veces violada por el clero desnuda con el testimonio de Vitali el doble
discurso del poder que le permitía desde la jerarquía eclesiástica continuar su
sacerdocio, pero condicionándolo a apartarse
de la mujer con la que esperaba el nacimiento de su hijo, con las expectativas,
anhelos y amor de joven pareja.
Humilde, de
origen campesino, fuertemente marcado por la ola renovadora que significó el
Concilio Vaticano, Lucio Olmos,
decidió vivir su sacerdocio como “cura obrero”. Y vio la realidad y dureza de
la vida que no se aprende en los claustros eclesiásticos, porque una cosa es “amar
al prójimo como a sí mismo” con la panza llena y otra es compartir los pesares
de la vida diaria desde un taller metalúrgico, con los que se ganan el pan con
el sudor de la frente. Demasiado para estar dentro del clero convencional, fue
amonestado. Sencillo y cálido con su relato nos hizo revivir las tragedias de
otros tantos que compartieron una forma tan cristiana de vivir el sacerdocio actitudes
por las que pasaron a engrosar las listas trágicas de las dictaduras recientes.
Más conocido mediáticamente
por sentar su posición frente a la ley de Matrimonio Igualitario, Nicolás Alessio el ex sacerdote
de la ciudad de Córdoba fue contundente al definir el porqué de su posición contraria
a la de la Iglesia que pretendía imponer una legislación a una sociedad plural,
donde los católicos forman parte de un todo, en el que los no católicos tienen derechos que no se pueden conculcar por
voluntad de una parte.
Sorprendido por
la disposición que lo separa de su ministerio, permanece vigente su voluntad de
seguir en el camino elegido.
Su testimonio a
Puntal (9.10.11) entre otras cosas refiere una seria apreciación del rol de la
iglesia durante el proceso. En una de las respuestas al periodista, leemos:
- "En su capítulo del libro también denuncia la vinculación de la Iglesia con la dictadura.
- "En su capítulo del libro también denuncia la vinculación de la Iglesia con la dictadura.
- Nosotros pasábamos por el pasillo de la Catedral, junto a donde
funcionaba la D2, y donde ahora hay un museo de la memoria, y la casa
parroquial se encontraba pegada a eso. Allí escuchábamos los gritos
de personas desesperadas, aunque en ese momento, como adolescentes,
creíamos que eran presos que algo les pasaba. Con el tiempo nos enteramos
de que ahí funcionaba un centro de detención y que se torturaba, por
lo que nos preguntamos si el párroco de la Catedral nunca escuchó nada.
Aún así, nunca se los llamó a declarar. Esto confirma una Iglesia que
fue cómplice de diversas maneras con la dictadura militar. Una de
las complicidades es la del silencio, que es tan grave como la ideológica.
”
Prolijamente rememoró
su pasado por el clero Elvio Alberione y
fundamentó sus datos con la lucidez del que analiza concienzudamente los hechos
en base al rigor que le brindan la historia de la Iglesia y del país. Contó que la separación de su ministerio se dio cuando
como punto de inflexión pretendió entre los temas sociales que se abordaban
para conocimiento de su comunidad hablar del aborto. Invitó a tal fin a un médico, anarquista y ateo, conocedor del tema que era como lo sigue siendo, un problema sanitario que
cuesta vidas. Hizo también mención que el que lo ayudó a sobrevivir cuando ya
no era sacerdote fue precisamente ese anarquista y ateo. Centró su exposición
en la vinculación entre Iglesia y poder y refirió sus experiencias personales
que vivió desde el Seminario.
Cuatro ex
sacerdotes pasaron por Río Cuarto, esos hombres que abrazaron la religión y nos
refirieron sus experiencias de vida, desde la osadía que significa sacar a luz
y contar en un texto la intimidad tan celosamente ocultada de una institución
que afronta por estos tiempos serios cuestionamientos. La Feria del Libro como expresión de la cultura nos permite estos
acercamientos, por lo tanto bienvenida sea la apertura que nos permite conocer
a los autores que con seguridad están
marginados en más de un medio, por el contenido de su mensaje.
CIUDADANOS
AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
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