La historia del movimiento obrero en el mundo y por ende en la Argentina es un tema altamente ilustrativo, básicamente porque nos refiere las luchas por las reivindicaciones sociales en un modelo de país que fue cambiando la inserción social destinado a los asalariados de acuerdo al esquema de los gobiernos de turno y las vinculaciones de éstos con el mundo y con las ideologías imperantes en distintos momentos, en definitiva porque nos radiografía en nuestra organización social y es la base que nos permite ir dilucidando ese tema tan reiterado en nuestros días y tan lejano como objetivo como es el de lograr una distribución de la riqueza que permita el sueño de tener un país más justo y equilibrado.
Hoy, luego de los resultados electorales del 28 de Junio pasado, aceptando sin proclamarlo a grandes voces una dura derrota electoral, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner, llama al diálogo, que debería ser el punto de partida de un acuerdo social que nos permita despegar de una crisis tan evidente como ninguneada desde las esferas oficiales. También los ecos del traspié electoral se hacen sentir en la conducción de la organización sindical (CGT), donde su líder Hugo Moyano se alineó fuertemente con el gobierno K, y hoy afronta los cuestionamientos de los otros dirigentes.
La primera frase célebre desde el movimiento obrero, columna vertebral del movimiento justicialista la escuchamos de la boca de uno de los referentes que se apartó de la conducción de la CGT y se refugió en su propio terruño: Luis Barrionuevo que dijo: “El diálogo es para la gilada”. ¡Grande Luisito! Tal expresión surgió en un programa periodístico donde una semana antes Hugo Moyano, había ratificado que su conducción en la CGT no corría riesgos, minimizando la posibilidad de diferencias con los líderes de los sectores históricos conocidos como “los gordos”, aclarando como ya lo mencionáramos que él no “era tan bobi”. Hoy no debe estar tan sereno, porque también le pasan la factura a su modo de conducir, y amenazan con retirarse de la central.
En nuestra ciudad ya comenzó la movida y si bien los vimos a los gremialistas en las listas de candidatos, su presencia no fue abrumadora sino aislada, tampoco rutilante ni determinante, así que en lugar de preocuparse por el camino del diálogo, se preparan para recuperar protagonismo en el Partido Justicialista, cuya interminable disputa interna nos arrastra a todos como lo apreciamos en la ciudad de Córdoba y su conflicto municipal. En esta instancia, los dirigentes gremiales de Río Cuarto tienen este cara o cruz : Schiaretti o De la Sota
Así comienza este capítulo que no se desentraña para el público en general los manejos internos de los sectores que negocian los salarios de gran parte de la población y los recursos que se destinan para la seguridad social que comprende nada menos los fondos que se destinan a las obras sociales responsables de la salud de sus afiliados, pero que nos permite entrever la serie de intereses que rodean sus definiciones.
Luis Tarullo, periodista, especializado en el análisis de temas gremiales, nos ilustra acerca de la situación actual del movimiento obrero y de su pasado reciente. Nos señala que nunca estuvo unido este movimiento y que su división procede de hace mucho tiempo, así como nos muestra los conflictos que enfrentan al líder camionero con “los gordos”, basado en la acción de Moyano de consolidar su poder desde la afiliación de importantes sectores que anteriormente estuvieron en otras obras sociales, especialmente Comercio bajo la conducción de Cavallieri, entre otras cosas.
Si Ud. cree que estos temas no tienen nada que ver con su vida de todos los días se equivoca, y si se cree que esto pasa en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y no llega al interior del país, también se equivoca. Fíjese, que de las negociaciones de esta dirigencia depende el salario de los trabajadores y que por ejemplo: Camioneros ya consiguió un 17% de aumento para su sector, no para todos los asalariados y eso repercutirá en la finanzas municipales de nuestra ciudad donde alrededor de 200 empleados de Gamsur son afiliados a este sindicato y no al Sindicato de Empleados Municipales, por eso de la expansión y afiliación que hizo camioneros con los recolectores de basura, y esto sólo es un comienzo en un momento económico de trascendencia donde cada peso importa porque la calle, espejo impiadoso de la realidad, refleja que está dura la mano y no solamente por el frío y la gripe A.
Infórmese de lo que dice el periodista, y piense qué modelo de país quiere para sus hijos, quizás encuentra un buen ejercicio que lo entretenga en estos fríos días de Julio.
Audio con opinión de Luis Tarullo
CIUDADANOS AUTOCONVOCADOS DE RIO CUARTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de responsabilidad exclusiva de quien los envíe. No siempre refleja nuestra opinión.